Desde que la pandemia del COVID-19 cambiara las reglas del juego, las bicicletas ya no son solo para el verano y se han convertido en reinas de la movilidad eco. Y un tipo despunta entre todas ellas: las bicis eléctricas.
De hecho los datos demuestran que, tras unos años de gran crecimiento, el mercado de las bicicletas se está frenando salvo en el caso de las e-bikes, las bicicletas con asistencia al pedaleo.
Porque no, si aún no lo tienes claro te lo despejamos ya: las bicis eléctricas no van solas, sólo ayudan al pedaleo del ciclista. De esa manera (entre otras ventajas) se pueden recorrer más kilómetros, hacer los mismos en menos tiempo o subir esas cuestas casi imposibles con una bici convencional.
Además, como bicis que son no las debemos confundir con los patinetes eléctricos (que serían vehículos de movilidad personal) y deben atenerse a las mismas normas de circulación que cualquier otro ciclista marcadas por la DGT.
El día 9 de septiembre se celebra el “Día Mundial del vehículo eléctrico” pero como hace pocos meses os contábamos cuánto les está costando “arrancar” a los coches eléctricos en España, en esta ocasión vamos a fijarnos en la bicicleta eléctrica.
Una variante de un vehículo ecológico y sostenible que puede ser clave para la movilidad urbana del futuro pero del que aún surgen bastantes interrogantes que vamos a intentar responder a continuación:
¿Cómo está el mercado de las bicis eléctricas?
Según el informe “El sector de la Bicicleta en cifras” que realiza todos los años la AMBE (Asociación de Marcas y Bicicletas de España) en 2022, tras dos años de récords, la facturación del sector descendió un 6% respecto al periodo anterior y el número de bicicletas vendidas bajó un 13,59%.
Sin embargo, comparando los datos con los de 2019, justo antes de la pandemia, la facturación sería un 45,1% mayor, en buena parte por las bicis eléctricas. Por tanto, en 2022 se habría empezado a producir un reajuste de ventas y facturación, pero se mantendrían datos muy positivos para la industria (en concreto para el empleo, la producción local y la exportación, que aumentaron en 2022).
Por lo que toca a las bicicletas eléctricas, este medio de transporte fue, junto a las bicicletas urbanas, las que registraron un mejor comportamiento de ventas en 2022. En concreto, las eléctricas alcanzaron la cifra de 236.183 unidades vendidas con un aumento en ventas del 5,7% en comparación con 2021.
Por otro lado, por tercer año consecutivo las bicicletas eléctricas fueron las líderes en cuanto a facturación con un 45,66% de la cuota en venta de bicicletas y una cifra de 694,40 millones de euros (+8,6% que el año anterior).
Sólo si miramos la cuota de ventas por unidades se ven superadas por las bicis de montaña (con una cuota del 34,5%) y las infantiles (27,7%), quedándose las eléctricas en una muy honrosa tercera posición con una cuota de mercado del 17,4% por unidades vendidas, un 5,7% más que en 2021.
Sin embargo, tanto las de montaña como las infantiles perdieron cuota en 2022 (un 23% y 18,3% respectivamente), lo que augura un buen futuro para las bicicletas eléctricas.
Así las cosas, desde la AMBE concluyen que el 2022 no habría sido “fácil para la industria de la bicicleta, pero el aumento del empleo, la creación de empresas y el comportamiento positivo de la venta de bicicletas eléctricas y urbanas, refleja lo que el sector puede ofrecer a la sociedad española: una movilidad más limpia, puestos de trabajo y oportunidades empresariales”.
Eso a pesar de que, como recalcan, la compra y reparación de bicicletas no cuenta con ayudas estatales ni tampoco existen incentivos fiscales por ir en bicicleta al trabajo o adquirir flotas de bicis. Medidas contra el cambio climático que sí tienen países vecinos como Francia o Alemania y que ya hace tiempo que se ha demostrado su rentabilidad.
¿Cuánto cuesta una bicicleta eléctrica en España?
El mismo informe al que nos hemos referido nos cuenta que el precio medio de las bicicletas ha aumentado un 13,93% en 2022. Esta subida estaría asociada al aumento del coste de las materias primas y del transporte, pero “sobre todo a un mayor peso de la venta de bicicletas eléctricas (con mayor precio medio) dentro del mix de venta de productos”.
Así, el precio medio de una bicicleta vendida en España durante el pasado año superó por vez primera los mil euros (1.121 concretamente), mientras que el precio medio de una bicicleta eléctrica serían 2.940 euros (un 2,8% de aumento respecto a 2021).
Sin embargo, el mercado es cada vez más amplio y hay opciones de bicicletas con motor eléctrico desde el entorno de los 600-800 euros, aunque depende mucho de la tipología de bicicleta de la que estemos hablando. Porque, lógicamente, no cuestan lo mismo las plegables, que las bicicletas urbana o las mountain ebike.
Por otro lado, un precio muy bajo suele significar una bicicleta de baja calidad, con componentes muy pobres, y que no garanticen una larga vida útil. Por eso, el precio medio de una bicicleta eléctrica de garantías lo podríamos situar en el entorno de los 1.500-3000 euros, donde se sitúa la mayor parte de la oferta actual del sector.
Por cierto que los datos de la AMBE arrojan otro dato curioso: a pesar de lo que pueda parecer, las bicicletas eléctricas no son las que más se financian (suponen un 16% que va subiendo cada año), siendo las bicicletas de montaña las “reinas” en cuanto a operaciones de financiación con un 70% del total.
¿Cuántos años dura una bici eléctrica?
Es la pregunta del millón, la que se hace todo el que se plantea la compra de una bici de este tipo o quien quiere dar el salto desde una manual a una eléctrica. La cuestión es que una ebike no deja de ser una bicicleta con la mayoría de componentes comunes que pueden durar muchos años dependiendo del uso que se les dé y del mantenimiento que se realice.
Por tanto, lo que puede determinar la duración de una bici eléctrica es sobre todo el motor y la batería que use. Especialmente en el caso de este último componente debemos tener en cuenta que todas las baterías tienen un ciclo de vida útil limitado, y que pasado este muy probablemente tendremos que sustituirla.
En este sentido, actualmente las baterías que se usan en las bicis eléctricas suelen tener una vida útil de entre 500 y 1.000 ciclos de carga y descarga (dependiendo de la calidad y el uso que se les dé), lo que significa que pueden durar alrededor de unos cuatro años de uso.
Pasado este tiempo, si sustituimos la batería por una nueva (que quizá podría tener una tecnología mejor que alargara su duración), perfectamente podríamos tener “ebike nueva” si hemos cuidado el resto de componentes realizando el mantenimiento adecuado.
¿Cuánto gasta de luz una bici eléctrica?
No es fácil calcular cuál es el gasto por usar una bici eléctrica porque depende de muchos factores (nuestra tarifa, pero lo que sí podemos decir es que es un coste prácticamente ridículo.
Pero podemos decir que una bicicleta eléctrica típica puede consumir unos 0,15 kilovatios-hora (kWh) por cada 10 Km recorridos. Si tomamos como referencia un precio medio de la electricidad de unos 0,23 euros por kWh, eso supondría unos 35 céntimos de euro cada 100 kilómetros.
Eso es menos de lo que consume una televisión de pantalla plana de mediano tamaño durante una hora de uso. Por otro lado, dado que la capacidad media de una batería de bici es de 500Wh, con este dato podemos concluir que cada carga nos costaría menos de 12 céntimos.
Como decimos un consumo bastante insignificante, muy poco agresivo para el medioambiente. y, en todo caso, siempre será mucho más barato que usar un coche, aunque sea eléctrico, y además mucho mejor para nuestra salud.
¿Cuántos kilómetros se pueden recorrer con una bicicleta eléctrica?
Otra pregunta que se hacen los posibles compradores de este producto es la relacionada con la autonomía que puede tener la bicicleta. Existen modelos que pueden pasar de los 200 kilómetros pero lo normal es que la autonomía se mueva entre los 30 y los 100 Km.
Esto, de nuevo, depende mucho del uso y de las circunstancias, porque no es lo mismo que el conductor pese 70 kilos a que pese 100 y, por supuesto, también influye si el terreno por el que se mueve es llano o está lleno de cuestas.
Por último, siempre tenemos que pensar que cuando una bici eléctrica se queda sin batería se puede seguir utilizando. Es cierto que será más pesada que una bicicleta normal (por la batería y demás componentes) pero al menos no nos dejará tirados.