Dicen que cuando los primeros espectadores fueron testigos de una de las obras cinematográficas pioneras de la historia: ‘La llegada del tren’, de 1895, éstos huyeron espantados de la sala de proyección, convencidos de que el tren «saldría» de la pantalla y les atropellaría a todos ellos.
Desde entonces, el cine ha seguido siendo un arte en permanente renovación, que nos ha traído experiencias inolvidables con sus historias y su narrativa. Ahora, como sucede con todos los ámbitos de nuestra vida, vive una nueva oportunidad de reconvertirse gracias a las innovaciones tecnológicas. Y, de todas ellas, la realidad virtual parece uno de esos grandes instrumentos con los que está «condenada» a entenderse.
¿Qué supone la realidad virtual para el mundo del cine?
La realidad virtual nos ofrece experiencias inmersivas en las que sumergirnos completamente en un escenario tan espectacular, tétrico o fabuloso como el creador de ese vídeo quiera. Así pues, ¿cómo no iba a confluir con la gran industria que, de una manera más figurada, también nos ha hecho vivir historias como si fuéramos testigos directos de las mismas? Parece evidente que un arte como el cine puede vivir una renovación profunda gracias a las posibilidades que le ofrece este instrumento.
No son pocas las voces que aseguran que la actual industria cinematográfica está en crisis. Hace unos años, la televisión era la hermana «fea» del cine, presupuestos más bajos y la búsqueda de un target comercial obligaban a mantenerse dentro de ciertos límites. Pero ahora, vivimos una época dorada en la televisión, una situación que contrastaría con la de la gran pantalla.
Las cifras de recaudación siguen batiendo récords, con 38.600 millones de dólares durante 2016. Pero podría existir una crisis de ideas que estaría afectando a los productos. O una falta de confianza en ideas nuevas. Lo cierto es que muchos de los nombres que triunfan en la actualidad son franquicias de títulos que se prolongan en el tiempo, adaptaciones de cómics, de novelas, remakes de éxitos del pasado…
Es por ello que la realidad virtual puede suponer un universo nuevo con grandes posibilidades. Eso sí, plantea también nuevos retos que los cineastas deberían tener en cuenta. Como, por ejemplo, un cambio en la narrativa.
La posibilidad de que un espectador esté envuelto en la burbuja de VR supone que puede girar su cabeza hacia derecha o izquierda. Es decir, el director de la película ya no podría «dirigir» el foco de la mirada solo y exclusivamente hacia donde él quisiera, sino que tendría que prestar dedicación a esos espacios que dejarían de ser secundarios y que podrían llamar la atención del espectador.
Estimulantes y muy llamativas, así son todas las noticias que nos llegan sobre la realidad virtual y el cine y que nos plantean un nuevo modelo de negocio. La experiencia inmersiva e interactiva es demasiado suculenta como para dejarla escapar.
Salas de cine
Las experiencias de cine en realidad virtual van llegando poco a poco a nuestras ciudades, reconvirtiendo las clásicas salas de exhibición en laboratorios en los que disfrutar de vivencias nuevas.
En marzo del año pasado se inauguró en Amsterdam VR Cine. Se trata de una sala de exhibición en la que las butacas son giratorias. No hay una pantalla gigantesca. Sino unas gafas de realidad virtual Samsumg Gear VR y unos auriculares que completan el equipo que cada espectador necesita. Cuando se inauguró, el precio de la entrada costaba 12,50 euros, más que la entrada a una sala convencional. En junio de ese mismo año, París también se apuntaba a esta nueva tendencia. La empresa Pickup VR Cinema también abría sus puertas usando la tecnología de Samsung Gear VR.
Por su parte, IMAX inauguraba en febrero de este año su primera sala de cine en realidad virtual. Y lo hacía en Los Ángeles. Es una instalación con 14 espacios para poder ver diferentes clips sobre películas ya estrenadas o cortometrajes que experimentan con la realidad virtual, un género que crece. IMAX es una de las empresas más destacadas del panorama cinematográfico y siempre ha apostado por ofrecer una experiencia lo más inmersiva posible en sus diferentes salas. Un sonido que «vibra», remasterización de las imágenes, alta resolución… A estos instrumentos hay que sumar ahora el VR.
Relevantes empresas
Tenemos un gran número de empresas que están trabajando para unir dos universos como el cine y la realidad virtual, experimentando con todas las posibilidades.
New Horizons VR es una productora española de contenidos de realidad virtual y rodajes 360º. Trabajan haciendo todo tipo de contenidos y sus piezas publicitarias se han hecho muy populares. Audi, El Corte Inglés, El País, Coca Cola, Iberdrola o incluso Antena 3 Noticias han sido algunos de sus clientes. Además estarían trabajando en una experiencia novedosa como seria la serie en VR ‘Assasin’s Amnesia’, una obra en 20 capítulos con la que el director Julio Medem se metería de lleno en este formato.
‘Raising a Rukus’ es la primera serie animada en VR. Nos llega de la mano de VCR (The Virtual Reality Company) y está pensada para el público infantil. Se trata de un interesante producto que incorpora además interactividad pues el usuario podrá tomar algunas decisiones sobre lo que sucede en la trama. El propio Steven Spielberg estaría asesorando a esta compañía. Uno de sus trabajos relacionados con el mundo del cine fue ‘The Martian: VR Experiencia’, una pieza grabada en realidad virtual que nos sumerge en los escenarios de la película.
Hace poco, Facebook cerró Oculus Story Studio, la división de Oculus para la producción de cine en formato de realidad virtual que había creado cortos como ‘Henry’, premiado con un Emmy en la 68 edición de la gala.
Una presencia que crece
Los grandes festivales del mundo del cine se está rindiendo también a los encantos de esta evolución. Sundance siempre ha sido un lugar para descubrir nuevos talentos y apostar por lo diferente. En su última edición, presentó The VR Palace, un espacio creado especialmente para obras de realidad virtual, que fueron presentadas dentro de la sección New Frontier. Y es que el VR tuvo un protagonismo especial, con piezas como ‘Dear Angelica’, ‘Miyubi’ o la instalación ‘Life os Us’.
El Festival de Venecia también se muestra entusiasmado con este nuevo instrumento que puede cambiar el mundo del cine. Su director, Alberto Barbera, habla de «revolución tecnológica que está cambiando la experiencia audiovisual tal y como estaba concebida desde la invención del cine«. Para contribuir a su promoción, ha creado una nueva sección, una competición en la que participarán 22 proyectos.
Uno de los festivales más populares de nuestro país es el de Sitges. Desde 2016, la realidad virtual se ha convertido en un elemento fijo en su programación. No en vano, el cine de terror es uno de los que parecen encontrar un gran aliado en el mundo de la realidad virtual. Así, por ejemplo, se proyectaba ‘Catatonic’, un corto en VR sobre la visita a un manicomio con el que se podía ir más allá. Había cola para probar una experiencia mucho más inmersiva: dos sillas de ruedas, un motor que las hiciera vibrar e incluso azafatas vestidas de enfermeras.
La realidad virtual abre las puertas a un mundo nuevo en las aventuras audiovisuales que nos encanta vivir. Una mayor inmersión que, eso sí, obliga a más interactividad. ¿Cómo seguirá evolucionando el mundo del cine?
Imagen | iStock AGrigorjeva
En Nobbot | Realidad aumentada para personas con discapacidades extremas