Una startup francesa desarrolla una bomba de calor que funciona con el sonido que emite un altavoz Hi-Fi. Suena raro, pero los creadores de este sistema, que aún se encuentra en desarrollo, pretenden aprovechar así los principios de la termoacústica.
historia de los motores termoacústicos de aire caliente comienza alrededor de 1887, cuando Lord Rayleigh plantea la posibilidad de bombear calor con sonido, si bien no es hasta mediados del siglo XX cuando se empiezan a realizar ensayos sobre sus aplicaciones prácticas.
Esta disciplina científica estudia la interacción entre las variaciones de temperatura, densidad y presión de las ondas acústicas. Aunque pueda parecer una innovación contemporánea, laAhora, teniendo en cuenta la necesidad de abandonar los combustibles fósiles y el encarecimiento de la energía por la guerra en Ucrania, resulta interesante plantear soluciones imaginativas que permitan climatizar nuestros hogares de forma más económica y sostenible. Esto es lo que ha hecho la empresa Equium con este sistema que todavía se encuentra en fase de desarrollo y que promete una reducción del CO2 emitido, frente a la bomba de calor convencional, del 80%
bomba de calor sostenible y silenciosa
La sostenibilidad es de hecho, uno de los principios que guían este proyecto, según explican sus impulsores. «Las ondas acústicas hacen el trabajo de compresión y expansión para producir frío o calor sin gases de efecto invernadero (uso de un gas neutro) con una huella de carbono muy baja, además, la bomba de calor acústica también está diseñada con materiales 100% reciclables». Otro aspecto que los directivos de esta startup se encargan de subrayar es que el sistema, a pesar de lo que podría pensarse, es silencioso.
¿Pero como funciona esta bomba de calor? Aprovechando la convergencia de la térmica, la acústica y la mecánica de fluidos, el sistema cuenta con un núcleo que aloja un altavoz de alta fidelidad (Hi-Fi) alimentado por electricidad, que genera una onda acústica en tubos llenos de helio, un gas neutro y no tóxico que acelera la propagación del sonido. Esta onda acústica hace que el gas se comprima o expanda, produciendo calor o frío. Como el altavoz permanece confinado dentro del sistema, la máquina no emite ruidos al exterior.
Otras ventajas de esta bomba de calor son, según sus creadores, su fácil instalación, su coste inferior al de otras opciones más tradicionales y su duración de 30 años sin mantenimiento.
«Desarrollada a gran escala, la termoacústica ofrece soluciones sostenibles a los problemas climáticos actuales y se puede aplicar a muchos otros usos además de las bombas de calor (aire acondicionado, por ejemplo). Nuestra misión es liberar el poder de esta energía natural extendiéndola al resto del mundo para desencadenar un avance tecnológico esencial que se convierta en una de las soluciones al problema climático actual«, afirma Cédric François, fundador de Equium.
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Imágenes| Equium y Pixabay