En una era de fake news, posverdad y afán por conseguir likes, las teorías conspirativas están más de moda que nunca.
Las teorías de la conspiración son hipótesis no probadas que hablan de la intromisión de gobiernos y/o jerarquías de poder en el orden natural de los hechos con objetivos políticos, sociales, económicos… Pero lo más importante es que esas acciones se ocultan a la opinión pública. Todo para ‘controlar’ nuestras mentes y comportamientos sin que nos demos cuenta.
Para empezar, muchas teorías conspirativas surgen después de catástrofes que no somos capaces de entender. Con ellas, el ser humano busca una explicación racional para un mundo en el que la incertidumbre es el primer mandamiento de la angustia existencial. Al indagar en esas suposiciones tratamos de ordenar la realidad. Y no importa lo rocambolesca que sea la teoría. De hecho, mejor cuanto más rocambolesca.
Los foros de internet, en los que cualquiera puede publicar información sin contrastar, son el caldo de cultivo perfecto para expandirlas. ¿Repasamos algunas de las más populares?
Planeta imaginario
El universo y la Tierra ofrecen grandes misterios sin descifrar. Menos mal que las teorías conspirativas tienen respuesta para casi todo.
Los reptilianos
Los reptilianos serían seres de origen extraterrestre que viven entre nosotros, camuflados como humanos. Su objetivo es dominarnos, por lo que, en algún momento, cualquier político o empresario será acusado de pertenecer a este grupo.
En los 80, la serie ‘V’ usó esta teoría para desarrollar su trama. Aun antes, las leyendas sobre la Atlántida y los mundos perdidos hablaban de hombres serpiente. Existen muchas webs que presentan “’pruebas’ sobre su existencia. Además, a los reptilianos se les puede culpar de todo. Como, por ejemplo, de la caída de YouTube.
El hombre no llegó a la Luna
El 20 de julio de 1969 la humanidad hacía historia al pisar la superficie lunar. ¿O no? Que todo fue un montaje es una de las teorías conspirativas más extendidas. Entre los argumentos, que la tecnología espacial no estaba suficientemente desarrollada, que en las fotos no se ven estrellas, que la bandera no debería ondear porque no hay viento…
Re: Faked Moon Landings
— Vivian Kubrick (@ViKu1111) 5 de julio de 2016
Many people have asked me about this. And this feels like the right time to respond … pic.twitter.com/UVlNFofFW8
En 2016, Vivian Kubrick publicó una carta en la que desmentía que su padre, el director de cine Stanley Kubrick, hubiera participado en este supuesto montaje que se habría grabado en un estudio de cine. Aun así, es un debate que parece eterno e internet sigue lleno de artículos a favor y en contra de esta teoría.
La Tierra es plana
Los terraplanistas son individuos que afirman que nuestro planeta tiene forma de disco. El Polo Norte estaría en el centro y la Antártida sería su borde helado. Esta teoría gana adeptos en nuestros días aunque resulte difícil entender cómo una sociedad formada puede caer en tales ideas.
Los adeptos a esta hipótesis son un grupo muy activo con una web oficial en la que difunden sus ideas. Además, tienen muchos foros, como su propia wikipedia. Hace unos días fueron noticia al anunciar que van a fletar un barco que los lleve hasta esos confines de la Tierra.
El político que mece la cuna
No hay suceso político que se precie que no conlleve una buena teoría conspirativa. O más.
Las Torres Gemelas
Estas teorías conspirativas están tan extendidas que a lo que muchos les sorprendería es que no fueran ciertas. La hipótesis base es que el Gobierno de los Estados Unidos sabía que se iban a producir los ataques del 11-S y no hizo nada para detenerlo. Su interés era tener una excusa para atacar Afganistán. Es una teoría similar a la que provocó la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, el ataque a Pearl Harbor.
Una hipótesis mucho más oscura afirma que el propio Gobierno de Bush diseñó y organizó los atentados. En concreto, los defensores de estas teorías también afirman que en el Pentágono se estrelló un misil, no un avión; que las Torres Gemelas se habrían derrumbado por el uso de explosivos y que la Torre 7 del World Trade Centre habría sido el centro de operaciones (y, por ello, después la derruyeron).
Las redes sociales son fundamentales en la extensión de estas ideas. El algoritmo de Facebook ha llegado a colocar informaciones sobre las teorías del 11-S entre sus tendencias para provocar mayor atención mediática.
El asesinato de Kennedy
Lee Harvey Oswald es acusado del asesinato de Kennedy y el mundo respira tranquilo. Pero, cuando en 1964, la Comisión Warren afirma que no hay pruebas que determinen que Oswald estaba dentro en una conspiración, decenas de estudiosos del caso ponen en duda las versiones oficiales.
A día de hoy, se han generado tantas informaciones (falsas o no) al respecto que es muy complicado extraer conclusiones certeras. Si hacemos caso a las teorías conspirativas, en el asesinato de Kennedy podrían estar implicados la KGB, la CIA, el FBI, la mafia, el Gobierno de los Estados Unidos o incluso los masones. Es un tema tan mediático que, para una vez que parece que sí hay una conspiración detrás de un hecho, es improbable que lleguemos a saber la verdad.
Y llegó Trump
Ser presidente de los Estados Unidos conlleva un gran foco mediático. Si, además, eres tan histriónico como Donald Trump, el efecto se multiplica.
La influencia del Gobierno ruso en la victoria de Trump ya es, en sí, una jugosa teoría de la conspiración. Ahora, además, tenemos la creciente presencia de QAnon, un usuario anónimo que afirma pertenecer a la administración. QAnon dice tener pruebas de que son miembros del Partido Demócrata los que están detrás de esa teoría para desacreditar al actual presidente.
Si QAnon se ha ganado el corazón de los conspiranoicos es por cómo esparce su información, de forma velada y oculta en diferentes foros, haciendo de su captura un entretenido juego.
Trump es protagonista de otras audaces teorías. Algunos están convencidos de que Melania, su mujer, usa dobles para que la sustituyan en actos oficiales. En Twitter, el hashtag #FakeMelania recoge todas las supuestas suplantaciones.
No me encuentro muy bien
En su momento, os hablamos de las estelas de condensación y de cómo algunos piensan que causan enfermedades. La salud es otro de los temas favoritos de las teorías conspirativas.
Los antivacunas
Mientras que la mayoría pensamos que las vacunas son uno de los logros médicos más valiosos, una parte de la sociedad cree que son perjudiciales. Consideran que pueden causar autismo o que resultan inefectivas.
El problema de esta teoría es que, al dejar de vacunar a los niños, pueden resurgir enfermedades que se creían controladas. Es el caso del sarampión en Europa, cuyos casos se han triplicado en el último año.
El virus del sida
Según esta teoría conspirativa, el virus del sida habría sido creado por biólogos de la NASA en un laboratorio. El proyecto MK-NAOMI habría nacido en 1972 con el objetivo de crear un virus indestructible para controlar a la población. La idea era comenzar una guerra bacteriológica en una época en las que las guerras físicas habían perdido popularidad.
Coronavirus y 5G
Uno de los bulos más intensos de los últimos meses es el que relaciona la pandemia de la COVID-19 con el 5G. Sus defensores avisan de que el virus es en realidad «un exosoma influido por la contaminación electromagnética» o «una bacteria amplificada con radiación electromagnética 5G». Esto provocó el ataque y quema de 77 torres de telecomunicaciones por parte de seguidores de esta teoría en el Reino Unido.
Beber lejía mata al virus
Siguiendo con la pandemia, otra teoría que copó titulares fue la que afirmaba que inyectarse desinfectarse era eficaz para acabar con el coronavirus. Alentada por Donald Trump, fue inmediatamente desmentida por la comunidad científica, porque además de inútil, ingerir o inyectar cualquier producto de limpieza puede causar daños irreparables a nuestro cuerpo.
FAMOSOS Y PSEUDOTERAPIAS
Ay, estos actores y actrices que parecen poseer el síndrome de la eterna juventud, cada día están más lozanos. Sus ‘truquis’ para parar el reloj biológico son una serie de disparates sin ningún tipo de fundamento que ellas y ellos promocionan ajenos a sus nefastas consecuencias.
A finales de 2019, Madonna sorprendió a propios y extraños ingiriendo su propia orina para “rejuvenecer y adelgazar”. Un líquido que nuestro cuerpo desecha porque no tiene ningún tipo de aporte nutricional y puede incluso contener bacterias peligrosas si nos las bebemos.
Aunque la reina de someter a su cuerpo a todo tipo de disparates es Gwynneth Paltrow, hija adoptiva de Talavera de la Reina (Toledo). Desde Goop, la página web desde donde promociona todo tipo de tratamientos que ha puesto los pelos de punta a más de un científico, la actriz afirma que los enemas de café son eficaces para limpiar el colon o que las picaduras de abeja son eficaces contra las arrugas.
La estrella nacional de las terapias inventadas es Mariló Montero, antigua presentadora del programa de televisión ‘La Mañana’ de La 1. Según ella, «oler limón previene el cáncer» o «el alma se trasplanta con los órganos».
Otro que se lanzó de lleno a probar terapias alternativas es el futbolista del Atlético de Madrid Diego Costa. En 2014 se trató de una lesión con placenta de caballo y electroshocks que no solo no funcionó, sino que le provocó una recaída en el primer partido que jugó tras este ineficaz tratamiento.
Por sus teorías conspirativas lOs conoceréis
Después de los temas de salud, se nos ha quedado un poquito de mal rollo, así que vamos a terminar con algunas teorías más ligeras, relacionadas con celebrities.
En esta web, se recogen pruebas que afirman que Pepa Flores no fue la primera Marisol. Las dos primeras películas de la artista las habría grabado una niña llamada Remedios Olaya.
¿Habéis oído esa teoría que dice que Paul McCartney murió y fue sustituido? Pues en este site van más allá. Ellos afirman que ‘Los Beatles’ nunca existieron y que estaban formados por diferentes personas que se reunían para tocar.
Otra famosa que supuestamente habría muerto y habría sido reemplazada es Avril Lavigne. La propia cantante habló de este asunto en una entrevista, en la que explicó que no podía comprender cómo había crecido ese bulo.
En Nobbot| ¿Montaje o realidad? Cuando las imágenes virales son auténticos fakes (o no)
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