¿Te imaginas ver una película sin actores humanos, solo con imágenes generadas por inteligencia artificial? Bueno, pues antes de que sigas imaginándolo te diremos que ya existe y que da bastante tirria.
“Window Seat” es el resultado de un proyecto innovador que comenzó en junio de 2023, cuando Jackson recreó la implosión del submarino Titan Ocean Gate en un cortometraje realizado con inteligencia artificial. La película consiguió rápidamente popularidad, lo que llevó a Jackson a aceptar el reto de hacer una película más larga utilizando algoritmos en vez de cámaras y actores.
El resultado narra la historia de un hombre que se enfrenta a su antiguo acosador en el mismo avión, desencadenando una batalla psicológica a 30.000 pies de altura. Podría ser una tragedia pero da un poco de risa.
La producción del largometraje se realizó exclusivamente con herramientas de inteligencia artificial, tanto para generar las imágenes como los diálogos. A la vista del resultado, Hooroo Jackson se ha venido un poco arriba afirmando que, “mientras que producciones colosales como ‘Barbie’ y ‘Oppenheimer’ pueden llevar años y costar cientos de millones, ‘Window Seat’ tiene un presupuesto de apenas 190 dólares y fue completada en solo 23 días por una sola persona. ¿Y sabes qué? Creo que mucha gente dirá que mi película fue mejor». Ejem.
En esta línea de no tener abuela que alabe sus méritos, Jackson dice que “Window Seat” se inspira en la obra de David Mamet mezclando la oscuridad de Aronofsky, Fincher y Kubrick. Pues vale.
la amenaza de la inteligencia artificial
Más allá de la anécdota de esta película, la amenaza de la inteligencia artificial proyecta su sombra sobre la industria cinematográfica, tal como quedó patente en la última huelga de actores y guionistas de Hollywood.
«Los desarrolladores están creando y mejorando rápidamente las herramientas de inteligencia artificial. Es probable que las productoras las utilicen para reducir drásticamente los costes, lo que contribuirá a un cambio masivo hacia una economía orientada a los trabajos por encargo. Si se mantiene la actitud desdeñosa hacia los guionistas y actores de muchos de los grandes estudios, no sólo se tendrán poco en cuenta las necesidades de los guionistas y actores, sino que el desarrollo tecnológico dirigirá la conversación», explica Holly Willis, Professor of Cinematic Arts, University of Southern California.