Phil González: «Instagram es un espacio de diversión como fue la televisión»

Philippe González quizás sea una de las personas que más sabe de Instagram. Tras su paso por diversas compañías que protagonizaron el desarrollo de internet en España y su labor en la productora americana de televisión Amc Networks, decidió centrar sus esfuerzos en esta red social, creando el blog Instagramers.com, que hoy es una referencia ineludible. A partir de esta web, se creó una red de fans de Instagram por todo el planeta que ya suma 600 grupos de «IGers» en más de 80 países y su hashtag #Igers y derivados contienen más de 300 millones de fotos en esta red. El último paso en esta labor de divulgación de las posibilidades que ofrece Instagram es la publicación de su libro «Instagram, mucho más que fotos» que ofrece consejos para obtener el máximo rendimiento de esta popular aplicación.

¿Qué tiene Instagram que te enganchó tanto como convertir a esta red en tu proyecto profesional y, casi, vital?

Desde el minuto uno tuve la intuición de que Instagram iba a revolucionar el mundo de las redes sociales y hasta el de la comunicación. Era una app divertida, amigable y muy adictiva. Al ver cómo iba creciendo mi proyecto de web (instagramers.com) y la comunidad que fundé de Instagramers, pensé que un día podría dedicarme a ello. Lo estuve retrasando y retrasando hasta que un buen día pensé «¿por qué hacer mañana lo que puedes hacer hoy?» Y sin más delación dejé la empresa donde trabajaba y empecé a dedicarme al 100% al proyecto de Instagramers y a mi libro que acabo de lanzar con Anaya PhotoClub.

Instagramers es un proyecto «colaborativo», que reúne a cientos de miles de amigos por todo el mundo. Pensaba desde hace mucho tiempo en hacer algo para ayudar de alguna forma a la gente y esta oportunidad llegó con una comunidad de fans de Instagram, donde la gente se conoce, anima quedadas, organiza exposiciones, unos se casan, otros encuentran trabajo, otros tienen niños… Es muy gratificante.

Recomendaciones básicas para alguien que empieza en esta red, ¿por qué le aconsejarías estar en ella?

Instagram ha cambiado mucho desde los tiempos en los cuales recomendaba ofrecer buenas fotos, poner buenos títulos, contestar a tu comunidad e interactuar con ella. Hoy Instagram ya no es una aplicación de fotos sino un verdadero ecosistema del entretenimiento donde lo que más recomiendo es «pasarlo bien» y «ser uno mismo» más allá de la carrera al «like» y a los «followers».

Si tengo que dar dos razones por las cuales estar en Instagram, pues diría que porque están casi todos tus amigos y no es bueno «quedarte fuera» de lo que se mueve. El otro motivo sería  porque es una app muy divertida y donde durante tus micromomentos de espera, de transporte público o relajándote en el sofa, puedes pasártelos bien, conocer a gente, descubrir nuevos países y culturas y viajar desde casa. Ojo, sin embargo, a no dejar tu vida real de lado, ni tus amigos… Que se han conocido casos también.

Instagram ya no es una aplicación de fotos sino un verdadero ecosistema del entretenimiento donde lo que más recomiendo es «pasarlo bien» y «ser uno mismo»

A veces la falta de “likes” lleva a la melancolía del instagramer, ¿Qué puede hacer para que sus fotos sean más apreciadas?

En mi libro hablo del «por qué de la caída de los likes y de los followers», es un fenómeno que no es extraño ni raro. Instagram (propiedad de Facebook) está siguiendo el ejemplo de su casa madre y controlando el algoritmo cada vez más, lo que suscita un caída de la visibilidad de los perfiles y de los «me gusta» y, como consecuencia, de los followers. Es frustrante para los usuarios que llevan mucho tiempo en la aplicación comprobar que no ven ya las fotos por orden cronológico, sino como quiere Instagram.

La excusa inicial que pusieron era que permitiría «enseñarte lo que más te importa y en prioridad» pero era una estrategia de comunicación para venderte mejor el cambio en la línea del tiempo. Por esta razón, he dejado de ver perfiles que me interesaban y mucho y los tengo que buscar «proactivamente» o también me viene a la cabeza el caso de mi amigo Gastón que ha dejado de ver las publicaciones de Solé, su mujer, y ella las suyas.. ¡y no tienen problemas de pareja!

Instagram. Mucho más que fotos¿Qué opinas sobre la censura en Instagram? Es curioso que seamos más benévolos con la censura en estas plataformas “de desintermediación” y menos en otros ámbitos como, por ejemplo, los medios de comunicación tradicionales.  

Totalmente. En internet, como triunfa el contenido efímero y puntual y la «contaminación» por la densidad de tanto contenidos, parece que todo vale. Subes algo que no gusta o que podría irritar, puede causar un fenómeno viral (en muy poquitos casos) y cae en el olvido rápidamente. Mañana ya nadie se acuerda.

Parece que el papel y los medios de comunicación tradicionales tienen más memoria histórica que la red. Es probable también que, por alguna razón, esos medios sigan siendo como más conservadores y menos flexibles a la hora de analizar la actualidad que en este nuevo mundo.

De la misma forma, el nivel de la «auto censura» que nos lleva a mostrarnos en bañador, en el gimnasio o en lencería femenina ha bajado considerablemente desde el boom del «selfie». Todo el mundo se enseña ahora de forma abierta y publica cuando antes te preguntabas si publicar las fotos de tu cumpleaños en Facebook o no.

El nivel de la «auto censura» ha bajado considerablemente desde el boom del «selfie»

Censura, inmediatez, búsqueda de aceptación en forma de “likes”, el selfie como máxima expresión del ego y la individualidad… ¿corremos el peligro de banalizar el discurso colectivo eliminando espacios de reflexión compartida?

Me gustaría decirte que Instagram es un «espacio de reflexión compartida» pero no creo que lo sea. Es un espacio de diversión, de imágenes, de videos, de contenidos efímeros, de gags, etc…Una «caja tonta» como lo fue la televisión. Es para cambiarte las ideas después del trabajo, soñar en viajar allí o aquí o ligar. Es una plataforma donde podrás encontrar otros artistas u otros lectores que tengan los mismos gustos que tú.

Pero lo más seguro es que la reflexión se haga en otro espacio, por mail, por teléfono o en encuentros reales. De ahí el éxito de las quedadas de nuestros grupos de Instagramers que se «desvirtualizan» y se ponen en contacto fuera de la app.

¿No te parece que esta obsesión generalizada por compartir imágenes “bonitas” puede llegar a ser una forma de perversión / ocultación de realidades menos ”viralizables”, menos impregnadas del “buenrollismo” al uso?

Es verdad que cómo me decía la actriz y presentadora Bibiana Fernández hace años «Instagram es la red del buen rollo». Al contrario que Twitter, que vio proliferar los «haters» y los «trolls» y donde se busca bastante la polémica, el contraste de opiniones, la congregación de masas detrás de una lucha; en Instagram se trata de «poner likes» a las fotos, a los vídeos. Un lugar en el que empresas como operadoras telefónicas o compañías aéreas pueden, por fin, disfrutar de una relación sana en redes sociales con sus usuarios.

Que Instagram lo filtra todo, lo muestra todo en bonito.. Es probable. Hay que recordar que era una aplicación con filtros de edición que siempre ha hecho más bonito todo. Las guerras, las manifestaciones en Venezuela o en Turquía también salen de vez en cuando pero estamos en una aplicación del entretenimiento antes que en una app de reflexión o de información.

Imagen de Igers Gallery, en Madrid

Al hilo de esto, ¿los individuos somos marcas?

La cultura digital ha hecho que cualquier persona en cualquier momento pueda ser valorada por otro usuario a miles de kilómetros sin conocerle de nada. En tu pueblo, puedes publicar chorradas en Instagram pero la gente te conoce por lo otro, por lo que haces, lo inteligente que eres, lo bueno que eres, lo que sea.. En Internet, lo que se ve es lo que hay. Así que sí, te construyes una imagen, una marca personal frente a miles de usuarios que nunca conocerás. Hay gente para la que es más importante (celebrities, artistas, profesionales, emprendedores) y para otros menos (los adolescentes, por ejemplo) pero, para todos, Instagram te permite vehicular una imagen de quién eres y hay que cuidarla. Mucha gente no es consciente de ello. Adultos incluso.

Instagram te permite vehicular una imagen de quién eres y hay que cuidarla

A muchos padres les preocupa la actividad de sus hijos en esta red, ya que puede comprometer su intimidad. Muchos jóvenes quedan en la calle con el único objetivo de hacerse selfies para compartir ¿Cuáles serían tus recomendaciones en estos casos?

En mi libro decidí dedicar un capítulo especial a «la generación Z » y cómo el uso de Instagram es tan diferente entre los jóvenes y sus padres. Instagram es una misma herramienta y con las mismas posibilidades para ambos grupos de edad pero es curioso como unos y otros lo usan de forma diferente.

Los adultos, al margen de seguir sus amigos, pueden seguir a un australiano que haga buenas fotos y no conocerán nunca, y eso a los jóvenes no les interesa. Lo usan como un «super WhatsApp» donde puedes realizar «Instagram Stories», «Instagram Live» para que solo sean vistos por los amigos del instituto. Para ellos, es como una televisión social en el móvil donde va desfilando la vida de los demás. Es curioso pero antes los padres pedían a sus hijos de tener las cuentas en privado, y ahora son los niños los que prefieren tenerlas en privado mientras los padres las dejan en abierto, todo público.

Para los jóvenes, Instagram es como una televisión social en el móvil donde va desfilando la vida de los demás.

Parece que el fenómeno “influencer” ha llegado para quedarse. Defínenos lo que es para ti un influencer ¿De verdad hay tantos como dicen que hay? ¿Son rentables para las marcas?

Los «influencers» de los cuales hablamos tanto pueden ser categorizados de muchas formas pero, para hacerlo más sencillo, diría que son personas cuya «influencia» ha nacido, muy a menudo, por casualidad, sin esperársela y en el terreno digital. Han conseguido audiencias masivas y mueven pasiones. No suelen ser personas conocidas internacionalmente por otra actividad anterior.

Un «influencer» puede surgir a raíz de haberse especializado en un dominio que interesaba a una categoría de gente (moda, «lifestyle», «fitness», gastronomía..). Muchos blogueros ya conocidos en la red con sus blogs, se pasaron a Instagram por ser más intuitivo, rápido y divertido. Sus audiencias también se estaban yendo de la web a la app de moda o a Snapchat.. O sea, que era fundamental cambiar de soporte.

Los distingo así de los «influyentes», que son personas que ya tenían una relevancia en medios tradicionales siendo escritores, periodistas, artistas etc.. que eran ya influyentes en «su sector de conocimiento» antes del boom de internet o de las apps y que en estos medios también mueven a millones de personas.

Fotografía del muro de Instagram de Phil González

Muchas empresas no saben cómo entrar en esta red visual, que limita tanto el mensaje, ¿cuáles serían tus consejos?

No creo que Instagram limite el mensaje, al contrario. El uso del vídeo y ahora de los vídeos en directo, te permiten muchas cosas, al margen de la fotografía. Lo que pasa es que las empresas aún no se han parado a pensar en cómo usar Instagram más allá de una foto, con un comentario corporativo. El vídeo por ejemplo te permite contar qué pasa en tu empresa, lo que el ojo no ve, quién fabrica los productos, los diseña.. creando una relación con el usuario que antes no existía.  Por supuesto, tienes más consejos sobre cómo llevar una cuenta corporativa en mi libro 🙂

¿Crees que todas las grandes empresas deben estar en Instagram? ¿Por qué? ¿Has aconsejado alguna vez a alguna empresa que no tenga presencia en instagram?

Siempre aconsejo a todas las empresas presencia en Instagram. Creo que casi todo tiene cabida. Una cosa es que una empresa que venda tornillos de acero tenga la misma aceptación que una marca de vaqueros, pero todo es posible. Siempre hablo de esta pequeña empresa leonesa @reformasarias que, en plena crisis, trabajaba «a destajo» porque estaba siempre promocionándose en Twitter y en Instagram.

¿Y qué cuenta una empresa de reformas de casa en Instagram? Pues va colgando fotos de la obra que está realizando. El dueño de la casa puede seguir el avance de los trabajos, otros potenciales clientes descubrir los servicios que realizan… No buscan tener miles de likes ni followers, sino ser una empresa útil y transparente.

para las empresas, instagram Es un canal (aún) barato para comunicar y llegar a su objetivo potencial

¿Qué sectores serían los más propicios para triunfar en esta red? ¿Y los que menos?

Está claro que las marcas de moda, el deporte, la moda y el lujo, el mundo de los viajes, la gastronomía y las mascotas reinan… pero casi todos los sectores pueden tener éxito. Un amigo mío que tiene una tienda de pesca deportiva y tiene un Instagram con pocos followers (unos 500), eso sí, todos son potenciales compradores de su tienda. Es un canal (aún) barato para comunicar y llegar a tu objetivo potencial.

¿Cómo evolucionará tu comunidad @igers tras el éxito incontestable que ha alcanzado?  

La comunidad irá evolucionando a medida que Instagram evoluciona. Empezamos con unos instagramers que habían descubierto la fotografía a través del móvil, que deseaban conocerse, realizar encuentros.. Ahora estamos haciendo más proyectos artísticos, charlas, exposiciones con instituciones, concursos fotográficos con marcas.. Supongo que como todo, tendrá un final.

Cada año pienso que es el último que dedicaré a Instagram y, cada año, surge algún proyecto para demostrarme lo contrario. Pienso que Instagram podría perder fuelle y, cada seis meses, el fundador de Instagram anuncia unos 100 millones más de usuarios.. ¡Ya somos más de 700 millones!

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