Los datos son la segunda fuente de “energía” de nuestros smartphones. Si se nos acaba la batería, no podemos usar el móvil. Pero si se nos acaban los datos, gran parte de la funcionalidad del terminal también se ve reducida o anulada.
Es cierto que las operadoras como Orange incluyen modalidades de acceso con varios “gigas”, pero también que durante los últimos años hemos asistido a una explosión en el consumo de datos móviles, en especial por la extensión de la cobertura 4G.
Con tarifas de datos de 8GB o superiores podemos tener un cierto grado de tranquilidad, salvo que no tengamos acceso sistemáticamente a redes WiFi y hagamos un uso habitual del móvil como punto de acceso para otros dispositivos e incluso ordenadores. Por ello, no está de más que conozcamos algunas técnicas para saber cómo y cuándo consumimos los datos en el terminal.
QUÉ SON LOS DATOS MÓVILES
Los datos móviles son los datos que se usan para conectarnos a internet desde el smartphone, gracias a los que podemos navegar, subir y descargar archivos. El plan de datos debe contratarse con una operadora móvil, que será la que establezca el límite mensual de datos, aunque también se puede configurar el consumo desde los ajustes de nuestro móvil o con diferentes apps.
PREcauciones Básicas
Pueden parecer un tanto simples, pero de no tenerlas en cuenta pueden arruinarnos un mes de nuestro plan de datos. Así, si vamos a usar el punto de acceso móvil para conectar el ordenador, desactivaremos las actualizaciones automáticas. De otro modo, podemos encontrarnos con incluso más de 1GB de datos consumidos en poco tiempo. Las conexiones 4G son muy rápidas, con más de 50 Mbps de bajada, y en unos pocos minutos de descuido podemos tener un descalabro importante.
Otro tanto de lo mismo si usamos el punto de acceso para conectar una tableta u otro móvil. Las actualizaciones automáticas serán nuestro mayor enemigo. Si cambiamos de móvil, tampoco es conveniente empezar el proceso de inicialización si no se tiene a mano una red WiFi. La restauración de contactos o aplicaciones puede suponer un consumo de datos que deje temblando nuestra tarifa de datos y nos deje a merced de los temidos 128 Kbps o menos con los que contamos cuando se agotan los datos.
También es conveniente recordar que, en algunos casos, existe un modo automático de contratación de más datos cuando se agota la tarifa estándar, así que no está de más comprobar que la tenemos deshabilitada, para evitar un cargo extra; o habilitada, si nuestra prioridad es la velocidad.
La información es poder
En este caso, conocer en qué se nos van los datos es fundamental para que nuestra tarifa se aproveche de la mejor manera posible. E incluso para saber si es factible contratar menos datos en caso de que nos sobren de forma sistemática a fin de mes.
El primer paso será instalar las herramientas que nos proporcione el operador para gestionar nuestro contrato. En el caso de Orange, por ejemplo, tenemos la aplicación Mi Orange, desde la cual tenemos acceso a datos de consumo de nuestra tarifa “a vista de pájaro”. Es decir, nos da una visión global de los datos consumidos totales y por día.
Además, desde aquí podemos configurar opciones tales como la de “Mas Megas”, para comprar más datos a máxima velocidad en el caso de que nos quedemos con la velocidad básica.
Lo datos en tiempo casi real
La aplicación del operador es de gran utilidad, pero si queremos controlar y saber por dónde se nos escapan los megas, tendremos que recurrir a las opciones del sistema operativo o a aplicaciones de terceras partes que nos den más detalles sobre el acceso de nuestro smartphone a Internet.
Aquí dependemos del fabricante del terminal y la versión del sistema operativo o la capa de personalización, pero, en general, en todos los dispositivos habrá opciones para indagar en las estadísticas de consumo de datos, tanto a nivel global como de aplicaciones, con opciones para limitar el consumo de datos y alertas de tráfico.
El primer lugar al que podemos acudir es a las opciones dedicadas a las Conexiones inalámbricas y redes. El móvil utilizado en esta ocasión es un Huawei con Android 8 y capa de personalización EMUI, aunque como decimos, las opciones no deberían diferir mucho entre dispositivos. A malas, siempre se podrá recurrir a una app específica como las que comentaremos más adelante.
Básicamente, el consumo de datos de nuestro dispositivo viene dado por las aplicaciones que estemos usando. Ojo: no solo las que tengamos en activo, sino también las que se quedan en segundo plano. Las aplicaciones del sistema encargadas de ayudarnos a saber en qué consumimos nuestra tarifa básicamente desglosan el consumo entre WiFi y 3G/4G y, dentro del consumo total, ofrecen datos sobre el consumo de cada aplicación y opciones para deshabilitar el acceso a Internet en segundo plano; o a definir si la aplicación se conectará solo mediante WiFi o también mediante datos móviles; o a establecer un límite máximo de consumo, de modo que, por encima del mismo, los datos no funcionen.
Dentro de Datos móviles encontraremos los apartados de monitorización y control de acceso a Internet, con opciones para conocer el ranking de tráfico (qué apps consumen más), las aplicaciones en red que están conectadas a Internet tanto por WiFi como por 3G/4G, así como opciones para activar el economizador de datos, que detrás de este nombre esconde únicamente la opción de que las apps no se conecten a Internet en segundo plano.
Para gestionar las alertas y el límite de consumo, usaremos las opciones de configuración, a las que accederemos a través del símbolo del engranaje en la esquina superior derecha. Es ahí donde elegimos el límite del consumo de datos, las alertas diarias y si queremos que el tráfico se corte o no al llegar al límite.
Para conocer cuántos datos y cuándo se han usado por cada aplicación, podemos ir al ranking. Si pulsamos en cada aplicación, accederemos a los detalles concretos sobre el consumo de datos por día.
Como se puede ver, tenemos opciones para habilitar o deshabilitar el uso de datos en segundo plano, los datos en itinerancia o directamente el uso de datos móviles completamente para cada app.
Como casi siempre, podemos llegar al mismo lugar por diferentes caminos. En este caso, si usamos la opción Aplicaciones en red llegamos a un menú donde podemos desactivar en bloque los datos en segundo plano o los datos en itinerancia, o el uso de los datos o la red WiFi para acceder a la red desde las apps instaladas o del sistema.
Otra forma de llegar a los ajustes de datos para cada app es a través de las opciones de configuración de las propias aplicaciones, donde, además de los menús para permisos, detener la aplicación, desinstalarla o ver cuánto espacio de almacenamiento usa, tenemos un menú para los datos donde llegamos a las opciones de configuración mencionadas anteriormente.
Conviene recordar que este ejemplo es para un terminal Huawei con EMUI 8, pero en terminales Android o incluso iOS, las opciones de monitorización de datos estarán dentro de epígrafes con nombres similares.
Aplicaciones dedicadas
Además de las opciones del sistema, también hay aplicaciones específicas de monitorización. La propia Google tiene Datally, con una interfaz amigable e intuitiva donde encontraremos información del uso de datos de apps, con opciones para economizar el uso de Internet a través de la activación de una red VPN.
Datally permite tener una burbuja de información en tiempo real sobre el uso de datos de las apps, así como un listado de redes WiFi cercanas y abiertas para facilitar el acceso a Internet sin usar los datos móviles.
Otra app es My Data Manager, con opciones para configurar el día de inicio de nuestro plan de datos para llevar una cuenta exacta de lo que nos queda por consumir. También tiene estadísticas de uso y alarmas para notificarnos si estamos consumiendo muchos datos, nos quedan pocos, etcétera.
Si queremos ahorrar datos consumidos eliminando la publicidad de la navegación, podemos recurrir a Opera Mini. Este navegador también usa su propia VPN para acceder a la red y bloquea anuncios automáticamente. Muy práctico, al mismo tiempo que ofrece estadísticas sobre cuántos megas nos hemos ahorrado.
Por opciones que no quede. Lo importante es recordar que hay opciones para conocer cómo y cuándo consumimos datos, y establecer políticas de restricción de consumo o alertas para llevar un seguimiento al día y evitar que nos quedemos sin gigas a mitad de mes. Cuestiones básicas como no usar el punto de acceso WiFi más allá de lo necesario o usar aplicaciones que nos permitan consumir menos datos (la descarga de mapas de navegación offline, por ejemplo), son también importantes.
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