Te enseñamos cómo hacer el cubo de Rubik

Consejos y trucos

¿Quién no ha tenido un cubo de Rubik en su casa? Pese a su popularidad, este rompecabezas es relativamente nuevo. Lo inventó el escritor y arquitecto húngaro Erno Rubik en 1974, y en 1980 batió todos los récords de ventas de ‘juguetes’. Actualmente sigue siendo el más popular del mundo con más de 450 millones vendidos en 2023. Su mecanismo es simple, sus soluciones no y, quizás eso explique el éxito de este juego en un momento en el que asistimos al imparable ascenso de la realidad virtual o los juegos de realidad aumentada como primera elección para nuestro ocio. Una popularidad creciente que se traduce incluso en competiciones profesionales. Sin embargo, lo analógico sigue teniendo su público, como demuestra este diabólico cubo.

En este artículo te enseñamos a resolver el cubo de Rubik en siete pasos, explicaciones gráficas incluidas. Advertimos que puede llevar tiempo y frustración. Si ves que el cubo se queda corto como reto, aquí tenemos algunos acertijos matemáticos.

Índice

  1. Así funciona el cubo de Rubik
  2. Resolución de la cruz superior
  3. Completar la cara superior
  4. Completar la segunda capa
  5. Conseguir una cruz en la cara amarilla
  6. Extender la cruz a la última capa
  7. Colocar los últimos vértices
  8. Girar los vértices

Así funciona el cubo de Rubik

Muchos de nosotros nunca hemos desmontado uno. Por tanto, no hemos podido ver la sencillez de su mecanismo. Este juguete científico usa 27 piezas para funcionar:

Hay diferentes tipos de cubos, este que vemos es un cubo de rubik 3×3, el más popular, pero existe el cubo de rubik 2×2, 4×4 y hasta 7×7. Para no iniciados, bastará cualquiera que no se atasque, como el Goliath. En el siguiente nivel tenemos la solución magnética de MoYu. Si queremos cubos de récord mundial, entonces el Roxenda Gan 356.

Sigue nuestro paso a paso para armar el cubo de Rubik lo más rápido posible:

Paso 1. Resolución de la cruz superior (blanca)

Usaremos el siguiente código de colores:

Ahora que sabemos cómo es el cubo en líneas generales y tenemos uno entre manos, vamos a desordenarlo. Como queramos. La idea es darle un par de vueltas para empezar con un cubo algo caótico. El primer paso es resolver la cruz superior, dejándola de color blanco como arriba.

Lo que viene a continuación son los diferentes casos que podemos encontrarnos. Usamos los colores azul y rojo, pero es válido también para el verde y el naranja, que son sus opuestos respectivos.

Caso 1. Arista en la capa inferior con el blanco hacia abajo.

Caso 2. Arista en capa inferior con el blanco hacia un lado.

Caso 3. Arista en la capa intermedia. Si nos damos cuenta, el final de este paso es el caso 1 de arriba. A veces ocurren estas cosas y hay que volver a pasos anteriores. Os avisaremos cuando ocurra.

Paso 2. Completar la cara superior

Hasta aquí ha sido bastante fácil, aunque ahora se complica un poco (no mucho). Pero no os preocupéis que veremos todos los pasos necesarios y todos los casos posibles para completar la cara superior, blanca.

Caso 1. El vértice tiene el color blanco en la cara frontal.

Caso 2. El vértice tiene el color blanco en la cara derecha.

Tendremos que repetir cada uno de estos pasos con cada uno de los colores que no vayan junto al blanco.

Paso 3. Completar la segunda capa

Ahora que ya tenemos la primera capa resuelta, vamos a dar la vuelta al cubo y a poner la cara blanca y completa en la parte de abajo. Así podemos trabajar sin que lo que ya hemos resuelto nos distraiga. Para variar un poco, ahora veremos otros dos colores (verde y naranja). Vamos a completar el segundo nivel o capa, llamado también nivel central.

Caso 1. La arista queda a la derecha del hueco donde va.

Caso 2. La arista queda al lado izquierdo de donde va. Su resolución es simétrica a la anterior:

Paso 4. Conseguir una cruz en la cara amarilla

Ya tenemos la cara blanca completa, así como el siguiente nivel terminado. Pero todavía nos falta una fila entera, y completar con ello la cara amarilla. Para ello, empezamos a dibujar una cruz amarilla en esta cara:

Caso 1. Hay dos aristas opuestas bien orientadas.

Caso 2. Hay dos aristas contiguas bien orientadas.

Caso 3. Todas las aristas están mal orientadas. En este caso, hay que seguir los dos pasos anteriores seguidos pero metiendo entre ellos el giro de 180º de la cara amarilla:

¿Y si mi cubo no presenta ninguno de estos casos? Pues entonces tienes un problema porque en algún momento alguien desmontó el cubo y lo montó mal. Es matemáticamente imposible que un cubo bien fabricado no pase por estos tres últimos casos. Hay cubos por menos de 8 euros envío incluido…

Paso 5. Extender la cruz a la última capa

¡Ya casi tenemos el cubo! Pero no nos distraigamos que todavía quedan algunos pasos. Ya hemos conseguido una cruz amarilla pero ahora tenemos que hacer coincidir las aristas con las caras correspondientes.

Caso 1. Ya hay dos aristas adyacentes en su sitio y dos que no lo están.

Caso 2. Dos aristas opuestas están en su sitio, pero las otras dos no. En este caso seguimos todas las instrucciones del caso 1 menos el último movimiento… con lo que llegamos al caso 1 de nuevo.

Paso 6. colocar los últimos vértices (sin orientar)

Este penúltimo paso puede descolocar mucho porque vamos a colocar cada vértice en su sitio pero no tiene por qué estar girado del modo correcto cuando lo terminemos. Como en cada paso, hay algunos casos distintos.

Caso 1. Un vértice está en su sitio y los otros 3 se deben intercambiar en sentido horario.

Caso 2: Un vértice está en su sitio y los otros 3 se deben intercambiar en sentido antihorario. El procedimiento es simétrico al anterior:

Otro caso distinto. Hay muchos más movimientos que resuelven otros casos. Si no queremos aprenderlos, podemos usar primero uno de los casos anteriores y luego el otro. Eventualmente llegaremos a poder usar uno u otro para resolver este paso. Es cuestión de repetir un par de veces la jugada.

Paso 7. Girar los vértices para terminar el cubo

Ya casi hemos terminado. Es posible (pero no probable) que al llegar a este punto tengamos el cubo resuelto. Sin embargo, es casi seguro que alguna o todas las esquinas de la cara amarilla estén giradas y no sepamos cómo hacer para que se orienten bien. Aunque de nuevo hay muchas técnicas, aquí una sencilla para girar los vértices del cubo de Rubik.

Una vez hayamos terminado de girarlos todos, tendremos nuestro cubo terminado. ¿Que no? Pues una de dos, o bien el cubo tiene algún defecto o te has saltado un paso. Siempre queda la alternativa de desmontarlo y montarlo completo. O incluso pintar las caras (nosotros no nos chivaremos).

Y, si esto es demasiado texto para ti, aquí tienes un ilustrativo vídeo para resolver el cubo de rubik 3×3.

Imágenes | iStock/neilkendall, iStock/Kenishirotie, Marcos Martínez @euklidiadas

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