La Comisión Europea ha seleccionado un consorcio de empresas e institutos de investigación para estudiar el diseño de la futura red europea de comunicaciones cuánticas, EuroQCI.
Esta red permitirá una comunicación ultrasegura entre infraestructuras críticas e instituciones gubernamentales en toda la Unión Europea.
El consorcio europeo liderado por Airbus está compuesto por Leonardo, Orange, PwC Francia y Magreb, Telespazio (una empresa conjunta de Leonardo y Thales), el Consiglio Nazionale delle Ricerche (CNR) y el Istituto Nazionale di Ricerca Metrologica (INRiM).
El EuroQCI integrará tecnologías y sistemas cuánticos en redes de comunicación de fibra óptica terrestres e incluirá un segmento espacial que garantizará una cobertura total en la UE y otros continentes. En última instancia, esto permitirá proteger los sistemas de cifrado y las infraestructuras críticas de Europa, como las instituciones gubernamentales, el control del tráfico aéreo, las instalaciones sanitarias, los bancos y las redes eléctricas frente a las amenazas cibernéticas actuales y futuras.
Desde junio de 2019, 26 Estados miembros han firmado la Declaración EuroQCI, acordando trabajar junto con la Comisión, con el apoyo de la Agencia Espacial Europea, hacia el desarrollo de una infraestructura de comunicación cuántica que cubra toda la UE.
El plan a largo plazo es que EuroQCI se convierta en la base de una Internet cuántica en Europa, conectando computadoras cuánticas, simuladores y sensores a través de redes cuánticas para distribuir información y recursos con un método de seguridad de vanguardia.
comunicación cuántica y claves indescifrables
El primer servicio en utilizarlo será la distribución de claves cuánticas (QKD). El servicio QKD transmitirá claves de cifrado a través de canales de comunicación cuántica en enlaces de fibra óptica terrestre y láser espacial. El uso de estados de fotones cuánticos hace que la distribución de claves sea inmune a las vulnerabilidades, a diferencia de los métodos actuales.
El estudio de 15 meses establecerá los detalles del sistema de extremo a extremo y diseñará el segmento terrestre que respalda el servicio QKD (Continuous Variable Quantum Communications). Desarrollará una hoja de ruta de implementación detallada, incluido el costo y el cronograma de cada fase de implementación. Además, el estudio ayudará a la Comisión Europea a diseñar una infraestructura avanzada de validación y pruebas de QCI que incluya nuevos estándares. El objetivo es ejecutar un demostrador EuroQCI para 2024 y un servicio operativo inicial para 2027.
El proyecto europeo CiViQ se centrará en resolver estos desafíos desarrollando sistemas QKD flexibles y de bajo coste que puedan integrarse fácilmente en las infraestructuras de telecomunicaciones emergentes. A su vez, buscará nuevos sistemas y protocolos de criptografía cuántica, con el objetivo final de ofrecer servicios accesibles e innovadores a individuos, industrias e instituciones, y así satisfacer las necesidades de un mercado seguro de telecomunicaciones.
El consorcio se beneficiará de la complementariedad de sus miembros, que incluyen grandes integradores de sistemas, operadores de telecomunicaciones y satcom y proveedores de servicios, además de institutos de investigación. El estudio aprovechará y fortalecerá las contribuciones existentes en varios proyectos cuánticos realizados por cada miembro del consorcio y se beneficiará de una amplia experiencia de campo de la columna vertebral cuántica italiana gracias a CNR e INRiM.
la segunda revolución cuántica
En la primera revolución cuántica de principios del siglo XX, los científicos aprendieron a comprender y aplicar las propiedades de la mecánica cuántica: las interacciones de moléculas, átomos e incluso partículas más pequeñas como fotones y electrones. En última instancia, esto les permitió crear transistores, láseres y microprocesadores, tecnologías fundamentales para computadoras, telecomunicaciones, navegación por satélite, teléfonos inteligentes, diagnósticos médicos modernos y mucho más.
Ahora, la segunda revolución cuántica está en marcha. Los investigadores pueden detectar y manipular partículas individuales y sus interconexiones e interacciones físicas, y construir nuevas tecnologías y sistemas que hagan uso de las propiedades de la mecánica cuántica subyacente. Estos desarrollos han dado lugar a importantes avances técnicos en muchas áreas diferentes, incluida la computación cuántica, los sensores, las simulaciones, la criptografía y las telecomunicaciones. Está comenzando a surgir toda una generación de nuevas tecnologías cuánticas con el potencial de un impacto económico y social de gran alcance: algunas ya están en desarrollo, mientras que muchas otras se desarrollarán en las próximas décadas.
Europa tiene una larga tradición de excelencia en investigación cuántica. Ahora, en la carrera global para desbloquear el potencial de las tecnologías cuánticas y traer avances transformadores a la ciencia, la industria y la sociedad, es crucial desarrollar una base industrial sólida que se base en esta tradición. Sin esfuerzos coordinados de investigación y financiación a nivel europeo, Europa correría el riesgo de quedarse atrás de sus competidores mundiales.