Parafraseando la conocida frase de Jarabe de Palo: «Depende, ¿de qué depende? De según como se mire, todo depende…» abrimos el abismo de reflexión sobre la existencia de una verdad absoluta sobre la percepción del mundo. Y llegamos a la conclusión de que no todo lo que observamos tiene que ver con el reflejo exacto de la realidad, sino con la perspectiva desde la que observamos. Koukichi Sugihara, investigador del Instituto Meiji para el Estudio de las Ciencias Matemáticas de Kawasaki, es uno de los magos que utiliza las matemáticas para crear arte visual, magia basada en la física para burlar nuestros sentidos y demostrar que nuestra percepción de la realidad puede ser errónea, a través de objetos imposibles.
Nuestro cerebro asimila, analiza e interpreta la información recibida y la transforma, convirtiéndola en útil y asequible para nuestro entendimiento. Por ello, las ilusiones ópticas no son engaños como solemos pensar, sino una forma de protegernos ante lo desconocido, de dar equilibro al desorden palpable entre la frontera de lo consciente y lo inconsciente, entre la realidad y la imaginación.
Entre la gran cantidad de ilusiones ópticas conocidas, las de este japonés son de las más interesantes. Este matemático ha ganado dos veces el Best illusion of the Year en 2010 y 2013 quedando finalista también en 2015 y 2016, con creaciones de objetos físicos alucinantes que se comportan de diferentes formas según el ángulo de visión. Así consigue que unas bolas se muevan desafiando las leyes de la gravedad o que el reflejo de un objeto en un espejo sea diferente de como lo ven nuestros ojos. A diferencia de las ilusiones ópticas tradicionales, que provocan un cortocircuito en el sistema de procesamiento visual de nuestro cerebro, los objetos de Sugihara no implican trucos visuales que no sean sobre su perspectiva. La mágica obra de este ingeniero matemático se puede dividir en cuatro etápas de creación.
Objetos anómalos
Hay una clase de imágenes conocida como imágenes de objetos imposibles que solo se pueden representar dibujándolos. Sin embargo, Sugihara descubrió que algunos de estos objetos imposibles podían ser construidos en tres dimensiones. A pesar de tenerlos delante de nosotros, nos dan la impresión de que son realmente imposibles.
Perspectiva y Movimientos imposibles
Los objetos tienen un aspecto normal pero se les puede añadir movimientos aparentemente imposibles. Entre estas ilusiones destacan las pendientes antigravedad, en las que unas bolas ruedan hacia arriba, desafiando la gravedad. La explicación radica, una vez más, en la perspectiva: las laderas en realidad forman un valle, pero la estructura curiosamente construida parece todo lo contrario, un pico.
Otro de los movimientos imposibles son las ventanas distorsionadas a través de las cuales una varilla totalmente recta y sólida pasa a través de ellas de una manera incoherente desafiando el sentido de la vista.
Lo interesante de estas creaciones es que, aunque el espectador cambie de punto de vista para comprender la verdadera forma del objeto y a continuación vuelva a colocarse en su posición inicial, el objeto volverá a presentar la misma ilusión óptica. Y así, repetidamente.
Objetos ambiguos
Como en las películas de terror donde el juego de los espejos es la forma más sutil de poner nervioso al espectador, Sugihara ha impreso una serie de objetos 3D que, por su estructura y colocados en frente de un espejo, distorsionan la realidad, haciendo parecer al objeto cuadrado como redondo.
¿Cómo es esto posible? La forma se ve afectada por el ángulo de visión. Visto desde arriba, el objeto parece un híbrido entre un cuadrado y un círculo, o un cuadrado con esquinas muy redondeadas. La mayor parte de la ilusión proviene de los bordes: dos arcos hacia arriba y dos hacia abajo, lo que obliga al cerebro a «completar» la forma de un cuadrado y un círculo alternativamente cuando se gira el objeto. Es importante mencionar que el espejo debe estar ligeramente inclinado hacia abajo. Si el espejo estuviera completamente vertical no se podría apreciar la ilusión óptica.
Objetos parcialmente invisibles
De nuevo nos encontramos con objetos que una vez reflejados en un espejo no son lo que parecen, aumentando un grado de complejidad: parte de los mismos aparecen o desaparecen al girarlos frente al espejo.
Koukichi Sugihara explicó a la BBC: «Cuando veo los objetos en 3D directamente, si creo en mis ojos, porque la visión binocular o estereovisión en la mayoría de los casos sí nos da una idea correcta de la profundidad. Pero cuando veo fotografías y videos, siento que debería tener cuidado porque una cámara tiene solo una lente central, así que es el equivalente a ver objetos con un solo ojo». En definitiva es el maestro de las ilusiones visuales, de las matemáticas y de la geometría.