Las olas del Mediterráneo golpean contra el rompeolas de las Españas

Joaquín Sorolla, Al Agua (1908)

«Madrid, Madrid, ¡qué bien tu nombre suena / rompeolas de todas las Españas!». Así se refería a la ciudad el poeta Antonio Machado en una época dolorosa para la capital y para el país. Pasado el tiempo, estos versos evocan el madrileño anhelo de mar que será satisfecho durante los próximos meses gracias a la muestra Redescubriendo el Mediterráneo. Esta exposición incluye obras de Claude Monet, Vincent Van Gogh, Paul Cézanne, Pablo Picasso, Auguste Renoir, Pierre Bonnard, Joaquín Sorolla, Joaquim Sunyer, Julio González o Giorgio de Chirico entre otros, y que abre sus puertas en la Sala Fundación MAPFRE Recoletos de Madrid, del 10 de octubre al 13 de enero de 2019. El Mediterráneo como tema, pero también como referencia al pasado, es la propuesta de la exposición.

La exposición Redescubriendo el Mediterráneo forma parte del proyecto internacional Picasso-Mediterráneo, una iniciativa del Musée national Picasso-Paris. Este programa de exposiciones, actividades e intercambios científicos se desarrolla entre 2017 y 2019 y en él participan más de setenta instituciones internacionales: www.picasso-mediterranee.org.

La muestra pretende hacer un recorrido a través de pinturas y esculturas de aquellos artistas que, durante el cambio de siglo, encontraron un momento feliz en el modo de hacer arte y de representarlo. El Mediterráneo como reconciliación con el pasado pero también como lugar de libertad artística se convertirá en una de las grandes referencias para la creación y evolución de un arte moderno.

el mediterráneo como idea

Este periodo trajo a toda Europa un redescubrimiento del mar, y en concreto del Mediterráneo, que no se había dado hasta el momento; y no fue solo en el ámbito estético. Se pusieron de moda los baños de sol, beneficiosos para la salud tanto del cuerpo como del alma, y los herederos del impresionismo buscaron la luz y el color vibrante de las olas.

El Mediterráneo como paisaje, como espacio geográfico, pero también como cultura, como idea. Con todos sus matices, el Mediterráneo se convirtió en motor de renovación del arte para pintores como Monet, Renoir, Cézanne, Seurat, Derain, Braque, Bonnard, Matisse, Joaquín Sorolla, Ignacio Pinazo, Joaquim Mir, Joaquim Sunyer, Picasso, Giorgio de Chirico o Carlo Carrà, por citar sólo algunos nombres.

Théo van Rysselberghe
La punta Saint-Pierre en Saint-Tropez, 1896
Musée National d’Histoire et d’Art Luxembourg. Colección Émile Mayrisch. Cruz Roja Luxemburguesa
© Musée National d’Histoire et d’Art Luxembourg | Tom Lucas

Cuatro Claves

España: Valencia, Cataluña y Palma de Mallorca son algunos de los lugares en los que por su ubicación geográfica la pintura moderna española encontró, desde mediados del siglo XIX, uno de sus referentes. Comenzaron a valorarse la naturaleza y las actividades playeras junto al turismo y el veraneo. Ignacio PinazoJoaquín Sorolla fueron algunos de los artistas que, durante estos años, dirigieron su mirada al Mediterráneo.

Francia: El sur de Francia se convirtió a partir de 1880 en uno de los destinos preferidos por los pintores que buscaban nuevos horizontes. El Midi [el mediodía o sur francés] se convirtió en una especie de taller a cielo abierto para varias generaciones de pintores que huyen de los embates del mundo urbano. La identificación fue tal que cuando hoy en día hablamos de “los talleres del Midi” nos cuesta disociar a los artistas de los lugares en los que residieron: Aix-en Provence con Cézanne, Arles con Van Gogh, Niza con Matisse, Cannet con Bonnard o Cagnes-sur-Mer con Renoir.

Italia: Las obras de los artistas italianos parecen inherentes a la cultura mediterránea. Más allá del tema o la escena que representan, prevalece la idea que cada uno de estos artistas traslada a sus pinturas, como si se tratara de recuperar un pasado mítico que, por derecho propio, les pertenece. Los artistas italianos que presentamos en esta exposición basarán sus ideas en la recuperación de lo antiguo, el mito y el clasicismo sin olvidar la reconciliación con la pintura moderna en la que ellos mismos se inscriben.

Matisse y Picasso: Tanto la obra de Matisse como la de Picasso parecen aglutinar aspectos de buena parte de los artistas presentes en la exposición. La placidez que transmiten las composiciones de Matisse, recogen aspectos de Bonnard, de algunos fauves e incluso de ciertos artistas valencianos y catalanes. Por otro lado, la ambivalencia de las obras de Picasso: narrativas algunas, clásicas y primitivas a un tiempo, muestran toda la agresividad y la melancolía del artista, de una vida.

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