José Sánchez de Rojas, director de Ingeniería de Orange España, ha sido reconocido con la distinción Ingeniero del año 2017 por el Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación (COIT) y la Asociación Española de Ingenieros de Telecomunicación (AEIT). Este premio, creado por el COIT y la AEIT en 1982, tiene como objetivo reconocer anualmente la trayectoria personal y profesional del ingeniero premiado. Ingeniero de Telecomunicación por la UPM de la Universidad Politécnica de Madrid, su carrera profesional se ha desarrollado, desde sus inicios, en firmas de primer nivel en el mundo de las telecomunicaciones, como son Alcatel, Retevisión, France Telecom España o T-online Spain, y actualmente forma parte de la Dirección de Red de Orange en España. Su trayectoria le ha permitido vivir en primera persona experiencias tales como el nacimiento, hace más de 20 años, de un operador de telecomunicación y la liberalización del sector a través de la creación de Uni2, o asistir a la evolución y ascenso de lo que hoy es Orange: el segundo operador de telecomunicaciones en España. En esta entrevista nos habla sobre la evolución del sector de las telecomunicaciones y su futuro.
- ¿Cuáles son los nuevos retos del sector de las telecomunicaciones?
Los nuevos retos de las telecomunicaciones se pueden dividir en dos categorías. Por un lado, todo lo ligado a la seguridad de la información en un mundo cada vez más abierto y conectado, en el que es necesario hacer que se vele por la seguridad y privacidad de nuestros datos más sensibles. El segundo grupo estaría más alineado con las transformaciones y disrupciones tecnológicas que están por venir desde un punto de vista técnico, con visión de impacto en otras industrias. Es decir, el papel que van a jugar las telecomunicaciones como sector en la transformación de la sociedad. Como industria también es importante analizar la relación que van a tener las telecomunicaciones con otros sectores, como por ejemplo la automoción y otros.
- En definitiva, nadie podría imaginar nuestra sociedad actual hace treinta años…
Efectivamente. Nadie podría imaginar cómo dependemos a día de hoy de un dispositivo como el móvil, hasta el punto de volver a casa si nos lo olvidamos; o cómo estamos conectados permanentemente para gestionar información o acceder a servicios. Pero, al mismo tiempo, viendo películas como Blade Runner o Regreso al Futuro, sí nos imaginábamos sociedades en las que, por ejemplo, los coches volaran. Y de momento solo hablamos de coches autónomos, pero parece prematuro hablar de coches voladores.
hay tecnologías que triunfan más de lo esperado, porque al final el que manda es el usuario
En otras palabras: hay tecnologías que inesperadamente triunfan más de lo previsible, porque al final el que manda es el usuario, y otras que pueden acabar en nada por dificultades técnicas, regulatorias o de uso. Ahora nos encontramos ante un amplio abanico de posibilidades, pero no sé si todas cambiarán nuestra sociedad. No sé si iremos con gafas de realidad virtual, si tendremos un asistente personal en casa o nuestro coche tomará decisiones inteligentes por nosotros. Lo que está claro es que dentro de cinco a diez años nuestra sociedad será distinta.
- Da un poco de vértigo, ¿no?
Yo creo que hay que afrontarlo con sensatez, con una actitud transformadora de la sociedad. En mi opinión, las novedades de nuestro sector tienen un efecto inmediato en la sociedad, y los usuarios pueden percibir su impacto en periodos de tiempos cortos –incluso meses- si lo comparamos con otras disciplinas como la medicina, cuyos avances requieren años de investigación. Por tanto, es un sector muy dinámico.
- ¿Y cuál es la situación de España y de Orange como compañía en este contexto?
Nuestro país está a la cabeza en disponibilidad de servicios de súper banda ancha, especialmente si lo comparamos con otros países europeos. Es decir, tendríamos que mirar a Asia para encontrar penetraciones de fibra como la nuestra. Además, no se trata solo de dar acceso sino de que los ciudadanos han incorporado estos servicios en su vida cotidiana.
Por su parte, Orange tiene un papel clave, porque es un operador siempre está a la búsqueda de nueva opciones para innovar y desarrollar nuevas tecnologías, que luego intenta democratizar y acercar al mayor número de usuarios posible. Así, por ejemplo, en 2010, apostamos por una renovación que hizo posible la llegada del 4G como un producto no de élites, sino de masas. Y a día de hoy contamos con 9 millones de clientes de 4G y más de dos millones de fibra.
Nuestro país está a la cabeza en disponibilidad de servicios de súper banda ancha, especialmente si lo comparamos con otros países europeos.
Y esto ha sido posible gracias a una inversión de miles de millones en el despliegue de redes de fibra hasta el hogar así como de redes móviles de súper banda ancha. Por tanto, el papel de Orange ha sido claramente de dinamizador del sector.
En resumen, operadores como Orange ofrecen las soluciones que la sociedad demanda, lo que se traduce en un cóctel perfecto que hace que España esté la cabeza en el uso de smartphones, del despliegue de redes 4G o la fibra.
- Llegó a Orange en 2007.¿Cuáles han sido los hitos que han marcado su carrera en la compañía en estos diez años?
Ya en 2007, Orange era un empresa que apostaba por el crecimiento y por la sostenibilidad de su presencia en el mercado, por ser un operador cada vez más fuerte y útil a la sociedad. Eso es muy motivador. Para mí mi mayor éxito en estos años, y eso se lo debo a esta empresa, ha sido sentirme libre para establecer la estrategia tecnológica de una gran compañía. Es un orgullo a la par de una gran responsabilidad.
En mis primeros años en Orange se requirió una transformación total de la tecnología móvil para adaptarnos a todo lo que se avecinaba: la llegada del 4G y con él un tsunami de datos frente a una tecnología, la de entonces, centrada en la voz. Por tanto, el éxito ha residido en definir la estrategia que lo hizo posible.
- Ahora llega un nuevo desafío: el desarrollo del 5G. ¿Cuáles son las diferencias frente al trabajo que realizaron con el 4G?
Sin entrar en aspectos técnicos, yo destacaría que estamos en un sector tan dinámico que se transforma continuamente. Y debemos asumir este desarrollo hacia el 5G como un nuevo ciclo de transformación tecnológica. En una compañía también dinámica como Orange, una de mis funciones es consolidar las tecnologías del ciclo actual sin dejar de mirar al futuro, combinando el punto de vista táctico y el estratégico.
El 5G es un nuevo ciclo de transformación tecnológica que nos llevará a un mundo nuevo de objetos conectados
No obstante, el desarrollo del 5G no va a ser un ciclo único, sino que compone de pequeños ciclos, que culminarán con el 5G, aunque esta tecnología convivirá también con algunas actuales. Será un mundo completamente nuevo, con millones de objetos conectados, que será posible gracias a esta tecnología de súper banda ancha con enorme capacidad y mínima latencia, para que la respuesta a nuestras necesidades sea inmediata. Todo ello requerirá además un cambio estructural y de mentalidad en la manera de hacer las cosas.
- Para terminar, ¿qué supone ser elegido ingeniero del año por el Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación?
Lo tomo como un reconocimiento colectivo, puesto que premian también los éxitos cosechados como empresa, tanto a nivel de negocio como a nivel técnico. En Orange, se han realizado importantes avances en producto y de innovación de cara al cliente y a la sociedad desde 2010, cuando se adoptó el planteamiento de situar al cliente en el centro. Desde entonces, se ha impulsado la democratización de los servicios de datos, tanto a través de la fibra como del 4G, una tecnología que lideramos en número de clientes.
el premio como ingeniero del año me lo tomo como un reconocimiento a la labor que llevamos a cabo los ingenieros en la industria
En el plano personal, es una satisfacción, porque es un reconocimiento a una trayectoria profesional dilatada, con casi 30 años de ejercicio de la profesión a mis espaldas, siempre en el sector telco: inicialmente, en Alcatel (que ahora es Nokia) y después en operadores.
Para mí supone un reconocimiento a la labor que llevamos a cabo los ingenieros en la industria y cómo los ingenieros de telecomunicaciones aportamos valor en términos de la innovación y desarrollo tecnológico en la sociedad española.