El libro, como formato, tiene una reputación impresionante. Leer está muy bien visto, mejor incluso que viajar y poner fotos idílicas en Instagram. El pasado 16 de diciembre publiqué en Amazon Kindle uno titulado Reintermediación y relevancia en la comunicación electoral: Nuevas (y peligrosas) recetas para ganar votos cuando crece la incertidumbre. Se trata de un texto breve que recoge las ideas fundamentales de un libro que no se publicó hace algo menos de un año. Me lo encargó una editorial, empecé a darle forma, pero por el camino hubo una serie de malentendidos y discusiones que dieron al traste con el plan original. Su éxito en esa plataforma tiene mucho que ver con las burbujas de buenrollismo o mala baba que creamos en las redes sociales.
El texto se quedó en el escritorio de mi ordenador. Y me olvidé. Hasta que el domingo día 15 de diciembre vi el programa Salvados dedicado al PP. En un momento de la entrevista que mantenía Jordi Évole con José Manuel García-Margallo, Xavier García Albiol y Manuel Pimentel, el ex ministro de Exteriores incidió en que los mensajes pasionales, como los que lanza VOX, siempre funcionan. Y la memoria me hizo clic.
Todos los políticos recurren a mensajes simples y emocionales para convencer al electorado. García-Margallo en Salvados era el mago desvelando el truco, un político contando en prime time el gran secreto a voces: para ganar adeptos en política basta con que nos toquen las palmas con lo que nos gusta o con lo que odiamos, que nos ponemos a bailar. Como votantes no nos importa mucho que nos digan directamente cómo funciona el mecanismo, seguimos creyendo en quienes nos dan la razón sin analizar detenidamente los argumentos.
El texto que dormía en mi escritorio iba de eso. Explicaba cómo algo tan complejo como la política requiere una comunicación muy simple en tiempos de miedo e incertidumbre, con el peligro que eso conlleva. En el ensayo analizaba ejemplos (no de VOX ni de Pedro Sánchez, ya que está escrito a principios de 2018) y trataba de buscar la receta para ser un candidato ganador. El libro explicaba bastante bien muchas de las cosas de las que nos sorprendemos hoy y con las que seguiremos haciendo aspavientos durante el intenso 2019 electoral que nos espera. Así que decidí rescatarlo y autoeditarlo en Amazon Kindle, ya que creo que, aunque esté a medio cocer, el texto es actual y puede resultar interesante e incluso útil para algunos.
amazon kindle y la tecla adecuada
Si os interesa el tema, os recomiendo, obviamente, descargar el libro. Se lee rápido, poco más de una hora, y no llega a costar tres euros. Hay pocas cosas que duren una hora y cuesten tres euros. En él analizo la elección de mensajes, la distribución adecuada en redes sociales, las acciones físicas y, en resumen, todo lo que hace que hoy un candidato de cualquier partido movilice al elector. Hay ejemplos a derecha, izquierda, arriba o abajo. Votes a quien votes seguro que hay algún apartado que te enfada y otro que confirma plenamente tus opiniones. El objetivo no es otro que generar debate, que analicemos los mecanismos que nos hacen tomar decisiones tan importantes como la de votar a un candidato o a otro. El miedo y las resoluciones aceleradas pueden superarse con el análisis, o eso quiero creer.
no he venido a hablar de mi libro
Pero aunque parezca mentira, no he venido aquí a hablar de mi libro, sino de lo que sucedió con él a partir de ese 16 de diciembre en el que fue publicado. Conforme apareció en la web de Amazon lo compartí en Facebook, Instagram, Twitter y LinkedIn. En apenas unos minutos comencé a comprobar lo que decía al principio: el libro es un formato que sigue generando buena reputación per se. Los mensajes de felicitación empezaron a llegar en WhatsApp, en mensajes privados, algunos en publicaciones abiertas en redes sociales. A todo el mundo le entusiasma que publiques un libro. Y eso es bueno. El tiempo invertido bien se merece una palmadita en la espalda.
Doce horas después de su publicación, el libro comenzó a escalar puestos en la sección de política de Amazon, llegando a ocupar la tercera posición tras quienes -quiero pensar- son dos reales superventas: Bob Woodward y Yuval Noah Harari. “Toma ya”, pensé, “si ha llegado hasta ahí, es porque algo se habrá vendido, seguro que da para celebrarlo con una comida con los del trabajo” (en La Propagadora somos seis). En vista de los mensajes recibidos de gente que aseguraba haber comprado el libro, tenía hasta sentido ocupar un puesto tan digno en un pódium. Mi “reputación digital”, si es que eso existe, estaba por las nubes.
mucho ruido…y pocos lectores
Saqué pecho en redes sociales publicando un pantallazo del ranking y siguieron entrando mensajes a mi móvil. Tengo muchos amigos y se alegran si me va bien. Tengo también muchos conocidos que me aprecian bastante, visto lo visto. Y es para estar muy agradecido. Pero mi realidad, como la de todo el que publica un libro, es que no tengo lectores. Vamos, algunos hay, pero muy pocos.
La única fuente de datos en este caso es Amazon, y quiero pensar que los datos que ofrece son fiables. Tras un día en el top 3 de la categoría Política, por encima de autores como Fernando Rueda, Pablo Simón, Naomi Klein, Maquiavelo o Noam Chomsky los ingresos apenas dan para un par de raciones en el Museo del Jamón (recordad que somos seis, no nos llega ni a dos trozos por cabeza). En paralelo, el número de gente que afirma haber comprado el libro multiplica por decenas la cifra real de ventas, no para de crecer.
burbujas de buenrollismo y mala baba
Como decía, tengo que estar muy agradecido por el reconocimiento de la gente que me rodea. Algunos ya tenían el texto, otros se alegran por mí pero no tienen intención de leerlo, lo que me parece muy bien. Sin embargo, hay un gran número de gente que miente. Y no lo hace con mala intención, ojo, lo hace porque nos hemos acostumbrado a mostrar una cara amable en la comunicación con los demás que no se corresponde con la realidad. Creamos burbujas de buenrollismo o de mala baba en redes sociales, según lo que toque, pero no tienen mucho que ver con quiénes somos y cómo actuamos en la realidad. A mí me ha tocado la del buenrollismo, así que insisto en mis agradecimientos a todos.
De eso, en gran medida, va mi libro “superventas”, de cómo basta con dar con la tecla adecuada en esas burbujas para movilizar al personal, para poner de acuerdo a un grupo de gente lo suficientemente numeroso alrededor de una ficción que no superaría un análisis objetivo. Ya sabéis, cuesta 2,99.