Scoobic es una propuesta diferente. Un vehículo eléctrico pensado para empresas que realizan repartos en zonas urbanas. Estas han aumentado con la democratización de las compras online. Su tamaño y diseño le permite moverse fácilmente. Pero, además, incorpora otras características para cuidar de la ciudad y sus habitantes: un sistema que limpia el aire de CO2 y un desfibrilador para situaciones de emergencia.
La idea de negocio surgió de una necesidad para la que, hasta el momento, no había una solución óptima. Un vehículo de reparto adecuado para lo que se conoce como last mile (última milla, o logística urbana). Algo que echaba en falta uno de los cofundadores del supermercado online Lola Market, Álvaro Gómez.
“Ellos tenían un gran problema en los repartos. La cesta de la compra no cabe en una motocicleta y le sobra espacio en una furgoneta. Además, estas son más difíciles de manejar y aparcar, sin molestar o recaudar multas de tráfico. Este fue el origen de Scoobic”. Así lo relata José María Gómez, su CEO y cofundador, a Nobbot. Y, además, padre de Álvaro.
Repartos de mercancía más llevaderos (y ecológicos)
Gómez (padre), junto al resto de sus socios –José Enrique Díaz y Pablo Marfin–, se propusieron el reto de diseñar un vehículo que ayudara a resolver los problemas de movilidad y reparto de las ciudades. “Somos pilotos de coches o motos y venimos de trabajar en el mundo del motor los últimos 25 años”. Así que se pusieron a ello y en junio de este año presentaron su propuesta.
A medio camino entre una moto y una furgoneta, Scoobic es 100% eléctrico. Sus creadores aseguran que tiene una capacidad de carga de 750 litros. Suficiente para las mercancías que los repartidores suelen entregar en centros urbanos. Además, y pensando en ellos, este vehículo tiene un doble uso: también se transforma en carretilla. Una característica que facilita el acceso a zonas peatonales.
Su diseño evita que se incline en las curvas y está capacitado para una conducción autónoma. Algo que es posible gracias a que integra el sistema ADAS (Advanced Driver Assistance Systems). Cuenta con una batería que ofrece una autonomía de ocho horas. Y en el caso de que se agote, bastarán cinco minutos para reponerla.
“Ofrecemos una solución al problema del incremento del tráfico en núcleos urbanos por el crecimiento del comercio online. Y, al mismo tiempo, dignificamos la profesión de los repartidores, quienes sufren a diario numerosas dificultades para desarrollar su labor”, afirmaba José María Gómez durante el lanzamiento de Scoobic.
Cuidando de la ciudad y de sus habitantes
Pero su idea era dar un paso más. Cumpliendo con su filosofía «000 emisiones» –cero humos, cero atascos y cero ruido– decidieron incorporar un filtro capaz de purificar el aire de las ciudades. Para ello los vehículos están equipados con un sistema de aspiración de partículas en suspensión.
Se trata de “un electrofiltro de iones por el que, cuando se circula, pasa el aire. Se desprenden las partículas de carbono y se depositan en un recipiente. De este modo, el aire que sale después está limpio”, describe Gómez. “Uno de estos sistemas es capaz de limpiar partículas de más de 20.000 metros cúbicos en unas ocho horas de reparto”.
El departamento de I+D+i ya está trabajando para complementarlo con un sistema de sensores y mapeo. Este permitirá saber cuáles son las zonas y calles más limpias y por cuáles habría que pasar más veces para purificarlas.
Es evidente que Scoobic no es un vehículo al uso. “Nace con la idea de mejorar la calidad de nuestras ciudades y, por consiguiente, la de los ciudadanos que las habitan. Así, cada unidad llevará incorporado un desfibrilador para que el repartidor, a través de una app, sea avisado de cuándo una persona sufre un ataque cardíaco cerca de su ruta”.
Primeras unidades en 2019
Todas estas características le valieron a este proyecto el reconocimiento del Reto Lehnica. Un concurso convocado por Correos que premia a las ideas más innovadoras. En este caso con una ayuda económica de 30.000 € para seguir desarrollándolo.
Está previsto que las primeras unidades Scoobic se entreguen a principios de 2019. Una de las empresas que se han interesado por ellos, además de Correos, es Carrefour. Con esta cadena de hipermercados realizaran una prueba piloto en diciembre de este año con algunas de las 50 unidades que ya están en producción. Las piezas se fabrican en China, pero los vehículos se ensamblan en España. Concretamente en Dos Hermanas (Sevilla).
“Pretendemos ser una industria local con vocación global. Utilizando talento español y europeo, queremos desarrollar y llevar al mercado los vehículos del futuro para el sector last mile poniendo el foco en las personas, ciudadanos y repartidores”, asevera Gómez.
En su plan de negocio aspiran a superar los 1.000 millones de facturación en 2022. Su futuro pasa por seguir diseñando vehículos para la logística urbana. Y ya están en ello. Su segundo proyecto se llama Mouse. Es un microcamión tráiler articulado de solo un metro de ancho y con capacidad para transportar 12 europalets en el centro de las ciudades, bajo las mismas premisas que Scoobic.
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Imágenes | Scoobic