¿Limpiar y mantener la casa ordenada no es tu fuerte? No te preocupes, llegan las clean influencers, verdaderas expertas en limpieza dispuestas a enseñarte los trucos para hacerlo todo de una manera fácil, rápida y sin esfuerzo.
Los influencers más famosos son los relacionados con la moda, pero también aquellos que se dedican a los videojuegos, los viajes o la comida no pueden quejarse en cuanto a fama y dinero. Con tanta competencia ya no es fácil hacerse notar en el mundillo digital. A menos que descubras un área de influencia nueva y lucrativa. Así nacen las clean influencers, personas que publican fotos y vídeos sobre cómo limpian.
Esta nueva categoría surgió de la tendencia más amplia de los gurús del lifestyle y el bienestar. Hoy las clean influencers están acumulando millones de visitas y una cantidad impensable de patrocinadores entre libros y líneas de productos de limpieza. Según una encuesta de Hexaresearch, el mercado mundial de detergentes para el hogar vale unos 28.000 millones de dólares y se espera que crezca un 4,4% para 2025.
Las clean influencers arrasan en YouTube, donde publican vídeos de limpieza extrema, subiendo cada día el listón de la suciedad imbatible. Instagram también está lleno de hashtags como #cleaningobsessed o #cleaningtime.
Sophie Hinchliffe cuenta con 2,7 millones de seguidores. Todos dispuestos a escuchar sus consejos para que la casa brille. Su gran colección de artículos de limpieza se guarda en un armario llamado Narnia. Melissa Maker, de Toronto, tiene más de un millón de suscriptores a su canal de YouTube, ‘Clean My Space’. Y su colega Megan Hickman reveló que, gracias a las entradas generadas por su canal, logró comprarse casa. La española Alicia Iglesias se define como ‘organizadora profesional’ y presume de 95.000 seguidores en su cuenta @ordenylimpiezaencasa.
un sector femenino
Esta tendencia vive su mayor éxito en Inglaterra. Allí triunfa Lynsey, Queen of Clean. En su perfil, que cuenta con 160.000 seguidores, es posible descubrir el mejor suavizante para las sábanas. Pero también muchos pequeños trucos caseros que pueden aligerar las tareas diarias. Como verter unas gotas de aceite esencial en el papel higiénico para asegurarse un baño siempre perfumado.
Normalmente, en los tutoriales, desde los de maquillaje a los de tecnología, los seguidores buscan consejos prácticos. Por el contrario, los followers de las clean influencers disfrutan simplemente con ver a alguien ordenando su casa. Ahora bien, estamos en 2019, por suerte ya hablamos con insistencia de independencia femenina e igualdad de géneros. Sin embargo, estas mujeres están logrando el éxito gracias a su actividad de amas de casa. ¿Cómo ha podido pasar?
Aparentemente, son sobre todo los millenials quienes sienten la necesidad de vivir en una casa más limpia y ordenada. ¿El motivo? Volver a encontrar un poco de calma y estabilidad interior gracias al entorno externo. Tal como viene profesando desde hace años la primera referencia de todo este mundo, Marie Kondo.
La simpática chica japonesa le dio al mundo la esperanza de poder vivir en un ambiente ordenado y organizado al milímetro con su libro ‘La magia del orden’ . Y, de hecho, su método funciona, especialmente en las redes sociales, donde prosperan las fotos de cajones perfectamente ordenados por tipo, género y color. El éxito de Kondo ha sido tan fuerte que Netflix le dedicó una serie.
Las clean influencers también enseñan a meditar
Stephanie Baker, profesora de sociología en la City University of London y autora de un libro sobre los gurús del estilo de vida, dijo a la revista ‘Atlantic’: «Hay algo más que el deseo de una casa limpia. Se trata de crear un entorno estructurado donde prosperar”. Las clean influencers, asegura, son la última evolución del «movimiento de superación personal, que se originó en el siglo XIX. Y que ha crecido enormemente a finales del siglo XX con las revistas sobre el estilo de vida y los programas de transformación personal».
A los que les acusan de haber recuperado el viejo estereotipo de mujer ama de casa, las clean influencers aseguran ser feministas. Según ellas, las tareas domésticas caen dentro de la esfera más amplia del trabajo independiente. Un trabajo que, argumentan, es bueno para la salud mental y física. De hecho, los estudios muestran que las personas desordenadas tienen niveles más altos de cortisol, la llamada ‘hormona del estrés’. La limpieza también puede ayudar a combatir la ansiedad gracias a sus gestos repetitivos. La psicóloga Reid Wilson también explicó en un libro que las personas pueden encontrar alivio de la ansiedad simplemente mirando a otros limpiando.
Emblemática es la historia de Shelly Hendy, quien cuenta que se curó de una depresión gracias a los vídeos de Sophie Hinchcliffe. Ahora Shelly tiene su propio perfil de Instagram, @MissHendyHome, y «ha encontrado una manera de refugiarse del caos del mundo, a través del gesto simple y universal de realizar las tareas del hogar», explica. Siguiendo los pasos de otras cuentas, como @Mancleany y @cleaning_my_anxiety_away, pudo también hablar abiertamente sobre sus problemas de salud mental. Además, el orden suele ser mucho más ‘instagrameable’ que el caos.
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Imágenes | @lynsey_queenofclean/Instagram