Bienvenidos al futuro. O mejor dicho, al presente, porque la carne impresa en 3D es ya una realidad y además, es totalmente apta para el consumo de las personas.
Muchas veces hemos escuchado que las vacas, y los gases que producen al hacer la digestión, son un gran contaminante que afecta incluso al crecimiento del agujero de la capa de ozono y aumenta el ritmo del cambio climático que sufre nuestro planeta.
Pero, ¿son realmente las flatulencias de las vacas y su metano nuestro gran problema o lo es la industria cárnica intensiva? El problema real son los gases de efecto invernadero y la solución llega de la mano de la tecnología: carne lista para el consumo pero impresa gracias a una impresora 3D.
¿Las vacas contaminan o es el consumo de su carne?
Es cierto que el metano que generan las vacas al hacer su digestión afecta al medioambiente, pero su efecto solo se muestra cuando son millones de metros cúbicos de gases por una industria intensiva de la ganadería. Las vacas, por sí solas, en su ambiente natural no son el problema.
Concretamente, una vaca emite entre 70 y 120 kilos de metano al año. Si juntamos a miles de animales en un mismo lugar y cada vez crece más la producción cárnica, el resultado es claro: el medio ambiente sufre.
Ahora bien, ¿cuál podría ser una solución? Disminuir el consumo de carne y cambiar los procesos de transformación de la carne, que también contaminan.
¿Cómo se crea la carne 3D?
Con esta idea en mente, se ha desarrollado la carne impresa en 3D que no implica ni el sacrificio, ideal para veganos y vegetarianos, ni la producción masiva e intensiva que también contamina con gases, residuos, el uso de electricidad a grandes potencias y de agua, sin olvidar la degradación del suelo.
Las emisiones de gases de las vacas no son las únicas culpables de la contaminación ganadera, sino que hay que señalar a todas las emisiones que proceden de las diferentes fases que envuelven a la industria cárnica.
Un ejemplo real: un chuletón 3D
Viajamos hasta Israel para conocer a Aleph Farms, una empresa de comida, y al Instituto israelí de Tecnología conocido como Technion. Ambas instituciones anunciaron en 2021 que habían conseguido imprimir el primer chuletón en 3D y, además, “sin sacrificio” y “utilizando tecnología de bioimpresión tridimensional y componentes naturales de la carne”.
No se trata de una carne impresa en 3D que proviene de elementos no naturales o alejados de la carne. Este chuletón 3D nació tras imprimir células de vacas por lo que es carne real.
Gracias a su tecnología, han conseguido imprimir células vivas de vaca que después incuban para que crezcan y conseguir un filete de carne 3D impresa con el sabor y la textura del vacuno.
La carne impresa en 3D: ¿es apta para el consumo?
No es el primer hito de esta empresa, pues en 2018 ya imprimieron carne en 3D, pero sin usar células de vacas vivas. Incluso se pueden añadir nervios y grasa para que sea más parecida a la carne que comemos diariamente.
En el caso concreto de esta carne impresa en 3D por Aleph Farms, estamos todavía ante un prototipo, por lo que su consumo todavía no está aprobado. Sin embargo, esta innovación, se presenta como una alternativa revolucionaria para ayudar a frenar el cambio climático.
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“Con la realización de este hito, hemos roto las barreras para introducir nuevos niveles de variedad en los cortes de carne cultivada que ahora podemos producir. Cuando miramos al futuro de la bioimpresión en 3D, las oportunidades son infinitas”, declaró Shulamit Levenberg, cofundadora de Aleph Farms.
También carne de origen vegetal en 3D
Sin embargo, existen ya tipos de carne impresa en 3D de base vegetal que sí se pueden consumir, como la carne vegana de la empresa Novameat, que también usan impresoras 3D.
Además aseguran que, aunque usan ingredientes vegetales, la apariencia, textura y sabor es igual a la carne que proviene de un animal. Crean microfibras que imitan a las fibras musculares de la carne.
El CEO de Novameat trabajaba en la impresión de órganos humanos para usos médicos cuando pensó que la textura era similar a la de la carne que consumimos. Así nació esta empresa que ya ha conseguido una producción industrial de 500 kilos de carne a la hora.
Los ingredientes que usan para estar carne impresa en 3D son: extracto de proteínas de guisante y arroz, algas, como el ingrediente del futuro; y zumo de remolacha en forma de colorante natural.
Además, esta carne vegana, creada mediante una impresora 3D, ya está a la venta para el consumo y cuesta alrededor de los 20 euros el kilo.
La contaminación de la industria ganadera y cárnica, en cifras
Las industrias cárnicas y ganaderas son las responsables del 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero, incluso por delante de la de transportes. Sorprende, pero la FAO, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, denuncia que la ganadería usa el 30% de la superficie de la tierra y ocupa un 33% de toda el área cultivable para producir forraje.
Pero para ser más conscientes de todos estos problemas, mejor poner un ejemplo tangible. Producir un kilo de carne de vacuno se necesitan cerca de 20.000 litros de agua y, además de ese gasto, como resultado se emiten 27 kilos de Co2 a la atmósfera.
Ahora que tienes estos datos y que has descubierto que la tecnología permite cuidar del medio ambiente imprimiendo carne, la pregunta es ¿te comerías un chuletón que ha salido de una impresora 3D? igual todo es acostumbrarse y ser responsable de nuestro actos sobre el planeta.
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