¿Estás buscando trabajo? Que sepas que tus habilidades no serán analizadas solo por los enigmáticos seleccionadores de recursos humanos. Aquí también ha llegado la digitalización y tu currículum, antes de ser juzgado por un ser humano, podría tener que pasar el filtro de un algoritmo.
Se llaman applicant tracking systems. Son software de selección de personal que se han vuelto muy populares entre empleadores y departamentos de recursos humanos. Un análisis reciente de Jobscan concluyó que el 98% de las compañías incluidas en la lista Fortune 500 usa estos programas. Por eso es útil saber cómo causar una buena impresión en el algoritmo. Y planchar la camisa en este caso sirve de poco.
Estos software permiten a las empresas administrar, ordenar y filtrar las candidaturas recibidas de manera práctica y rápida. Especialmente cuando se trata de grandes volúmenes. Esta ‘selección artificial’ ocurre mucho antes de enfrentarse a esas típicas preguntas existenciales: «¿dónde te ves dentro de 10 años?», «¿eres una persona más atenta al panorama general o a los detalles?”.
¿Cómo entender si la empresa a la que envías tu currículum utiliza un programa para el selección inicial? Puede que la oferta encontrada nos conduzca a una dirección que incluye nombres como Taleo, Workday, SuccessFactors, ICIMS, BrassRing o ADP. Eso significa que estamos respondiendo a un anuncio a través de un software de reclutamiento. Estas, de hecho, son las principales plataformas que ofrecen este servicio en la nube.
Como todos los sistemas no humanos, estos software podrían cometer errores de evaluación impredecibles. Pero casi siempre dependen de cómo se configuran los filtros de selección. Afortunadamente, existen algunos trucos para vencer a los despiadados algoritmos que juzgan tu currículum antes de conocerte.
Un currículum a prueba de algoritmo
Al parecer, incluir la información de contacto en el encabezado y en el pie de página del currículum podría causar algunos errores en el sistema. La razón es que algunos programas no pueden leer correcta o completamente la información presente en esas posiciones del documento. En otras palabras: si el sistema no lee el nombre y el número de teléfono del candidato, es posible que nunca se le contacte. Para evitar el error, mejor poner todos los datos debajo del encabezado.
Hoy en día, los porfolios fantasiosos y divertidos están muy de moda. Dar rienda suelta a la imaginación creando un currículum brillante puede ser positivo. Especialmente cuando uno se postula para puestos donde la creatividad es imprescindible. Pero debemos ser conscientes de que gráficos, tablas y columnas excesivas pueden ser difíciles de analizar para un sistema artificial.
Por lo tanto, es aconsejable darle un toque gráfico al currículum solo cuando tengamos la seguridad de que llegará directamente entre las manos de una persona. El algoritmo no es un tipo creativo. Un truco para asegurarse de que el currículum sea ‘software friendly’ es guardarlo como .txt y controlar si toda la información es legible. Solo en este caso podremos estar seguros de que los sistemas automáticos lo leerán correctamente.
Es esencial leer detenidamente la descripción del trabajo para el que nos postulamos. En particular, es necesario asegurarse de que todas las palabras clave utilizadas para las actividades, títulos y herramientas asociadas con el trabajo estén presentes en el currículum. Digamos que respondemos a un anuncio como diseñador de UX, pero no tenemos ese título específico. Debemos intentar insertar las palabras clave que resumen esa profesión en la descripción de las experiencias. De esta manera, el currículum será más interesante para el algoritmo.
Medir nuestro nivel de empleabilidad
Si la última palabra sobre el proceso de selección sigue siendo (afortunadamente) para los humanos, existen muchas herramientas digitales para hacer que este proceso sea más eficiente. No solo los applicant tracking systems. Hoy en día la gran mayoría de los reclutadores deciden si proceder con la selección después de echar un vistazo a los resultados de Google y las redes sociales del candidato. Por esta razón, se han desarrollado herramientas que miden nuestro grado de ‘empleabilidad’ en función de nuestra presencia digital.
Hireable Analytics es una aplicación cuyo algoritmo puede determinar la calidad de las imágenes de perfil en función de las expectativas de una empresa concreta. Más allá del sentido común de no publicar fotos de borracheras, el programa combina el nivel de ‘warmth’ (dimensión personal) y de ‘skills’ (competencias).
El sistema se basa en la teoría de la llamada ‘sabiduría de la multitud’, ganadora del Premio Nobel de Economía en 2013. Según esta teoría, una gran cantidad de personas proporciona respuestas más adecuadas a la realidad de los hechos que cualquier experto. Con el debido respeto a los expertos, que ven años de laboriosos estudios puestos en entredicho por el todopoderoso big data.
El usuario de Hireable es evaluado de forma completamente anónima por la comunidad que forma parte de la plataforma. De esta manera, los prejuicios pueden ser contrarrestados por el volumen de juicios. Los usuarios pueden identificar las imágenes de perfil que tienen la mayor posibilidad de éxito en relación con un cargo específico. La pertinencia de las fotos obviamente cambia si se busca trabajo como tatuador o como dentista.
Mejor darse la mano
La forma en que estructuramos nuestra trayectoria laboral es fundamental. Y es bueno tener en cuenta que un sistema automático no puede realizar los saltos lógicos que la mente humana puede hacer. Dicho esto, antes de mandar un currículum, es una buena idea verificar si hay una forma alternativa de entregarlo. Enviarlo al correo electrónico del responsable de recursos humanos o a un contacto en LinkedIn permite saltarse el filtro digital. Al final, entre seres humanos (casi) siempre nos entendemos mejor.
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