El programa formativo de creación digital ‘Breakers, fabrícate un nuevo mundo’, impulsado por la Fundación Orange, está desarrollando una nueva edición de sus talleres en colaboración con la Asociación La Rueca. En esta ocasión, el curso está dirigido en exclusiva a chicas jóvenes debido a que los organizadores consideran necesaria la discriminación positiva para perfiles laborales en los que la mujer aún no tiene visibilidad. Antonio Llorente, director de La Rueca, explica que en cursos anteriores ha habido mujeres pero siempre han sido una minoría y, a su juicio, las jóvenes están acostumbradas a que les cueste más trabajo alcanzar sus metas, por lo que su actitud es mucho más proactiva durante la formación.
Llorente recuerda que en el TecnoLab trabajan »con perfiles de chavales y chavalas en vulnerabilidad y exclusión, que lo tienen claro: Cuando les cuesta conseguir una cosa, al revés de lo que se suele pensar, adoptan una actitud de conquista para sacar adelante todo aquello que se proponen». Además, en la Rueca abogan por la igualdad, pero poniendo el foco en la igualdad de oportunidades y, como las mujeres siguen siendo minoría en el mundo laboral tecnológico, han querido acercar el sector a este grupo de jóvenes.
las claves para ilusionar a las ‘breakers’
Por su parte, Daniel Cañaveral, educador social y dinamizador del programa formativo ‘breakers’, explica que una de las claves para enganchar a las alumnas del TecnoLab es que el primer día se lleven a casa un objeto creado por ellas mismas. En este caso, personalizan un bolígrafo y lo imprimen en 3D. Por tanto, desde la primera sesión, estas chicas descubren que las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías son infinitas.
Otro de los puntos más importantes de este curso, además de estimular la creatividad, es la interacción entre las alumnas, que adquieran conciencia de trabajar en equipo, colaboren entre ellas e intercambien sus tareas. Pero esa parte la han superado con nota en solo cuatro sesiones: Diana, Almudena, Dominica, Carla, Helena y Ana ya son una piña.
entusiasmadas y con muchas ganas de aprender
Carla está entusiasmada y no encuentra las palabras para explicar qué supone este curso para ella. No quiere perder ni un minuto, tiene que absorberlo todo. »Yo soy artista, he estudiado diseño, pero todo lo que estoy aprendiendo es nuevo», cuenta nerviosa esta amante de ‘cosplay’ que luce lentillas moradas a juego con el tiente de su pelo. Es una alumna aplicada y no duda en destacar la labor de los profesores, sus ganas de enseñarles cosas. Aunque ellos también aprenden de las chicas, pues no les queda más remedio. Desde el primer día, las seis participantes les dejaron claro que la planificación del curso se iba a quedar corta. Ellas siempre quieren ir más allá.
Cuando Carla deja de pisar sus escasas palabras, Helena le enseña un diseño que está a punto de terminar y cuenta que llevaba muchos meses en paro cuando una amiga le habló de este programa formativo. Ahora, vuelve a sonreír y no duda en ayudar a sus compañeras cuando estas reclaman sus consejos. Está convencida de que va a seguir utilizando las máquinas del TecnoLab al finalizar el programa y, en el futuro, le gustaría enseñar a otros jóvenes todo lo que está aprendiendo.
Durante el descanso, el profesor Juan González y Ana, una de las breakers, no han parado ni un minuto debido a que tratan de solucionar un problema en la cortadora láser. »No lo descartes por pensamiento, descártalo por acción», espeta el formador a su pupila, a la que le sobra perseverancia pero se le empieza a agotar la paciencia. Aun así, Juan también se muestra un tanto nervioso: »Todos los días estamos así porque están motivadísimas. No se conforman con cosas sencillas y no paran de crear diseños complicados».
una historia detrás de cada alumna
Otra de las alumnas más entusiastas es Diana y su historia es una de las que mejor refleja la razón de ser de este programa formativo lanzado por la Fundación Orange. Esta joven dejó su tierra natal, Colombia, hace tan solo tres meses para reunirse con su madre. Renunció a su trabajo y a una parte importante de su vida para volver a estar cerca de su familia. Este curso ha sido la mejor bienvenida porque le ha permitido estar ocupada, descubrir el mundo del diseño 3D y conocer a chicas de su edad. Los comienzos no son fáciles, pero a ella le sobran ganas de aprender, ilusión por todo lo que hace y tenacidad.
Durante el curso, esta seis jóvenes se inician en el diseño 2D, utilizan una cortadora láser, así como una cortadora de vinilo. Crean figuras 3D a partir de planos 2D, que después imprimen en. Y por último, tienen una sesión dedicada a la electrónica. Asimismo, el programa ‘Breakers, fabrícate un nuevo mundo’ combina la innovación digital con la implementación de una metodología (que hace uso de la fabricación digital y el prototipado rápido) y el componente social (marcado por el interés de acercar este mundo a jóvenes provenientes de colectivos con dificultades para acceder a este tipo de recursos).
En Nobbot | ‘Breakers’, innovación digital para jóvenes en situación vulnerable