Llevamos años hablando de cómo las baterías son clave en el futuro de la tecnología, pero también su límite. Por eso, en plena moda de las aplicaciones de la inteligencia artificial, no es de extrañar que se vea como el factor que pueda cambiar las reglas de juego.
Y es que, por lo que parece, la IA también va a revolucionar el mundo de las baterías y, con él, nuestras vidas. Porque no cabe duda de que dependemos mucho de ellas, con lo que una mejora sustancial puede repercutirnos directamente.
No digamos ya si nos fijamos en el ámbito de la movilidad donde la introducción de la inteligencia artificial puede ser clave para alcanzar la meta en la búsqueda de la batería perfecta. Claro que, para ser justos, esta idea no es nueva del todo.
Ya hace un par de años os contábamos cómo la IA podría abrir el camino hacia las ‘baterías eternas’. Pero aquello sólo era un estudio experimental y de lo que vamos a hablar a continuación es de algo que ya se puede empezar a implementar: un sistema de gestión de baterías que usa la IA para mejorar su rendimiento, su duración y —muy importante— su seguridad, para evitar incidentes graves como los incendios de baterías.
La solución AI-BMS-on-chip de Eatron
Eatron Technologies, una empresa de desarrollo de software ubicada en Estambul ha creado, junto a la californiana Syntiant (especializada en implementaciones de inteligencia artificial), un novedoso sistema de gestión de baterías basado en un chip e impulsado por IA.
Una tecnología de gestión de baterías que, según sus creadores, combina la capa de software inteligente avanzada de Eatron con el procesador neuronal NDP120 de Syntiant para ofrecer baterías con un rendimiento, seguridad y longevidad incomparables.
En concreto, cifran en un 10% la cantidad de energía de las baterías que libera el sistema y en un 25% el aumento de su vida útil. Esto lo consigue gracias a unos modelos de IA entrenados previamente que realizan una monitorización constante y precisa del estado de salud, la carga y la vida útil restante de la batería de un dispositivo.
Gracias a eso logran, siempre según Eatron, mejoras en tres campos:
- Rendimiento: Al maximizar la energía disponible de la batería gracias a una estimación muy precisa del estado de carga y de su salud.
- Seguridad: El monitoreo predictivo permite detectar problemas potenciales de forma temprana, evitando fallos y garantizando un funcionamiento seguro.
- Longevidad: Gracias a una administración eficiente de su estado y utilización, se consigue extender la vida útil de la batería.
Gracias a la inclusión de un chip, el sistema funciona de forma local, evitando tener que recurrir a la nube para procesar los datos requeridos. Esto permite que pueda trabajar a tiempo real, que se reduzca el consumo de energía necesario para el proceso, el coste general y la latencia del sistema.
Por todo ello, el sistema está pensado para ser integrado en diversas aplicaciones, incluyendo la electrónica industrial y de consumo y el ámbito de la movilidad donde, cómo no, el coche eléctrico juega un papel fundamental.
Y es que, qué duda cabe, un sistema cómo este podría ser muy útil para luchar contra el grave problema de acumulación de baterías usadas en coches eléctricos. Un campo en el que, qué duda cabe, las aplicaciones de la inteligencia artificial pueden ser muy bienvenidas.
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