Se espera que la población mundial aumente en 2.000 millones de personas en los próximos 30 años, según el informe ‘Perspectivas de la Población Mundial 2019’ publicado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) en junio. Esto significa que se pasaría de los 7.700 millones de habitantes que actualmente hay en el planeta a 9.700 millones de personas en 2050.
Este crecimiento plantea muchos desafíos. Uno de ellos es tratar de asegurar el alimento a toda esa población, un propósito que aún no se ha conseguido. Uno de los Objetivos de Desarrollos Sostenible (ODS) es precisamente ese, hambre cero.
En su descripción, la ONU llama la atención sobre la necesidad de “realizar una profunda reforma del sistema agrario y alimentario mundial si queremos nutrir a los 815 millones de personas hambrientas que existen actualmente en el planeta y a los 2.000 millones de personas adicionales que vivirán en el año 2050”.
Cencerros digitales
Para lograrlo, las inversiones en ganadería y agricultura son cruciales. Por un lado, para garantizar la productividad y competitividad y, al mismo tiempo, asegurar la alimentación del planeta. Desde la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, defienden que esto incluye la transformación digital del sector, que debería llegar a entre el 70 y el 80% en los próximos cinco años.
Entre las iniciativas que se están llevando a cabo en este sentido en nuestro país figura el proyecto piloto de Digitanimal. Esta empresa española, especialista en la fabricación de sistemas de localización y monitorización del ganado, ha colocado sensores en 130 reses que se mueven en una finca de 400 hectáreas de monte de la provincia de Ávila.
«Todo surgió de una necesidad real propia; nosotros tenemos ganado en Ávila y un día nos topamos con un problema real al perder 10 terneros en un solo verano debido a la diarrea vírica en terneros recién nacidos, con 7 u 8 días de vida. Si no se los encontraban a tiempo para tratarlos, morían por deshidratación. No podíamos creernos que en pleno siglo XXI no hubiese nada para saber dónde están los animales y esa fue la chispa que incentivó la puesta en marcha de este proyecto», explica Rubén Blanco, director comercial de Digitalnimal, a Nobbot.
El dispositivo que han desarrollado ejerce de ‘cencerro digital’ para informar dónde se encuentra el animal, pero no solo eso. A través de una aplicación móvil “el usuario puede verificar la localización y el estado de su ganado. Y si algo inusual ocurre, el sistema lo notifica al ganadero directamente. De este modo controla la explotación desde cualquier lugar y en cualquier momento”.
La alertas se pueden configurar e incluyen avisos por temperatura, robo o pérdida y, aún en modo de prueba, detección de partos. Todo ello se puede visualizar en el teléfono móvil o en la aplicación web de escritorio. El resultado es una gestión más eficiente de la explotación y las tranquilidad de tener a los animales controlados en todo momento.
Datos vía satélite
Hace algo más de un año, la FAO organizó el primer simposio internacional sobre innovación agroalimentaria en favor de las empresas familiares, donde se concluyó que la inclusión es un requisito esencial para que la tecnología ayude a erradicar el hambre. Aprovechar las nuevas herramientas, la mayoría de ellas conectadas a internet, “requiere abordar la brecha digital entre ricos y pobres, entre lo rural y lo urbano”, señaló durante su intervención el Director General de la FAO, José Graziano da Silva. Quien también dejó patente su preocupación sobre el hecho de que las tecnologías de la comunicación emergentes puedan excluir a este tipo de iniciativas con menos recursos.
Las zonas rurales no siempre disponen de la cobertura necesaria para la implementación de soluciones como la que propone Digitanimal. En este proyecto se utiliza tecnología satelital, asegurando la conectividad en aquellas áreas donde las comunicaciones terrestres son insuficientes. Para ello han contado con la colaboración el operador de satélites Hispasat y del especialista en telecomunicaciones Eurona.
En la explotación se han colocado varios puntos de acceso wifi vía satélite. Estos facilitan las comunicaciones de los ganaderos, la operación de las fincas y el envío de fotos e información recogida sobre el terreno. Y todo ello en tiempo real. Un terminal satelital, de reducidas dimensiones, bajo consumo y fácil instalación, se encarga de transmitir los datos enviados desde los sensores que monitorizan el ganado de forma continua. Y todo ello puede funcionar con una placa solar.
«Lo que surgió como una necesidad de localización fue derivando y creciendo en un sistema que estudia el comportamiento de los animales. Diferentes sensores recopilan la información, que posteriormente es analizada por los algoritmos de identificación de eventos, para detectar y notificar las posibles anomalías», explica Blanco. «Actualmente monitorizamos más de 10.000 animales a lo largo de más de 50 países. Nuestro reto es seguir creciendo para intentar hacer la vida más sencilla y eficiente posible a los ganaderos».
Digitanimal nació en 2015 como una iniciativa de cuatro personas y ahora ya son 18 profesionales trabajando en ella. Facilitar el acceso a la tecnología potencia la puesta en marcha de proyectos como estos. Y, además, también ayudan a generar riqueza, ser más competitivos y, en este caso, llevar a cabo una gestión más eficaz de los recursos de los que hacemos uso.
En Nobbot | El sistema que convierte la arena del desierto en tierra fértil
Imágenes | Digitanimal