Puede sonar extraño, pero el medio en el que consumimos información afecta a cómo la entendemos. Es lo que los investigadores de un interesante estudio llaman “acceso cognitivo a las noticias”. Este analiza cómo afecta el tamaño de los smartphones a nuestra capacidad de atención o el nivel de activación cerebral (arousal, término neurológico). Y preocupa.
Los resultados preliminares, que otros trabajos similares refutarán o no, parecen indicar que la atención se reduce a medida que decrece el tamaño de la pantalla. Aunque esto tendrá que ser confirmado con nuevas investigaciones, su conclusión es una hipótesis de partida cuyas consecuencias pueden ser graves para la población en una sociedad que gira alrededor del móvil.
El experimento Dunaway-Soroka
Presentado en junio de 2018 y publicado un año después, el estudio ‘Las pantallas del tamaño de un teléfono inteligente limitan el acceso cognitivo a las noticias de video’ es obra de Ph.D. Johanna Dunaway y el también doctor en Ciencias Políticas Stuart Soroka.
Ambos llevan años preocupados por cómo afecta a la población una reducción notable de las pantallas, muchas de las cuales ven disminuida su área muy por debajo del tamaño de los libros de bolsillo. En el experimento presentaron tamaños de vídeo que variaban de las 13” de ancho, un monitor, a las 5”, lo que nosotros entenderíamos como una phablet algo más grande que un móvil.
Para medir los niveles de atención de una muestra aleatoria de siete noticias en formato vídeo, se controló la frecuencia cardíaca y la conductancia de la piel. Los resultados indican que una reducción de la pantalla disminuye también la capacidad de atención del televidente.
Esto, que parecía intuitivo porque según se reduce la pantalla también varía el porcentaje de área que ocupa esta en nuestro campo de visión (y la función de la vista ocupa buena parte del procesamiento cerebral), tiene resultados no triviales. Es decir, consecuencias más allá de las que podríamos estimar en un inicio.
Importancia de la noticia según la pantalla
Los resultados de este estudio dicen que ver la televisión en una pantalla más grande puede ayudarnos a prestar más atención a las noticias. Aunque, visto cómo distorsionan la realidad, puede que no nos convenga. Pero también indica que el auge de los smartphones podría afectar a nuestra pasividad ante eventos clave de la actualidad.
Parece coherente afirmar que la importancia de una noticia no debería depender del medio en que la consumimos. Esto, sin embargo, no se ajusta a la realidad. Los contenidos audiovisuales nos llaman más la atención que los que vienen en formato texto, y según este estudio los de gran tamaño lo hacen más que los de menos tamaño. Hoy día esto dependerá del ancho de pantalla.
Esto significa que una misma noticia emitida de forma idéntica en dos medios distintos (móvil versus televisor) será interpretada de forma diferente. Dado que el consumo de contenido en dispositivos móviles ha aumentado frente a otros emisores como televisores u ordenadores de pantalla más ancha, cabe señalar que las noticias nos resultan ligeramente más pasivas actualmente.
En los últimos años hemos visto un aumento de la agresividad en cómo los diferentes medios tratan de llamar nuestra atención. Letras mayúsculas en YouTube para captar clics, cambios de volumen durante los anuncios televisivos, títulos orientados al clickbait… Si avanzamos hacia tamaños de pantalla más pequeños, ¿significa que los medios tendrán que volverse más virulentos?
La brecha generacional, ¿seguirá abriéndose?
No todas las edades acceden a la misma información desde el mismo tipo de dispositivo. Un estudio de la Universidad de Navarra en 2018 demostró cómo la edad es una variable relacionada con el tamaño de la pantalla, o viceversa. Así, los mayores de 65 años consumían el 22% de sus noticias en una smart TV frente al 16% de los jóvenes de 18 a 24 años.
En la gráfica puede verse cómo las nuevas generaciones cambian el televisor y las tablets por el uso del móvil, de pantalla más pequeña. Si Dunaway y Soroka están en lo cierto, también podríamos observar una diferencia en la percepción de las noticias en base a la edad, además de la que ya hubiese presente por otros factores (como los intereses por franja de edad).
Olvidamos la pequeña letra del periódico
Los periódicos no tienen un tamaño de letra particularmente grande. Además, su disposición en columnas hace que el lector trabaje con los ojos en un ángulo muy cerrado en la horizontal. ¿Significa eso que el periódico es un mal formato para la atención de los lectores o, por otro lado, hay una diferencia sustancial entre el consumo audiovisual y el de texto?
El estudio no resuelve estas preguntas incómodas al medirse solo la variable de las pantallas, pero no deja de ser interesante cuestionarse sobre el efecto de este tipo de factores. Es importante abordar el asunto desde el escepticismo. Quizá el tamaño de la pantalla importe, pero desconocemos aún si más o menos que otras variables que no se están midiendo.
Si este artículo tiene un marcado carácter hipotético es porque resultados posteriores tendrán que verificar este y seguir construyendo el modelo Dunaway-Soroka para ganar en resolución. Es posible que en el futuro tengamos que recomendar pantallas más grandes para prestar atención del mismo modo que se amplió el tamaño de las señales de tráfico. De momento hay que estudiar.
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