“Ciencia en la calle” es una iniciativa del Museo de Ciencias Universidad de Navarra y de la Cátedra de Cultura Científica de la Universidad del País Vasco, para acercar a la ciudadanía la ciencia que hay detrás de nuestro día a día.
NorArte con el asesoramiento científico del personal investigador de la Universidad del País Vasco y la Universidad de Navarra.
A través de infografías, el proyecto muestra, en una exposición itinerante, la ciencia que hay detrás de la cerveza, una barra de pan, un coche, una fruta o un teléfono móvil. Las infografías han sido realizada por el estudio de ilustración científicaTodas estas piezas resultan interesantísimas y necesarias para una ciudadanía que, en especial después de la pandemia, se ha percatado de la importancia que tiene la ciencia para el desarrollo de la humanidad, incluso para su propia supervivencia.
De entre todas ella, que se pueden descargar en esta web, hemos elegido la que explica la ciencia que hay en nuestro teléfono móvil. Es mucha innovación la que llevamos en nuestro bolsillo y no somos conscientes de ellos, pensando que lo más disruptor que nos ofrece nuestro «smartphone» es la última aplicación para compartir las fotografías de nuestras vacaciones.
ciencia en nuestro teléfono móvil
Es difícil saber de todo en un mundo de complejidad abrumadora pero sí conviene tener, aunque sea, unas ligeras nociones de conocimiento científico, por cultura general y por necesidad para desarrollar un pensamiento crítico. Es precisamente la ignorancia la que da pie a fenómenos como la desinformación y alimentan teoría disparatadas como las de los antivacunas o las que ven una relación entre cáncer y el uso del teléfono móvil, cuestiones ambas que no hallan ningún respaldo en la evidencia científica.
Sobre los posibles efectos perniciosos de las ondas electromagnéticas utilizadas por nuestro teléfono móvil da cuenta la infografía que reproducimos en este texto. Una vez más, insiste en que la radiación de los teléfonos móviles es no ionizante y está en el rango de las radiofrecuencias que se usan principalmente para aplicaciones en telecomunicaciones, como teléfonos móviles, en televisiones y radio.
El móvil y el microondas son los protagonistas habituales de este tipo de bulo pseudocientífico. Pero de fondo subyace una teoría de la conspiración mucho más antigua y extendida: las ondas son tan invisibles como malas. Hay quien cree que los cables eléctricos generan ondas que dañan nuestra salud. Otros desarrollan alergias al wifi. Y hay quien ha dado ya la voz de alarma ante el despliegue de la infraestructura 5G. Y eso a pesar de que la evidencia científica de que el microondas nos deje estériles o el 5G genere tumores en el cerebro es nula.
Sobre las consecuencias negativas que el mal uso de nuestro teléfono móvil sí puede tener sobre nuestra salud da cuenta también esta pieza infográfica. Nada tienen que ver con el cáncer y mucho con dependencia, problemas musculares, malas posturas o condicionamiento de nuestras relaciones personales.
Más allá de estas cuestiones, la ilustración sobre el desarrollo de las distintas tecnologías de red, cada vez más eficientes, o de los diversos componentes que dan forma a nuestro teléfono móvil nos permite hacernos una ligera idea del descomunal trabajo de innovación que equipos de científicos y tecnólogos de todo el mundo han desarrollado durante años para que hoy podamos retuitear el último bulo viral. Mejor compartamos ciencia.