El 3 de enero de 2019 la sonda china Chang’e 4 hizo historia al aterrizar por primera vez con éxito en la cara oculta de la Luna, desde donde ha aportado valiosos datos para la investigación lunar y unas fotografías en las que no se ve a Superratón.
Quienes peinan alguna que otra cana recordarán a este personaje de dibujos animados, un homenaje a Superman, que finalizaba sus aventuras con esta recomendación: “no olviden supervitaminarse y mineralizarse”. El caso es que el personajillo afirmaba vivir en la cara oculta de la Luna y muchos niños de entonces, vitaminados por nuestros padres con suplementos efervescentes de vitamina C, lo creímos.
Pero -¡ay!- pasa la vida, las ilusiones y los viejos sueños se olvidan y narices y orejas se descuelgan al mismo ritmo que los pedestales que ocupaban nuestros héroes se desmoronan. Políticos que parecían ejemplares terminan en la cárcel, la idea del progreso entra en crisis, la sensación de seguridad frente a las devastadoras epidemias de antaño se muestra injustificada hogaño y los protagonistas de nuestras aventuras favoritas de la infancia resultan unos mentirosos.
un viaje por la cara oculta de la luna
Esto es lo que han vuelto a confirmar los chinos a través de sus ingenios astronómicos: Superratón nos engañó. Las imágenes, por otra parte bellísimas, son el retrato de una gran impostura, otra desilusión más.
Superada esta sensación de que causa la constatación de que el mundo no es como creímos, toca disfrutar de las imágenes tomadas por la sonda lunar Chang’e 4 y su róver Yutu-2. No anima contemplar ese paisaje polvoriento recortado sobre la superficie negrísima del espacio vacío, pero la experiencia de sufrir un desengaño es siempre así, sin ningún asidero del que sujetar la esperanza.
En este punto, toca volver a animarse recordando todas esas frases que hemos leído en tazas de Mr Wolderful y diversos libros de autoayuda. “La vida es maravillosa, está en tu mano desfrutar de ella”, nos dicen. La vida, así en general, no sabemos cómo será, pero nuestro satélite sí que resulta extraordinario. Aunque en la cara oculta de la Luna no habite –snif- Superratón. Otra fake news más en el mundo de las verdades alternativas.