En los últimos tiempos, el tema de la movilidad urbana ha dado el salto a las primeras páginas de los medios y ha entrado también en la agenda de los políticos. En grandes ciudades de todo el mundo como Madrid y Barcelona hay una cuestión de salud pública que resolver. Como llevan años advirtiendo las autoridades europeas y especialistas sanitarios, los actuales volúmenes de tráfico en las metrópolis son incompatibles con la salud de sus habitantes. Según la Escuela Nacional de Sanidad, la contaminación atmosférica ha provocado la muerte prematura en España a 93.000 personas en la última década. Se impone pues una nueva movilidad urbana.
Es un problema mayúsculo al que ciudades como Madrid están respondiendo con una fuerte restricción del tráfico en su casco urbano. Pero además de limitar la circulación por determinadas vías o de restringir la entrada a las ciudades de los vehículos más contaminantes, otra de las soluciones para rebajar la contaminación podría ser reducir el tiempo que los coches están buscando aparcamiento.
Efectivamente, la búsqueda de aparcamiento es uno de los principales problemas que afectan a la movilidad de las ciudades, y no solo por la falta de plazas libres, sino porque hasta el 30% del tráfico registrado proviene de vehículos que están buscando estacionamiento, según datos de la firma Easy Park, que ofrece servicios para ayudar a los conductores a dejar su vehículo una vez han llegado a su destino. También se calcula que los conductores europeos pasan una media de 2.500 horas de su vida buscando dónde aparcar, lo que contribuye a la emisión de hasta 50 millones de toneladas de polución en el continente y agudiza el problema de la contaminación.
El caso de los taxistas
La huelga de taxistas que tuvo lugar en enero en Madrid dio pistas de dónde pueden estar las soluciones en el intrincado asunto del tráfico en las ciudades. Durante los días que duró la huelga, los conductores de la capital disfrutaron del momentáneo placer de circular sin retenciones incluso en las horas punta de la mañana o de la tarde, ya de vuelta a casa.
Las licencias de taxis rondan las 16.000 en la capital de España, un número ridículo en una ciudad por la que cada día circulan más de dos millones de coches. ¿Por qué entonces se notó tanto el parón de los taxistas? Pues la explicación está en que los taxistas, al contrario que un conductor habitual, están todo el día dando vueltas, lo que multiplica su presencia.
Según un estudio del Ayuntamiento de Madrid, cada taxi hace unos 200 kilómetros diarios en trayectos, y de esos trayectos algo más de la mitad van vacíos, sin pasajeros. Es una situación que muchos califican de insostenible. En este caso, los taxis son como los coches que están buscando aparcamiento y las soluciones que se proponen para evitar que circulen sin pasajeros son la instalación de más paradas, con lo cual pueden pasar más tiempo sin circular, y una mejora de la contratación de sus servicios vía online, en la línea de plataformas como Uber o Cabify.
Apps para aparcar en la calle
Volviendo al asunto del aparcamiento de coches particulares, la solución para rebajar los tiempos de búsqueda de estacionamiento también puede ser tecnológica. Las aplicaciones existentes para aparcar se suelen centrar en la gestión de pagos en zonas reguladas y en parkings municipales y privados. Es el caso de El Parking, que está asociada a más de 700 parkings en toda España, TelPark, que también permite aparcar en aeropuertos o estaciones de tren, o e-Park, que permite pagar en parquímetros de Madrid con cargo a la factura telefónica.
Pero hay algunas que, además, ayudan a encontrar en el menor tiempo posible el ansiado estacionamiento en la misma calle y reducen así la contaminación. Un ejemplo es la app EasyPark, que ofrece a los usuarios una ruta hasta su destino por las calles con mayor probabilidad de plazas libres. Además, EasyPark, como otras apps, permite a los usuarios administrar y pagar su aparcamiento de manera remota, así como encontrar parkings públicos.
Los promotores de EasyPark, que funciona también en otros 13 países de Europa y 850 ciudades, defienden que pueden brindar a las ayuntamientos una gran cantidad de información que resulta muy valiosa para mejorar su movilidad por problemas de congestión o falta de aparcamiento. EasyPark comenzó a operar en Madrid a finales de noviembre del año pasado y ya está disponible para otras ciudades españolas.
Parkopedia es otra app que permite, mediante la colaboración de los propios usuarios, detectar las plazas libres en la calle. Y como el resto de aplicaciones, también ofrece a sus usuarios datos de ubicación de los parkings públicos, privados y los precios de los mismos.
Aparca fácil.Apárcarte es otra app que permite localizar una plaza en medio kilómetro a la redonda desde la posición en la que nos encontramos. También es social, puesto que se vale de la información que van dejando los usuarios que dejan una plaza libre. Además, recompensa a aquellos que liberen más plazas con puntos de popularidad que se pueden canjear por “aparcamientos exclusivos”.
Por último, es interesante para los que viajan desde Madrid la aplicación Llollo. Pues con un solo clic el equipo de Llollo recoge, aparca y devuelve el coche del usuario en las puertas de las terminales de Atocha o Madrid-Barajas, sin necesidad de pagos en efectivo, pérdidas de tiempo ni traslados.
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