La fotografía gastronómica es una tendencia omnipresente en redes sociales. Tanto si eres un fotógrafo amateur como si te gustaría dedicarte profesionalmente a eso de retratar suculentos platos, aquí te dejamos una guía con trucos y consejos. Bon appétit! (visual).
La iluminación
Iluminar bien una imagen es lo más importante en cualquier tipo de fotografía.
- A la hora de fotografiar la comida, es recomendable usar una fuente de luz natural. Si vamos a un restaurante, mejor si nos sentamos junto a una ventana. La iluminación lateral o trasera es la más adecuada porque ayuda a crear texturas y sombras y dar relieve a la imagen.
- Es desaconsejable usar flash, pues afecta negativamente a las texturas y modifica los colores, que pierden naturalidad.
- Evitemos mezclar los tipos de luz. Si tenemos luz natural, no usemos también la luz del techo.
- Si escogemos una foto cenital, hemos de tener cuidado para no proyectar sombras que afeen la comida.
El enfoque
- Los expertos recomiendan hacer muchas tomas. Cambiar el ángulo, girar el plato para encontrar el mejor lado de la comida… Podemos disparar en ráfaga o cambiar la profundidad de campo. Es más sencillo que nos convenza una fotografía si tenemos muchas opciones.
- Si no sabemos elegir un buen enfoque, un truco es escoger el objeto que presenta mayor contraste. Ya que nuestra vista, de forma natural, se fija siempre en él. De igual forma, también podemos enfocar al alimento que tenga un tono más cálido.
- Existen tres ángulos principales para fotografiar la comida: cenital, a la altura de los ojos y el ángulo de 45º. Pese a que ninguno de estos ángulos es incorrecto, los profesionales aconsejan elegir el de 45º. Es el que tenemos cuando nos sentamos a comer, por lo que resulta más natural.
- Cada ángulo tiene ventajas, porque el cenital captura más objetos y el foco a la altura de los ojos permite jugar con los elementos de fondo y trabajar la profundidad de campo.
La composición
Hay dos líneas generales, quizá contradictorias. Escoged la que más vaya con vosotros o con el momento:
- Por un lado, hay una escuela minimalista que recomienda centrarse en la comida sin captar el contexto. Es decir, plato, mantel, cubiertos… Pueden restar atención del verdadero protagonista. E incluso, por ejemplo, en el caso de los cubiertos, producir brillos antiestéticos. Estos fotógrafos recomiendan usar fondos neutros o con tonos tierra. Un fondo de madera también aporta buenos resultados.
- Otros autores abogan porque nuestra fotografía cuente una historia, para que resulte mucho más cercana. No solo elementos de vajilla o decoración, sino incluso manos sujetando la comida o gesticulando dan más calidez. Aunque nos decidamos por esta tendencia, tratemos de cuidar ciertos detalles, como no mostrar platos manchados, servilletas arrugadas…
Podemos jugar con los contrastes de colores. Por ejemplo, unos tomates sobre un fondo verde, una crema de calabaza en un bol azul… Los colores contrarios serán nuestros aliados.
Algunos especialistas en fotografiar la comida, como Alison Lyons, también recomiendan usar platos pequeños, en los que la comida ocupe prácticamente todo el espacio.
Siempre hemos de preparar primero el escenario y, por último, incorporar la comida. Los alimentos son más fotogénicos si están acabados de cocinar. Así, el plato no perderá frescura.
Algunos trucos para fotografiar la comida
- Añadir un chorro de aceite hará que los alimentos parezcan más jugosos y brillantes.
- El zumo de limón sirve para que las frutas y verduras no se oxiden.
- Si trabajamos en exteriores y fotografiamos un bol de ensalada, podemos colocar debajo una fuente con hielo para que a los ingredientes no les afecte el calor.
- También se suele fotografiar la comida cuando aún está un poco cruda. Tendrá ya ese aspecto apetitoso, pero mantendrá la frescura y sus colores resultarán más vivos.
- Algunos profesionales ‘falsean’ los alimentos. Por ejemplo, si han de fotografiar un bol de sopa, primero colocan en el fondo unas canicas o puré de patatas. Y después vierten la sopa, para que los ingredientes estén más cerca de la superficie y se vean en imagen.
- Otro truco es usar puré de patata con colorante para simular que es helado. El helado es un alimento difícil de fotografiar pues, enseguida, pierde su textura original.
- Para que un bocadillo o una hamburguesa parezcan tan apetitosos como en publicidad, un truco es desplazar todos los ingredientes a un lateral del pan. Así, parece que rebosan y los ingredientes se ven mejor.
- Otros de los tips que se emplean para los bocadillos es colocar un papel entre el alimento y el plato. No solo da un toque más rústico, sino que el papel absorberá el líquido que pueda gotear manchando el plato y provocando brillos.
La bebida
Los líquidos merecen un tratamiento especial:
- Las bebidas oscuras no se ven bien en cámara. Un consejo para mejorar su imagen es diluirlas con un poco de agua.
- Es recomendable fotografiar las bebidas cuando se están vertiendo en el vaso. Da movimiento a la imagen.
- Las copas de vino pueden verse desproporcionadamente altas y poco estéticas. Los profesionales suelen usar copas de tallo corto.
- Una bebida fría es una imagen muy apetecible. Pero nunca debemos usar un vaso helado o con cubitos. El hielo se deshará, romperá el efecto y nos obligará a trabajar más rápido de lo que queríamos. Un truco publicitario es pulverizar agua sobre el vaso. Se consigue ese efecto húmedo y fresco.
- Por último, un consejo sobre los filtros de Instagram y Photoshop. Las herramientas digitales son muy útiles para embellecer una foto, pero hemos de cuidar que los colores sigan pareciendo naturales, por lo que controlemos el nivel de saturación.
Sigue a los profesionales
Para aprender, nada mejor que observar el trabajo de los profesionales. ¿Queréis algunos nombres?
- Francesco Tonelli. Ha trabajado en el mundo de la publicidad, para hoteles y restaurantes. En la actualidad, es profesor de artes culinarias en The Culinary Institute of America.
- Lou Manna. Comenzó su carrera como fotógrafo del ‘New York Times’, pero después se ha enfocado en el campo de la comida, con trabajos en campañas publicitarias.
- Francesc Guillamet. Es un referente para la cocina española. Ha fotografiado los platos de Ferran Adrià, Paco Torreblanca o Carme Ruscalleda.
- Beth Galton. Es una innovadora a la hora de fotografiar la comida. Muy popular por su serie ‘Comida cortada’ o por el uso de la iluminación en imágenes en movimiento.
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