Un informe del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI) confirma una brecha digital clara en España en función de la edad, los ingresos y el nivel formativo. Con respecto a Europa, las competencias digitales de los españoles no desmerecen.
La transformación digital que gobiernos de medio mundo ansían necesita de mucha tecnología, pero, sobre todo, del desarrollo de competencias por parte de sus ciudadanos. Es decir, de una población que sepa usar esas tecnologías y les saquen partido en su vida familiar, laboral y académica.
De hecho, dotar de estas competencias digitales a los españoles es uno de los objetivos clave del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia, anunciado por el Gobierno español en abril. Este programa pretende movilizar en ayudas directas de la UE hasta 70 000 millones de euros en los próximos años.
¿Cuáles son las competencias digitales de los españoles? ¿Qué ciudadanos están más avanzados en materia de digitalización y cuáles se están quedando atrás? ¿Cómo estamos con respecto a Europa y otros países del mundo?
A estas preguntas intenta responder el informe del ONTSI, adscrito a la entidad pública Red.es, y que se basa en el análisis de datos de la población internauta en 2020 recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Buen nivel buscando información y comunicando
Por tipos de competencias digitales, la amplia mayoría de españoles (84,8%) tienen una competencia avanzada en el manejo y gestión de la información digital. Es decir, a la hora de copiar o mover archivos y carpetas y encontrar información en internet relacionada con la salud y sobre bienes y servicios determinados. Un porcentaje parecido (83,5%) también se maneja muy bien a la hora de comunicar. Esto implica enviar y recibir emails, participar en redes sociales y hacer llamadas por internet, entre otras cosas.
Más problemas tienen los internautas de este país cuando toca resolver problemas, como transferir archivos entre dispositivos, instalar software, cambiar configuraciones y realizar compras y ventas online. En este apartado, el índice de competentes plenos desciende al 67,9%, es decir, dos de cada tres personas.
Y más bajo si cabe es el porcentaje de personas que muestran suficiente manejo cuando se pregunta por el uso de software. No llegan a la mitad (49,4%) las personas que, por ejemplo, muestran dominio a la hora de usar procesadores de texto, hojas de cálculo y editores de fotos y vídeos. O, yendo más allá, son capaces de crear estos documentos o escribir código en un lenguaje de programación.
Los autónomos y freelancers tienen Mayores competencias digitales
El informe de ONTSI también analiza las competencias digitales en función de la ocupación de los españoles. Y aporta datos reveladores. Así, destaca que las personas ocupadas por cuenta propia (freelancers y autónomos) tienen un nivel de competencias digitales avanzadas superior al que exhiben los trabajadores por cuenta ajena (52,6% frente a 39,3%).
Otros parámetros que marcan a las claras los niveles de digitalización de la población son la edad, el nivel educativo y los ingresos. Así, los jóvenes y las personas de mayor nivel educativo y con rentas altas tienden a tener competencias digitales de mayor cualificación.
En concreto, están más extendidas entre las personas de 16 a 24 años (75,7%), la población estudiante (83,3%) y las personas con educación universitaria (70,2%). También el poder adquisitivo es determinante, y un 73% de las personas que cuentan con rentas mensuales de 3000 € o más también exhiben unos niveles altos de competencia digital.
En el otro extremo están los individuos con menor nivel de competencias digitales. Son los mayores, pensionistas y personas con menor nivel de estudios y renta, que muestran, en general, más dificultad para lidiar con las nuevas tecnologías.
Las competencias digitales bajas se dan en mayor medida entre la población mayor de 55 años, entre quienes se dedican a labores del hogar y entre los pensionistas. Y también en personas con un nivel de estudios inferior a la segunda etapa de secundaria y en aquellas que cuentan con renta inferior a los 1600 € mensuales.
Brecha digital evidente
Por lo tanto, las cifras del informe del ONTSI detectan una brecha digital evidente, y muestran una población internauta en España que está escindida en dos. Por un lado están los usuarios de la red que por una mayor formación y recursos y una menor edad muestran competencias avanzadas. Y, por otro lado, se sitúan las personas mayores con bajos ingresos y menos formadas, que se quedan en niveles de competencia básicos.
¿Y cómo están los internautas españoles frente a los de otros países? Pues, en lo que se refiere a la media europea (UE 28), los ciudadanos de este país muestran unas capacidades bastante similares. En las competencias de buscar información y comunicar, la igualdad es manifiesta.
Donde los internautas locales se quedan por detrás de los europeos es en la resolución de problemas (como instalar un programa o una app, por ejemplo) y en el uso de software, como un procesador de texto o una hoja de Excel. En estas dos últimas competencias, la desigualdad es de 2,5 y 3,2 puntos porcentuales, respectivamente.
En general, los jóvenes y trabajadores españoles están en línea con Europa en competencias digitales. Y donde se vuelve a notar la diferencia es, otra vez, entre los mayores, jubilados, parados y personas poco formadas o con bajos ingresos. De hecho, la peor comparativa se la llevan los jubilados españoles, que están 15 puntos por debajo de la media europea en resolución de problemas y 12 puntos menos en actividades relacionadas con el software.
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