El llamado caso Pegasus, un preocupante espionaje cuyo impacto está aún por aclarar, pone de actualidad la necesidad de proteger nuestro móvil de hackers.
ha causado un terremoto institucional y, también, inquietud entre la población. ¿Estará alguien escuchando nuestras conversaciones?, ¿un desconocido tiene acceso a mis contactos?, ¿habrá entrado un hacker en nuestra cuenta bancaria? Estas son solo algunas de las dudas que nos asaltan ante casos así, inquietos ante la posibilidad de que nuestro teléfono móvil aloje un spyware.
El caso PegasusHay algunas pistas que nos pueden indicar que alguien ha tenido acceso a nuestro móvil y el caso Pegasus nos sirve de excusa para recordarlas.
pistas de que compartimos mÓvil con un hacker
En primer lugar, el malware suele usar códigos maliciosos que consumen mucha energía, así que ojo si notamos que nuestra batería se consume con más rapidez de la habitual.
También puede resultar sospechosa una súbita lentitud de nuestro teléfono móvil, así como la reiteración en fallos, bloqueos o reinicios inesperados. La alarma debe pasar de ámbar a rojo su detectamos movimientos inexplicables en nuestras cuentas online con ubicaciones inusuales o verificaciones de registros que no hemos realizado o aparecen mensajes de texto o llamadas desconocidas en nuestro registro.
Esta última señal puede significar que los hackers tratan de intervenir nuestro móvil con un troyano SMS para suplantar nuestra identidad y robar información personal nuestra o de nuestros contactos.
Si detectamos estos síntomas en nuestro teléfono móvil hay medidas que se pueden y deben tomar para no sentirnos como víctimas del caso Pegasus.
Prevención para no protagonizar un caso Pegasus
En primer lugar, antes de empezar a proteger cuentas, hay que eliminar cualquier malware que se haya infiltrado en el móvil. Para ello, hay que instalar un antivirus que busque y elimine software malicioso.
Es entonces cuando debemos actualizar contraseñas de nuestras cuentas online: bancarias, correos electrónicos, redes sociales, contraseñas de móvil o aplicaciones, etc. Conviene realizar, al mismo tiempo, una revisión de las transacciones realizadas con nuestras tarjetas de crédito en plataformas online por si, en el peor de los casos, nos vemos a notificar movimientos fraudulentos realizados por quienes hayan podido suplantar nuestra identidad.
Una vez contenido el fuego, debemos hacer lo necesario para que no se vuelva a reproducir.
no descargar aplicaciones al tuntún
Para ello, debemos evitar comportamientos como la descarga indiscriminada de aplicaciones, realizar modificaciones no autorizadas en el móvil, dejar nuestro dispositivo al alcance físico de cualquier sin supervisión o almacenar las contraseñas en el propio teléfono.
Hasta ahí lo que no debemos hacer. ¿Y qué es lo que tenemos que hacer? Pues nada especialmente difícil: utilizar siempre bloqueo de pantalla con contraseñas complejas o biometría, eliminar de cierta frecuencia el historial de internet, habilitar el servicio de búsqueda del móvil en caso de pérdida o robo, actualizar las aplicaciones y, para terminar con estas medidas básicas para no sentirnos protagonistas de un caso Pegasus, no utilizar redes Wi-Fi públicas sin red privada virtual (VPN).