Las nuevas tecnologías tienen muchas ventajas y algunos inconvenientes. Uno de ellos es el alto consumo energético y de electricidad que tienen.
En un momento en el que nos planteamos cómo ser más respetuosos con el medio ambiente y cumplir con los diferentes acuerdos internacionales en materia de consumo energético y energías renovables, ¿es sostenible el mundo digital con la capacidad de electricidad?
No hay enchufes para tanta tecnología
Vamos a pararnos un momento y pensar cuánta electricidad demandamos cada uno de nosotros todos los días. Prácticamente a diario (o todas las noches) ponemos nuestro móvil a cargar, durante unas 3-4 horas (si no más).
Los centros de datos de EE UU suponían en 2013 el 7% de todo el consumo eléctrico del país. Se prevé que la demanda se triplique en la próxima década
Cada día, además, consultamos diferentes aplicaciones (WhatsApp, Facebook…), cuya información nos llega a través de Internet (bien por la red 4G de las distintas operadoras, bien a través de nuestra conexión WiFi, que exige que tengamos un router permanentemente enchufado a la red).
Paralelamente, esa información que está en la nube también exige que estas empresas tengan servidores (en forma de centros de datos o CPD) repartidos por todo el mundo.
Los servidores que están en esos centros de datos necesitan electricidad para procesar nuestros datos. Esto genera un calor que obliga a tener importantes fuentes de aire acondicionado para refrigerar la temperatura de esos CPD y que los servidores sigan funcionando. Cuando más demandamos de estos servidores, más energía consumen y más calor generan. Es un círculo vicioso que parece no tener fin.
Por hacernos una idea, solo en 2013, los centros de datos en los Estados Unidos consumieron aproximadamente 91.000 millones de kilovatios-hora de electricidad. Según la Administración de Información de Energía de Estados Unidos, eso representa aproximadamente el 7% del consumo total de energía eléctrica comercial. Además, se calcula que para 2020 el consumo aumentará a 140.000 millones kilovatios-hora.
Triple salto mortal en electricidad
Algunos estudios concluyen, sin embargo, que los datos podrían ser aún peores. Así, la cantidad de energía consumida por los centros de datos del mundo se triplicará en la próxima década, lo que añade una enorme presión a los esfuerzos para contener el calentamiento global.
El modo en espera o stand-by de muchos dispositivos es ineficiente y consumen casi tanta electricidad como cuando están operativos
Piénsalo. Al margen de lo que hemos visto antes, seguramente también tu ordenador (de sobremesa o portátil) también pase muchas horas a la semana conectado a la red eléctrica.
Poder ver Netflix es maravilloso, pero eso también consume mucha electricidad. Las nuevas tecnologías que están por llegar, como el Internet de las Cosas o los vehículos autónomos son oportunidades, pero también amenazas a la reducción del consumo energético.
La demanda de electricidad de nuestras economías digitales está creciendo casi al mismo ritmo que la aparición de nuevas tecnologías. Buena parte del problema no reside en los centros de datos, sino en los miles de millones de dispositivos que están conectados a la red, sobre todo porque esta conectividad se amplía a dispositivos y aparatos que antes no estaban conectados, como lavadoras, refrigeradores, luces y termostatos.
Se calcula que los 14.000 millones de dispositivos electrónicos conectados a Internet derrochan alrededor de 80.000 millones de dólares cada año debido a la ineficiencia de la tecnología. Para el año 2020, el problema empeorará considerablemente.
El Internet de las Cosas o el vehículo eléctrico son nuevas «amenazas» para el alto consumo de energía eléctrica
Según un informe de la Agencia Internacional de la Energía, gran parte del problema se reduce al «modo de espera de red» ineficiente, es decir, al mantenimiento de una conexión a la red mientras está en modo de espera. En muchas soluciones, el modo de espera es un nombre incorrecto: sugiere que el dispositivo se ha ido a dormir y está casi apagado. En realidad, la mayoría de los gadgets consumen tanto energía en este modo como cuando se activan para realizar sus tareas principales.
En 2013, los dispositivos en red del mundo consumieron alrededor de 616 teravatios-hora (TWh) de electricidad, la mayoría de los cuales se utilizó en modo de espera. De ese total, alrededor de 400 TWh (equivalente a la electricidad consumida anualmente por el Reino Unido y Noruega combinados) se desperdició debido a la tecnología ineficiente.
Tranquilo, hay esperanza
Sin embargo, no está todo perdido. Este organismo internacional asegura que hay tecnologías y soluciones técnicas, así como una gama de soluciones políticas, que se podrían adoptar ya mismo para reducir este desperdicio de energía.
Así, según sus cálculos, si se aplicaran mejores medidas de eficiencia energética a los dispositivos conectados a Internet en los próximos años, se ahorrarían 600 TWh de energía. Eso equivale a cerrar 200 centrales eléctricas de carbón de 500MW, lo que reduciría las emisiones en 600 millones de toneladas métricas de CO2.
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