En varios países del mundo siguen siendo norma los matrimonios concertados. Es decir, aquellos en los que la familia tiene una participación muy activa en la elección de la pareja. En estos países, las aplicaciones de citas occidentales como Tinder y Bumble a menudo se consideran poco serias. Por ello, nacieron diferentes apps de citas para matrimonios concertados en Egipto, India y Arabia Saudí.
A pesar de las acusaciones de frivolidad dirigidas a las aplicaciones occidentales, en estos países, sobre todo entre los más jóvenes, existe una gran demanda de servicios digitales de este tipo. Pero deben combinar la disponibilidad y variedad de elección con el respeto por las costumbres y tradiciones religiosas.
En un artículo para la revista ‘Slate’, la periodista india Niranjana Rajalakshmi relató su experiencia con Shaadi. Es una de las primeras plataformas digitales de este tipo, fundada en 1997 para ayudar a las familias de India, Pakistán y Bangladesh a encontrar a la persona adecuada para casar a sus hijos. En la India, de hecho, más del 90 % de los matrimonios aún son arreglados por las familias.
Rajalakshmi escribió: “Con apps para matrimonios como la que estoy usando, no son los jóvenes los que más se implican en el proceso: son sus padres. En estas aplicaciones, los hijos pueden tener poco o ningún papel en la elección de las personas con quienes hablar. Son sus padres los que filtran los perfiles según los criterios de la aplicación, como la edad, la profesión e incluso el signo astrológico. Los padres comienzan a conversar no con la novia o el novio potencial, sino con su familia”. “Luego reenvían los perfiles prometedores a sus hijos, quienes deciden si quieren chatear y conocer a la potencial pareja. Finalmente, los padres dan su aprobación final», señaló.
Cómo funcionan las aplicaciones de citas para matrimonios concertados
Es posible que los futuros cónyuges se reúnan solo una o dos veces antes de que sus familias tomen una decisión sobre su matrimonio. En aplicaciones de citas para matrimonios concertados como Shaadi y Bharat Matrimony, son los padres quienes describen a sus hijos y deciden a qué criterios dar más importancia a la hora de elegir una pareja.
A menudo, este tipo de aplicaciones adapta su diseño y funcionalidad a la cultura local. Un ejemplo es la app egipcia Hawaya, creada por un emprendedor local en 2017 y comprada por Match Group, la multinacional propietaria también de Tinder, Meetic, OkCupid y Hinge. Esta fue concebida según los valores musulmanes. Se presenta como una alternativa «científica, segura y culturalmente aceptable» al sistema tradicional de los matrimonios concertados.
Sus pautas exigen que las imágenes sean «apropiadas y con clase», y solicita de manera explícita que las biografías no contengan referencias lascivas. La edad mínima de los miembros es de 21 años, con la esperanza de que los usuarios tengan una actitud más madura hacia el matrimonio. Las mujeres pueden optar por ocultar sus fotos hasta que se sientan cómodas con las personas que conocen. Y la función de ‘ángel de la guarda’ permite que un miembro de la familia supervise las conversaciones de los usuarios.
También en países muy conservadores como Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, las aplicaciones de citas para matrimonios concertados están surgiendo como una alternativa a los sistemas tradicionales. AlKhattaba, una plataforma fundada en 2014 en el Líbano, cuenta con una serie de funciones para garantizar que no se contravengan a las ‘leyes de la decencia’, que regulan muchas interacciones interpersonales entre personas del sexo opuesto.
Cambio de hábitos
Esta aplicación cuenta con algoritmos que escanean las conversaciones en busca de palabras y temas ‘controvertidos’ relacionados con el sexo y el dinero. Con un equipo de moderadores de contenido activo las 24 horas. Antes de registrarse, todos los usuarios deben declarar que buscan un matrimonio que cumpla con la ley islámica. Y luego responder un cuestionario detallado de 60 preguntas.
También hay una pregunta sobre el matrimonio polígamo «para evitar emparejar a un hombre ya casado que busca una segunda esposa con una mujer que no aceptaría ser una segunda esposa», explicó el fundador en un artículo escrito por la periodista británica Yasmin Hai en la revista ‘Rest of World’.
“En el pasado, las aplicaciones de emparejamiento fueron criticadas por alentar la promiscuidad o incluso por amenazar a toda la institución de la familia, en la que se basa la cultura musulmana. Pero los esfuerzos recientes para integrar la tradición y la tecnología las han vuelto más aceptables, siempre y cuando se utilicen únicamente con fines matrimoniales”, escribió Hai.
Según la autora, “para los jóvenes musulmanes solteros, los tiempos están cambiando con rapidez. Ofrecer a las nuevas generaciones una tecnología que les otorgue mayor autonomía de sus familias ha producido un gran cambio en las actitudes hacia las relaciones en todo el mundo musulmán. Las mujeres están tomando una mayor libertad en la elección de sus parejas. Las aplicaciones de citas al estilo occidental siguen siendo un tabú para la mayoría de los musulmanes. Pero puede que solo sea cuestión de tiempo antes de que sean aceptadas».
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