Desde que en 1895 Alfred Nobel reflejó en su testamento que su fortuna debería usarse “para otorgar premios a quienes, durante el año anterior, hayan otorgado el mayor beneficio a la humanidad”, el Premio Nobel ha sido entregado 590 veces. Ha reconocido el trabajo de 935 ganadores que han destacado en física, química, medicina, literatura, economía o en su labor para la consecución de la paz.
Por el camino han quedado, también, infinidad de nominaciones. Como las de Hitler o Stalin al Premio Nobel de la Paz. O las de Jane Addams, que fue nominada un total de 91 veces a este mismo premio antes de recibirlo en 1931. La trayectoria de los Nobel dibuja una curiosa interpretación de nuestra historia desde 1901 hasta hoy. Ha reconocido grandes descubrimientos y avances, como el estudio de la penicilina, el sistema nervioso o el ADN.
UN FONDO DE CORONAS SUECAS
Cada 10 de diciembre, los ganadores del Premio Nobel reciben un diploma, una medalla y un documento. Cada diploma es una pieza única creada por artistas suecos y noruegos. Las medallas son hechas a mano con oro reciclado. Por último, cada documento confirma la cuantía a la que asciende el premio económico.
En su testamento, Nobel dejó un fondo de más de 31 millones de coronas suecas destinado a financiar los premios. Sus instrucciones señalaban que debía invertirse en valores seguros para así poder distribuir los ingresos anualmente. En 2018, la cantidad se fijó en 9 millones de coronas suecas por categoría (unos 870.000 euros). Como mucho, cada premio puede ser dividido entre tres personas.
La Fundación Nobel se reserva la posibilidad de no cubrir alguna categoría. Desde 1901 hasta hoy, esta situación se ha dado un total de 49 veces, la mayoría durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial. La categoría que más años ha quedado descubierta es la de la Paz: un total de 19 veces. Las que menos, la de Física, tan solo seis, y la de Economía, que siempre ha sido otorgada desde que se incluyó por primera vez en 1968.
El Premio Nobel en tiempos convulsos
También se han dado casos en los que se renunció al galardón. En 1973, el Premio Nobel de la Paz fue a parar de forma conjunta a manos del secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, y el revolucionario, militar y político vietnamita Le Duc Tho. El premio reconocía su trabajo en la negociación de los acuerdos de paz que agilizaron el final la Guerra de Vietnam. Sin embargo, el vietnamita se negó a aceptarlo, argumentando que su país todavía no estaba en paz.
Años antes había declinado recibir el de Literatura el escritor Jean-Paul Sartre. En su caso, por su ‘alergia’ a todos los honores oficiales. Son los únicos, hasta el momento, que lo han rechazado de forma voluntaria. Pero no por causa de la coacción: en la Alemania de Hitler, tres ganadores fueron forzados a renunciar al premio. Fueron Richard Khun, Alfolf Butenandt (Premios Nobel de Química en 1938 y 1939, respectivamente) y Gerhard Domagk (Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1939). Años más tarde recibieron el diploma y la medalla, pero no la cuantía económica.
El ruso Doris Pasternak fue presionado también por la Unión Soviética para rechazar el Premio Nobel de Literatura que recibió en 1958. En su caso, aceptó el galardón pero tuvo que renunciar a él pocos días después.
Nominaciones sorprendentes y premios que no llegaron
En 1939, Hitler fue nominado al Premio Nobel de la Paz. El protagonista de esta nominación fue E.G.C. Brandt, un reconocido antifascista sueco que pretendía caldear el debate político en el parlamento de su país. La nominación no siguió adelante y fue cancelada poco después. Sin embargo, no es el único caso en el que se propuso a un dictador. Pocos años antes lo había sido también Benito Mussolini. Lo sería también Joseph Stalin en dos ocasiones (1945 y 1948) por sus esfuerzos para terminar con la Segunda Guerra Mundial.
Mahatma Gandhi, por otro lado, fue nominado hasta cuatro veces pero murió sin llegar a recibir el galardón. El año de su asesinato, la Fundación no otorgó ningún Premio Nobel de la Paz declarando que “no había ningún candidato vivo adecuado”. Desde entonces, se le conoce como The Missing Laureate.
En otras tres ocasiones, a lo largo de la historia, el Premio Nobel de la Paz no pudo entregarse. O, al menos, en el momento adecuado, ya que los galardonados estaban en la cárcel. Sucedió así con el periodista y pacifista alemán Carl von Ossietzky, el político birmano Aung San Suu Kyi y el activista chino Liu Xiaobo (en 1935, 1991 y 2010, respectivamente).
Las 52 mujeres del Nobel
En 2014 y con tan solo 14 años, Malala recogía el Premio Nobel de la Paz por su trabajo activista en defensa de los derechos y la educación de mujeres y niños. Se convertía así en la persona más joven de la larga lista de premiados. Una lista en la que, hasta hoy, solo figuran 52 nombres de mujeres.
Eso sí, una de ellas lo hace dos veces: Marie-Curie fue la primera persona en la historia en recibir dos Nobel en categorías distintas. En 1903 recibió junto a Henri Becquerel el Premio de Física por su investigación sobre la radiación y en 1911 el de Química, esta vez de forma individual por el descubrimiento del radio y el polonio. Su hija, Irène Joliot-Curie, recibiría también este último en 1935.
Este 2018 tres galardones han ido a parar a manos de una mujer. El de Física a Donna Strickland, el de Química a Frances Arnold y el de la Paz a Nadia Murad. Todos fruto de un trabajo compartido con otros galardonados.
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Imágenes | The Nobel Fundation, Wikimedia Commons, Wikimedia Commons