Los gusanos del género Anisakis nos invaden. Son decenas de especies distintas. Están en uno de cada tres pescados que consumimos, y te pueden arruinar la vida. Contra esto último lucha desde 2015 Mónica Carrera, bióloga e investigadora del Instituto de Investigaciones Marinas IIM-CSIC de Vigo empeñada en dar con la vacuna que nos salve de la alergia al pescado.
La anisakiasis se ha convertido en un problema muy serio de salud pública. Se trata de una patología gastrointestinal que puede ser leve o grave causada por una parasitación activa de larvas del género Anisakis a través del consumo de pescado crudo o poco cocinado que también esté parasitado.
La Universidad de Aberdeen (Escocia) y el CSIC realizaron en marzo de 2017 un estudio, enmarcado en la tesis doctoral de Miguel Bao Domínguez, cuyos resultados ilustran la gravedad del asunto: solo por el consumo de boquerones frescos en vinagre –plato estrella en muchos chiringuitos veraniegos- se producen en España 8.000 casos de anisakiasis.
Más allá de este estudio, Mónica Carrera confirma otros datos escalofriantes ofrecidos en 2009 por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) y que son “prácticamente iguales a día de hoy”: las tasas de parasitación son del 62 por ciento en bacaladilla, del 67 por ciento en jurel, del 87 por ciento en caballa y de hasta el 95 por ciento en merluza.
La mayoría de los casos de infección por anisakis en humanos ocurren en Japón, Italia, Sudamérica, Estados Unidos y España. Es decir, allí donde se consume más pescado. “Los últimos datos ofrecidos por Aecosan dicen que entre un 1 y un 3 por ciento de la población española sufre algún tipo de intolerancia o alergia al pescado”, apunta Mónica Carrera.
– ¿Qué factores han podido influir en una mayor presencia de larvas de anisakis en el pescado que consumimos?
Fundamentalmente factores ecológicos y oceánicos, de corrientes marinas, así como las malas prácticas de evisceración del pescado en alta mar.
– ¿Hay alguna manera de evitarlo?
En el caso de la evisceración a bordo de los barcos pesqueros, en 2019 entra en vigor la nueva legislación europea conocida comúnmente como ‘Descartes cero’, y que prohíbe tirar al mar cualquier descarte pesquero. Esto ayudará a reducir considerablemente el problema.
«Sería aconsejable un mejor etiquetado de los productos»
– Se han hecho virales algunos vídeos de grandes cadenas de supermercados en los que se ven gusanos moviéndose en un trozo de merluza. ¿Tan cruda es la realidad? ¿Qué se debería hacer?
Tanto la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) como Aecosan en España dicen que para tomar pescado con total seguridad y evitar problemas de anisakidosis debemos congelarlo antes a –20ºC durante como mínimo 24 horas, o si no cocinarlo bien a más de 60ºC. Quizá sería aconsejable un mejor etiquetado indicando todas estas recomendaciones en los productos alimenticios.
– Visto el peligro de los boquerones frescos en vinagre, ¿habría que tomar las mismas medidas preventivas si la anchoa se hace en salazón?
Sí, exactamente las mismas. Siempre tenemos que congelar bien el pescado antes de consumirlo. En estos casos en donde el pescado se consume sin cocinar se recomienda que se congele a –20ºC durante cinco días.
– ¿También entraña riesgos el pescado de acuicultura?
En principio, la incidencia es mucho menor.
«en dos horas podemos detectar anisakidos»
– En 2015, la Fundación Areces le asignó un proyecto de investigación para dar con una posible vacuna. En el IIM- CSIC ya habían identificado y secuenciado previamente 42 nuevos alérgenos del pescado. ¿Qué tipo de nuevas tecnologías aplican en su investigación sobre la futura vacuna?
En nuestro laboratorio del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM-CSIC) de Vigo hemos desarrollado el método más rápido descrito hasta el momento para la detección de anisákidos en productos alimenticios. Se basa en la monitorización por espectrometría de masas de una serie de proteínas biomarcadoras. Así, en simplemente dos horas podemos detectar la presencia o no de anisákidos en cualquier alimento, fresco, congelado, procesado, o precocinado. Este método ha sido premiado por la Real Academia Gallega de Ciencias.
– La clave de la alergia parece estar en las proteínas presentes en el pescado. ¿Ese es el punto de partida de la investigación sobre la vacuna?
Sí. Las proteínas de pescado, concretamente las parvalbúminas, son las proteínas clave y responsables de la alergia al pescado. Son unas proteínas muy especiales ya que son muy resistentes al calor y a las enzimas gastrointestinales.
Además de estas proteínas, hemos estudiado y monitorizado proteínas alergénicas de los anisákidos, como la Ani s 9. Estas proteínas también son muy termoestables, y sus características de resistencia hacen que estas proteínas sean alergénicas en pacientes sensibilizados.
«YA ESTAMOS HACIENDO ESTUDIOS EN ANIMALES»
– ¿En qué fase se halla ahora mismo la investigación sobre una posible vacuna contra la alergia provocada por el pescado?
En estos momentos tenemos seleccionadas una serie de secuencias candidatas para el desarrollo de la vacuna. Ahora hemos empezado a realizar estudios en animales de laboratorio para validar dichos candidatos junto con el grupo de Inmunología de la profesora África González del Cinbio de Vigo. De momento no hay resultados definitivos, pero cada vez estamos más cerca de lograr la vacuna contra la alergia al pescado y a los Anisakis.
– Aparte de investigar en la vacuna, ¿qué novedades hay en el tratamiento de personas afectadas por el parásito?
Se está trabajando mucho en la búsqueda de nuevos fármacos antihelmínticos frente a la anisakiasis con el fin de evitar la intervención quirúrgica.
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Imágenes: CSIC