Desde un punto de vista metafórico, internet es la conexión de millones de cerebros que generan una inteligencia colectiva, en el peor de los casos una estupidez multitudinaria. Pues bien, investigadores de la Universidad de Washigton, que llevan años trabajando en una interfaz para transmitir pensamientos, han creado una especie de “red social” de cerebros. Se llama BrainNet y, en ella, los órganos conectados colaboran para resolver una tarea específica, en este caso un juego parecido al Tetris. Esto puede ser el comienzo de un camino hacia la conexión cerebral a través de la red y, visto lo visto, no sabemos si alegrarnos.
cerebros conectados
A partir de un sistema de cerebros conectados, BrainNet, utiliza dispositivos y teorías de neurociencia para trasmitir señales limitadas de un cerebro a otro. En concreto, utiliza electroencefalografía o EEG para registrar señales cerebrales y estimulación magnética transcraneal o TMS para enviar las señales interpretadas a otro cerebro.
La tecnología que utiliza esta “red cerebral” es relativamente sencilla. Los EEG miden la actividad eléctrica del cerebro, de la misma forma que los electrodos colocados en nuestros músculos o corazón, transmiten las señales eléctricas a diferentes aparatos de registro, que ayudan en el diagnóstico de enfermedades.
Por su parte, la estimulación magnética transcraneal permite la manipulación de la actividad cerebral, al inducir cierta frecuencia eléctrica a una parte concreta del cerebro. Por ejemplo, al realizar una descarga magnética en la corteza occipital, provocamos la sensación de observar un destello de luz. Un ejemplo de esta sensación son los patrones luminosos que veríamos al frotarnos los párpados con bastante presión.
brainnet para resolver el tetris
La fusión de esta tecnología permite enviar y recibir señales entre cerebros, pero nadie había creado una red que permitiera una comunicación grupal entre más de dos personas. Hasta ahora. Con el experimento de BrainNet o “red de cerebros” han conseguido conectar el cerebro de tres personas, dos remitentes y un receptor, situados en salas separadas y sin ningún tipo de comunicación. El grupo debe colaborar para resolver un juego similar al Tetris, decidiendo la posición horizontal y vertical de un bloque que encaja en la fila inferior de la pantalla. Los dos jugadores remitentes pueden observar la pantalla completa del juego y decidir qué posición es la correcta. Una vez que hayan decidido la posición adecuada, transmitirán la decisión al receptor.
El receptor, conectado al cerebro de los remitentes por tecnologías de EEG y TMS, tiene una misión diferente. Este solo puede ver la parte superior de la pantalla y la disposición del bloque, pero no podrá ver la fila inferior ni el hueco en el que el bloque encaja a la perfección. Los remitentes ayudarán al receptor a decidir si rotar o no rotar el bloque, a partir de la transmisión por estimulación magnética de lo que han observado y registrado en señales eléctricas.
Además, durante el juego, los investigadores pueden generar otro tipo de interacción, cambiando deliberadamente la información de los remitentes para inducir al error. De esta forma, observan si el receptor cree que los remitentes están confundidos y si este decide ignorar sus consejos. A través de la introducción de este elemento de error, los investigadores analizan la capacidad de los humanos de distinguir entre información correcta y falsa.
mejor conocimiento del cerebro
Según el equipo de investigación, este experimento puede contribuir a un mejor conocimiento del funcionamiento del cerebro y despeja el camino para estudiar redes más complejas. Los expertos afirman que BrainNet podría usar Internet para transmitir señales cerebrales, incluso podría ser la base de una red social del futuro basada en la nube. Sin embargo, por ahora, el sistema es muy lento y no es completamente confiable, y la investigación aún no ha sido revisada por la comunidad neurocientífica.