La movilidad de las grandes ciudades está cambiando a pasos agigantados. Mientras tratamos de dejar de lado el coche, aparecen en escena los VMP (Vehículos de Movilidad Personal), que tratan de integrarse en la complicada arquitectura de las urbes.
Fiscalía General del Estado, en 2018 se produjeron en España 273 siniestros con los llamados VMP, de los cuales 203 fueron causados por patinetes eléctricos.
Los patinetes eléctricos se llevan la mayor parte del protagonismo en esta nueva forma de surcar el asfalto pero lo cierto es que la seguridad no parece ser todavía uno de sus platos fuertes. Según cifras de laPor ello, científicos de la Universidad de Granada (UGR) han diseñado un asfalto inteligente, confeccionado con materiales magnéticos, que aumenta notablemente la seguridad de los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), y en particular, de los patinetes eléctricos, en zonas urbanas.
El asfalto que avisa
Este proyecto, bautizado como «carreteras codificadas” consiste en agregar diferentes cantidades de material metálico bajo las vías de circulación, aceras y pasos peatonales con la intención de generar un código que permita identificar y asociar instrucciones específicas de funcionamiento para los VMP (patinetes eléctricos) y sus usuarios.
Es decir, estos códigos situados bajo el asfalto envían información en tiempo real interactuando con los VMP, indicando por ejemplo la reducción de la velocidad o el apagado del motor en algunos casos.
Los resultados de la investigación han demostrado que estos materiales codificados son lo suficientemente sensibles como para proporcionar información a los vehículos autónomos, y pueden desarrollarse utilizando procedimientos de construcción menos invasivos.
Un nuevo mundo de patinetes eléctricos
Este proyecto se vincula con el trabajo de la investigadora Paulina Leiva Padilla, de la red de capacitación europea Infraestructuras de Transporte Resilientes, Sostenibles, Multifuncionales y Autónomas (SMARTI). El primer prototipo de VMP, que interactúa con estos códigos del asfalto, fue presentado con éxito en el 8º Congreso de la Asociación Europea de Tecnología del Asfalto (EATA).
Los investigadores de la UGR pretenden que este trabajo sea un paso intermedio en la incorporación de carreteras inteligentes para asistir a la industria automotriz en el desarrollo de vehículos autónomos.
Hacia nuevas formas de movilidad
La movilidad de las grandes urbes se está alejando considerablemente de esa filosofía que convencía a muchos de coger el coche hasta para ir a por el pan. Parece que, entre el poco espacio que nos queda y el aire contaminado que nos rodea, estamos empezando a entender que existen alternativas al tubo de escape. Por ejemplo, en España, hay 30 millones de bicicletas (las mismas que coches matriculados). Casi 19 millones de personas la usan con cierta frecuencia y alrededor de nueve millones lo hacen al menos una vez a la semana.
Las motos eléctricas se han convertido en otra opción para trasladarnos de un lugar a otro en este entramado de rascacielos y asfalto. Hasta nuestro país han llegado varias empresas como Muving que colocan estos vehículos en la calle para que los usuarios que lo deseen puedan contar con ellos. Tan solo necesitamos el permiso de conducción correspondiente, una app y una tarjeta bancaria. A partir de ahí, la ciudad vuelve (aunque sea un poco) a pertenecer a las personas.
Los ayuntamientos tienen pendiente la aprobación de unas normas claras que permitan la convivencia tranquila de estos aparatos con los peatones e incluso con los coches. El espacio en las grandes ciudades es el que es y hay que administrarlo con mucho tino.