Ángela Ruiz Robles, «Doña Angelita», lo tenía todo en contra para hacerse un hueco en la historia del desarrollo tecnológico. Sin embargo, ser mujer, trabajadora, viuda y madre de tres hijas en la Galicia de los años 50, no fueron obtáculos suficientes para que esta inquieta maestra se convirtiera en activa inventora con varias patentes, destacando entre ellas la Enciclopedia Mecánica, considerada como precursora del libro electrónico, del moderno ebook. Ángela Ruiz se sobrepuso al desolador panorama al que se enfrentaban las mujeres en los primeros 50 años del siglo XX en España, una situación que puede resumirse en la pregunta que un periodista le hace durante una entrevista en 1958: “¿Una buena inventora puede ser una buena ama de casa?”.
un ebook que no pudo ser
Ángela Ruiz Robles desarrolló su actividad de maestra, inventora y empresaria en una sociedad en la que el papel de la mujer era prácticamente inexistente, limitado en el mayor de los casos al de ama de casa, sin apenas estudios básicos (solo un 25% de la población femenina sabe leer y escribir y la tasa de analfabetismo femenina es un 60% más alta que la masculina) y con un reducido acceso al trabajo, limitado a labores de nula especialización.
Pero esta adelantada a su tiempo, movida por su creatividad y pasión por el trabajo, dedicó parte de su vida a mejorar la enseñanza de los más pequeños a través de una serie de publicaciones didácticas y varios inventos tecnológicos de gran originalidad, en una sociedad en la que, a nivel general, la tecnología más conocida era la radio y es más que escasa la presencia de elementos “tecnológicos” en la vida cotidiana.
Entre sus inventos destaca la Enciclopedia Mecánica, precursora del ebook, “un procedimiento mecánico, eléctrico y a presión de aire para la lectura de libros”. Pensado para los alumnos, suponía una nueva manera de comprender el libro de texto. En este “libro” los temas se activaban, trayéndolos al frente del dispositivo mediante unos pulsadores; otros, a su vez, permitirían iluminarlo, sería posible aumentar el tamaño del texto, escribir y dibujar sobre él… Incluso se planteaba la posibilidad de utilizar tintas luminiscentes que permitirían leerlo en la oscuridad. Un primer intento de ebook mucho antes de que Michael Hart inventara el libro electrónico en 1971.
pensar de un modo diferente
Ángela Ruiz Robles, en su afán de enseñar y de facilitar el aprendizaje, planteó un artefacto que en su época no se pudo, y quizá no se quiso entender, con una nueva concepción del libro de texto, un nuevo soporte de lectura, un formato novedoso. Un libro que no era un libro, un cuadernos de tareas sin hojas, un dispositivo táctil e interactivo, una enciclopedia que reuniría en un sólo lugar el conocimiento de la época… ¿no nos resulta familiar? La Enciclopedia Mecánica se sitúa en un lugar sobresaliente de la genealogía del libro electrónico nacido varias décadas después. Dña Angelita, sin duda, fue una de sus precursoras.
Doña Angelita se mantuvo al corriente del pago de su última patente hasta 1975, año de su muerte y nunca perdió la esperanza ver hecho realidad su libro mecánico. De hacer posible un aprendizaje más fácil, más atractivo y visual, basado en la idea de que fuera algo ameno y que atrajese a los alumnos. El mérito de Dña. Angelita va más allá de que su libro sea mecánico, tenga botones y se ilumine. Su importancia reside en la capacidad de pensar de un modo diferente. De enfrentar un problema con un pensamiento alternativo, dando una solución que va más allá de la lógica de la época, del potencial tecnológico del momento o de la capacidad de la sociedad de entenderlo y aceptarlo.
Fuente: Fundación Telefónica