La fascinación por la tecnología, como fin en sí mismo y no como herramienta de prosperidad colectiva, a veces nos hace olvidar el efecto que la automatización tendrá en la destrucción de empleo en el mundo. Sin embargo, cada día, aparecen nuevos titulares como el que encabeza esta información y el lector se pasma ante el progreso humano sin pensar en lo humano como sustantivo y no adjetivo. En nobbot hemos abordado en distintas ocasiones este paso de una sociedad con desempleo a una sociedad sin empleo y hoy damos fe de un nuevo paso hacia este nuevo mundo de greografía aún desconocida. Hablamos de Cafe X, una cafetería -más bien un quiosco- sin camareros, lo que viene a ser una vaca sin flores o un jardín sin ubres, que diría el añorado Tip.
Cafe X se ubica en zonas comerciales de San Francisco y es bueno que sea así porque, echando un vistazo a su oferta -cuyos precios oscilan de los 3 a los 5 dólares- hay dudas sobre si el robot, que se llama Gordon, podría hacer frente a la infinita variedad de tipos de cafés que se consumen en nuestro país. Largo de leche y corto de café, manchado, largo de café, carajillo (esto ya es cosa de hipsters), cortado, con leche de soja, de avena, de almendra, desnatada, en vaso de cristal, en taza…Al pobre robot le podrían explotar los circuitos.
cafe X y la experiencia de los muy cafeteros
Como en tantas ocasiones, las bondades de este ingenio se centran en la mejor experiencia de los clientes, que no tendrán que esperar largas cosas y podrán hacer su pedido desde una aplicación móvil, de forma rápida e indolora…Pero no nos pongamos melancólicos ya que, según Sam Blum, Community Manager de Cafe X, «mientras que el robot maneja la producción de bebidas, Cafe X puede proporcionar una verdadera experiencia de café para los clientes a través de sus especialistas de producto, apasionados expertos en café que trabajan en el sitio, para proporcionar un excelente servicio al cliente y educación sobre el café. De esta forma, demostramos que es posible tener una experiencia del cliente mucho mejor cuando los robots y los humanos trabajan juntos«. Pues qué alivio.
¿Y a los clientes qué les parece este nuevo avance robótico en una de las actividades más cotidianas y queridas del día? En la revista del MIT han preguntado y las respuestas han sido bastante positivas: en una escala del uno al diez, la mayoría de las personas calificaron su bebida con un siete o más. Pero nos quedamos con la respuesta de un tal Benjamin Osgood que dijo: «Es limpio. Pero, ¿dejaré de ir a mi bar de siempre? No».
Muy fans de Benjamin, desde nobbot rompemos una lanza a favor de los camareros y camareras que nos han hecho tan felices, ofreciéndonos conversación a tempranas horas de la mañana o tardías horas de la noche y discutiendo con nosotros sobre política, fútbol o el propio café, que a veces lo ponen a temperatura de fragua y no es plan, Carmen, que me quema la boca y luego hablo que parezco recién salido del dentista.