Si os habéis fijado alguna vez, en algunas zonas urbanas habréis visto unos aparatitos adheridos al mobiliario urbano, en farolas o fachadas, por ejemplo, y tal vez os hayáis preguntado para qué sirven esas “cajitas”. Pues bien, se trata de una solución que mejora la experiencia del cliente móvil en las ciudades, concretamente en núcleos con un alto tránsito de personas.
Son las llamadas small cells, pequeños puntos acceso móvil, tanto en tamaño como en potencia emitida, que se utilizan para conectar los terminales de los usuarios a una red de acceso móvil, que habitualmente se conecta con el resto de la red del operador a través de una conexión de banda ancha fija, típicamente cable o fibra óptica (FTTN, fiber to the node, fibra hasta el nodo).
Para dar cobertura móvil en una zona concreta, los operadores dividen el área a cubrir en subáreas, que se denominan celdas, que forman la topología de la red de forma jerárquica . El tamaño de estas celdas dependerá principalmente de la densidad de población de la zona. En áreas de baja densidad de población las celdas serán más grandes, mientras que en zonas densamente pobladas estas celdas serán más pequeñas.
macroceldas con cobertura de hasta 20 kilómetros
Así los operadores hablan de macroceldas, que pueden dar cobertura hasta distancias de 20km, small cells con rangos típicos de cobertura de pocas centenas de metros, llegando hasta picoceldas y femtoceldas que cubren rangos de distancias de metros (oficinas, hogares).
Por otra parte, los recursos de cada celda (potencia de señal, ancho de banda, tiempo de transmisión) se comparte entre los usuarios bajo la cobertura de una misma celda. Por tanto, cuantas más celdas se desplieguen en una misma zona, menos usuarios por celda habrá, y cada uno de ellos podrá disfrutar durante más tiempo de un mayor número de recursos.
small cells vs FETMOCELDAS
La evolución natural en entornos de alto tráfico, es una mayor densificación de la red, es decir un número de celdas mayor, de modo que cada una de ellas tenga que ser compartida por el menor número de usuarios posibles. Llegando incluso a soluciones como las femtoceldas, dedicadas a proveer de cobertura móvil una vivienda individual.
Esta solución, muy popular en otros países para mejorar la cobertura móvil en el interior de los hogares, ha tenido escasa acogida en España, pues además de su elevado coste, su despliegue depende de la existencia de una conexión de banda ancha que sirva de nexo con la red del operador y de la estabilidad de dicha conexión.
Y suele ser habitual que las viviendas que adolecen de cobertura móvil tampoco cuenten con un despliegue de fibra. La poca penetración de esta solución en nuestro país se concentra en su contratación por parte de algunas empresas, que tienen que afrontar el inconveniente de que la cobertura que ofrecen puede ser puede ser irregular en algunas zonas del edificio, al ser las paredes un elemento que disminuye la potencia de la señal.
una señal más nítida
Las small cells también densifican la red móvil más allá de la granularidad a la que llegan las picoceldas pero, a diferencia de las femtoceldas, en este caso lo que persiguen no es dotar de cobertura a zonas carentes de ella, sino aumentar los recursos de los que puede disfrutar el cliente con el fin de mejorar su experiencia de navegación, por lo que habitualmente se despliegan en entornos urbanos con un tránsito de usuarios elevado, como los grandes ejes de las principales ciudades.
Estas pequeñas antenas transmiten a una potencia menor que aquellas otras que los operadores despliegan habitualmente en azoteas y montan en torres. Pero al estar más próximas a los usuarios -pues una de sus características es que se despliegan en mobiliario urbano (farolas, dentro de marquesinas de autobuses o publicitarias, por ejemplo) o en las fachadas de edificios-, mejoran sustancialmente la experiencia de todo el que transite bajo su zona de cobertura.
mayor velocidad de descarga
La small cells enviará a los terminales móviles cercanos una señal que estos percibirán más “nítidamente” (con menos interferencias) que la procedente de otras antenas más grandes que emiten con mayor potencia, pero que se encuentran mucho más alejadas de su ubicación. Por tanto, los terminales se conectarán con la antena de las que les llega la señal más clara (con menos ruido), la small cell, experimentando así el usuario una mayor velocidad de descarga.
Además, al estar los usuarios más cerca de las antenas, los terminales pueden transmitir con una potencia menor, luego se reduce el ruido total que llega a la antena. Si el ruido que experimenta la antena es muy alto, los terminales para “hacerse oír” transmiten a más potencia, lo cual acaba contribuyendo a incrementar el ruido total que percibe la antena y ésta tendrá que discriminar (de entre todo lo que le llega) la información de cada usuario particular. Sin todo este ruido, acaba mejorando mucho la velocidad de subida (el tiempo que tardo en subir una foto, por ejemplo).
Después de esta lectura, como usuarios móviles podemos preguntarnos: “¿y cuando mi móvil se conecta a una macro, estoy poniendo en riesgo mi salud pues ésta emite a una alta potencia?”. La respuesta es no, no hay riesgo para nuestra salud. Podemos estar tranquilos, pues existen organismos oficiales que velan porque en ningún caso las antenas radien a una potencia superior a aquella marcada por los estándares europeos.
dificultades para su instalación
Sin embargo, el despliegue de small cells no está exento de dificultades para el operador. En primer lugar, comparten con las femtoceldas la dificultad de que la conexión con la red del operador está totalmente supeditada a la posibilidad de un despliegue de fibra/cable a un coste razonable y en una zona adecuada, donde la small cell no vaya encontrar obstáculos para la emisión de su señal, como edificios. Por tanto, al igual que ocurría con aquellas, su despliegue tiene un coste elevado, que en este caso el operador no tendrá la opción de trasladar al precio de venta del servicio, pues las small cells mejoran la experiencia de navegación de manera totalmente transparente para sus usuarios, que no saben, ni les interesa, la celda en la que se conectan a la red de su operador.
Por si fuera poco, las smalls cells cuentan con una dificultad añadida, la ausencia de un marco legal común para su instalación, es decir una normativa municipal homogénea a nivel nacional. Esta situación hace imprescindible para el operador negociaciones individualizadas por municipio, con toda la complejidad que esto supone. Hay ayuntamientos que permiten su instalación en farolas, otros sólo la permiten en marquesinas y algunos no permiten ningún tipo de despliegue. Y la gestión de los emplazamientos incrementa todavía más su dificultad cuando el operador aspira a realizar despliegues en fachadas de particulares.
Aunque las small cells cuentan con la ventaja de poder mimetizarse con su entorno (se pueden pintar del color de las fachadas, se pueden ocultar tras paneles de publicidad o pueden ubicarse dentro de las marquesinas siendo totalmente invisibles a ojos de los transeúntes), reduciendo su impacto visual, no siempre los ayuntamientos y particulares están convencidos de las ventajas de su instalación o exigen unos “peajes” que los operadores no están siempre dispuestos a asumir.
Por todo esto, el coste de desplegar una small cell, contrariamente a lo que se podría intuir, no es mucho menor que el de desplegar una macro con su antena mucho más grande y potente. No obstante poder disfrutar de la capacidad que ofrecen las small cells es muy ventajoso para sus usuarios.
la feria de málaga
A pesar del coste y de las dificultades, habida cuentas de los beneficios para sus clientes, Orange apuesta por esta solución de antenas con tamaño similar al de un iPad, de sencilla instalación y baja potencia de emisión (de unos 2x5W) para mejorar la experiencia de navegación de sus clientes en las principales arterias de nuestras ciudades. Ha estrenado esta solución en Málaga, con las primeras estaciones desplegadas con esta tecnología y acaba de pasar satisfactoriamente la prueba de fuego, durante la reciente celebración de la Feria. Las small cells, junto a las estaciones móviles y fijas en casetas desplegadas para la ocasión, han soportado estoicamente el incrementado de tráfico debido a la gran afluencia de público y que provocado que el tráfico de datos haya sobrepasado los valores registrados el año anterior en más de un 50%. Las small cells de Orange registran unos excelentes indicadores de calidad: 100% de accesibilidad en llamadas y en datos, y velocidades de descarga que no han bajado de los 12 Mbps.