Ciencia y tecnología han logrado grandes avances en el desarrollo del machine learning implicado en la traducción automática. Sin embargo, hay un idioma que se resiste a la tecnología: la lengua de signos. Las personas con graves problemas de audición representan el 5% de la población mundial. La ciencia tiene el deber de preocuparse por las dificultades de comunicación de este grupo importante de la humanidad.
En los últimos años, ha habido muchos intentos de traducir el lenguaje de signos. Prototipos ingeniosos y diferentes tecnologías han buscado la mejor solución al problema. Entre estos, los wearables que leen los gestos y las cámaras 3D que rastrean los movimientos y convierten los signos en texto.
El objetivo es que en el futuro las personas con un déficit auditivo ya no tengan que sentirse indefensas cuando están en público. Y que tampoco tengan que recurrir a bolígrafo y libreta para transmitir su mensaje. Bastará con que saquensus teléfonos. Sin embargo, aún no existe una aplicación completa para todos los lenguajes de signos del planeta.
Existen muchas lenguas de signos
Heng Li, Jacky Chen y Mingfei Huang son tres estudiantes de la Universidad de Nueva York. El pasado mes de abril presentaron el prototipo de una aplicación capaz de traducir el lenguaje de signos en tiempo real. La herramienta utiliza la realidad aumentada y, para funcionar, solo necesita una conexión a internet. El prototipo fue desarrollado dentro del programa Connected Futures Prototyping and Talent Development, organizado por la universidad y la multinacional de telecomunicaciones Verizon.
Heng Li se inspiró en un amigo con dos padres con problemas de audición. «Su familia se mudó de Hong Kong a los EE.UU.. Me explicó que no hay una lengua de signos universal, por lo que tuvieron problemas para comunicarse», contó Li en la presentación del proyecto. De hecho, existen por lo menos ocho diversas familias de lenguajes de signos y muchas subvariantes. Las personas con problemas de oído procedentes de diferentes regiones no pueden comunicarse con un único código.
El hecho de que existan cientos de diferentes lenguajes de signos hace que su traducción siga siendo muy compleja. Tanto entre ellos como hacia las lenguas orales. El objetivo del trabajo de Li, Chen y Huang es, precisamente, crear un código unitario para todas las variantes. De momento, la app se limita a un caso de uso particular: una cita en un centro médico. La cantidad de frases que pueden ser detectadas y traducidas es circunscrita. Pero la idea es que, gracias al machine learning, el software pueda aprender mucho más.
poder hablar en grupo
Existen numerosas aplicaciones que ayudan a las personas con problemas de audición a mantenerse mejor en contacto con nuestra sociedad. Sin embargo, el estruendo de las conversaciones con muchos participantes suele ser una barrera insuperable. Es el problema al que intenta responder Ava, una app disponible para Android e iOS. El software permite a las personas con discapacidad auditiva participar en una conversación grupal.
Ava reproduce en forma escrita los intercambios verbales entre los diferentes interlocutores. Hasta 12 personas al mismo tiempo. Los participantes deben hablar por el micrófono del móvil después de activar la herramienta. Cada protagonista aparece en el chat con un color diferente, por lo que es más fácil de reconocer. La transición de la dimensión fónica a la escrita está vinculada a un sistema avanzado de reconocimiento de voz, capaz de completar la operación en menos de un segundo.
Se trata de una innovación sorprendente y muy valiosa. Especialmente si consideramos que una persona con déficit auditivo percibe solo el 25% de una conversación, cuando se basa exclusivamente en la lectura de los labios. Ava está disponible en alemán, francés, inglés, holandés, español e italiano.
En su web, los creadores aclaran su misión: «Cada mañana nos damos cuenta de cómo nuestro trabajo puede tener un impacto real sobre millones de vidas y ofrecer una contribución fundamental para la construcción de una sociedad mejor”.
Apps que ayudaN a las personas con problemas de audición
Otro ejemplo de aplicación útil para personas con pérdida auditiva es Pedius, disponible de forma gratuita para Android. Permite realizar llamadas a líneas fijas y móviles. Se debe teclear el número deseado y escribir un mensaje. Al iniciarse la llamada, el simulador lee el texto a la otra parte y, a su vez, traduce su respuesta de voz en texto. Algo muy parecido hace también Clear Captions, que permite obtener el texto de una llamada vocal en tiempo real directamente en la pantalla del teléfono, como si fueran subtítulos.
Un concepto similar, pero enfocado directamente al entretenimiento, es el de MovieReading. Se trata de una app que ofrece los subtítulos de una película en tiempo real dentro de la misma sala de cine. Por cada película, el coste es de 1,79 euros. Está disponible en cinco idiomas, aunque, por desgracia, aún no lo está en español.
SoundAmp R es, en cambio, una especie de audífono externo. Recoge los sonidos a través del micrófono móvil y los amplifica o modifica para que el usuario pueda escucharlos correctamente. Finalmente, Better hearing, para iOS, permite al móvil analizar el déficit de audición del usuario y propone ejercicios para mejorar la sensibilidad. Se considera una de las mejores aplicaciones en el mercado para este tipo de función.
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