La polémica sobre el contenido tóxico que albergan redes como Twitter, Facebook o Youtube no deja de ofrecer nuevas y desagradables sorpresas. En una gran pieza informativa elaborada por Mark Bergen, para Bloomberg, se explica por qué Youtube, al mismo tiempo que facilita usos enriquecedores para la sociedad, se ha convertido en una de las más poderosas herramientas de difusión de videos con contenido inapropiado, que van desde la pedofilia al tierraplanismo, pasando por soflamas radicales. ¿La razón? Como siempre, el dinero.
youtube quiere que veas sus vídeos
Según la investigación de Bloomberg, la CEO de YouTube, Susan Wojcicki, y otros ejecutivos de la compañía establecieron metas muy ambiciosas para el crecimiento de la plataforma. De hecho, el mandato de Wojcicki comenzó en 2014 imponiendo un objetivo ambicioso de mil millones de horas diarias de visualizaciones de vídeos.
Con este descomunal reto por delante, los miembros de la compañía se vieron impulsados a ser menos escrupulosos con la naturaleza del contenido que se compartía en la plataforma. Las métricas pasaron así a ser más importantes que el impacto que pudieran tener estas piezas audiovisuales en la sociedad, según este reportaje.
Una piedra angular de la estrategia de crecimiento de la compañía incluye el polémico motor de recomendaciones, que busca mantener a los usuarios en el sitio mostrándoles videos que se consideran relevantes para sus intereses. En su investigación, Bergen afirma que un ingeniero de YouTube solicitó que se eliminaran de las recomendaciones los videos inapropiados que bordeaban el incumplimiento de reglas de buen uso de la plataforma. Y, según la información, esa petición fue ignorada por los superiores del empleado, seguramente por su obsesión por conseguir volúmenes de visualizaciones.
En otro ejemplo de cómo Youtube ha sacrificado su responsabilidad social por el crecimiento de la plataforma, el reportaje de Bergen señala cómo la plataforma quiso establecer una forma de retribuir a los creadores de vídeos más polémicos que no recibían inversión de los anunciantes por su arriesgado contenido.
premiar la polémica
Para ellos, Youtube ideó un sistema de compensación basado, en vez de en clics e impresiones, en las visualizaciones y el tiempo pasado en la plataforma, el “engagement”. Aunque este sistema hubiera beneficiado a creadores legítimos que son ignorados por los anunciantes que no desean asumir riesgos en su inversión, también sirvió para a recompensar a los creadores más escandalosos. Entre ellos, los que sugieren que las vacunas causan autismo, o que los tiroteos en las escuelas estadounidenses forman parte de una conspiración del gobierno norteamericano.
En última instancia, según el demoledor reportaje de Bloomberg, esta medida podría haber contribuido a extender las fake news en la plataforma y las posiciones extremistas. Afortunadamente, el CEO de Google, Sundar Pichai, finalmente rechazó la idea, pero no antes de que los ingenieros de YouTube pasaran más de un año trabajando en ella.
En otro pasajes del reportaje de Bloomberg se explica que YouTube disuadió al personal de ser proactivo a la hora de detectar vídeos con contenido polémico. El departamento legal aconsejó a los empleados que no ejercían labores de moderación evitar buscar por sí mismos videos cuestionables.
Recientemente, YouTube estableció el compromiso con el «crecimiento responsable» como su métrica principal, pero –tal como explica Bergen- la compañía aún tiene que explicar públicamente qué implica esa métrica y cómo afectará su negocio. Datos de Moonshot CVE, una firma de investigación de Londres, muestran que al menos 20 canales de YouTube que promueven teorías contra la vacunación generaron una audiencia de más de 170 millones de personas durante una década. Por su parte, Motherboard señala que la propaganda de supremacismo blanco y neonazi sigue presente en YouTube y tiene millones de visitas.
Fuente: Bloomberg