Campo de trigo con cipreses/Kasetsart University
Uno de los latiguillos a los que más recurrimos cuando tratamos de minimizar la irrupción de los robots y la inteligencia artificial en cada vez más ámbitos de la actividad humana es aquel que hace referencia al déficit de creatividad de estos frente al cerebro humano. “Podrán desempeñar actividades rutinarias pero nunca tendrán la capacidad de crear algo nuevo, les falta la inspiración humana, el genio”. Sin embargo, poco a poco, esta argumentación se está disolviendo como el azucarillo en el café servido por un camarero de metal. Solo hay que echar un vistazo a La galería RobotArt que ha reunido una inquietante colección de obras de arte creadas por robots, maestros del pincel de silicio. Robots artistas que difuminan aun más la frontera entre la inteligencia artificial y la humana.
robots artistas,creativos programadores
En RobotArt han anunciado recientemente los ganadores de su premio anual, que reconoce los trabajos más creativos, fruto de la combinación de robots y algoritmos y, a la vista de la galería de imágenes, podemos comprobar que muchas de estas obras podrían colgar en un museo sin que nos diéramos cuenta de que sus autores no son de carne y hueso. O sí porque, al fin y al cabo, esas pinturas son fruto del trabajo algorítmico de humanos…de momento.
El ganador de este peculiar certamen artístico fue el equipo CloudPainter, que utilizó un sistema de aprendizaje automático para generar retratos como los que podemos ver a continuación, con una pincelada, no sé, ¿un poco a lo Gutiérrez-Solana? Quizás se corresponda más con los trazos balbuceantes de un mediocre estudiante de Bellas Artes, pero tampoco vamos a romper la magia de la fascinación por los robots y sus cosas.
Las aproximaciones a los robots artistas son diversas. Por ejemplo, un equipo de la Universidad Kasetsart de Tailandia, construyó un robot que puede imitar a un pintor, después de registrar la posición, el movimiento y las fuerzas ejercidas sobre el pincel de un humano. Otros investigadores generaron algoritmos para producir imágenes a partir de la combinación de obras de arte ya existentes y, otros, fueron más allá y crearon robots diseñados para crear trabajos de nuevo cuño difíciles de distinguir de las obras de arte surgidas de la inspiración humana. Claro que, desde Warhol, esto no tiene tanto mérito.
que no cunda el pánico
Pero que no cunda el pánico, que el propio fundador de RobotArt cree que «a corto plazo, los robots se usarán más en la producción final del arte digital, especialmente aquellos que tienen muchos detalles o elementos repetitivos», por lo menos es lo que dijo Andrew Conru a Futurism.com.
Conru cree que las ilustraciones robóticas y humanas continuarán coexistiendo durante mucho tiempo, como sucedió con la pintura y la fotografía, enriqueciendo el mundo del arte. Como su sitio web proclama , «Todos ganamos cuando vemos algo hermoso».
Así que, por el momento y hasta que sean capaces de retirarse de la obra que están pintando para verla en perspectiva con gesto intenso, o de cobrar una millonada por una obra creada a partir del tropiezo con un bote de pintura que descansaba en el suelo, junto al lienzo, estos robots parecen más bien abocados a jugar un papel similar al de la paleta y el pincel: meras herramientas al servicio del genio humano. Así que respiremos, aliviados…por el momento.