Dormir poco no tiene por qué ser sinónimo de mala calidad de vida. Líderes mundiales como Margaret Thatcher o Donald Trump reconocieron dormir unas cuatro horas al día y eso no ha sido obstáculo para su éxito. Eso sí, quizás no pudieron consultar algunas de sus más controvertidas medidas políticas con la almohada…y claro.
El caso es que, frente a la justificada recomendación de dormir un mínimo de 8 horas al día para gozar de buena salud, un equipo de investigadores de la Universidad de California ha llegado a la conclusión de que no necesariamente es así. Por lo menos si presentamos una mutación en el gen ADRB1, que nos permitiría dormir poco más de 4 horas sin levantarnos agotados de la cama.
En su estudio, publicado en Neuron, los investigadores dirigidos por el profesor Ying-Hui Fu analizaron los genes de 12 miembros de una familia que duermen solamente 4,5 horas por noche sin sentirse cansados, encontrando una mutación genética en todos ellos.
Dormir poco sin sufrir
Para verificar su hallazgo, los científicos indujeron esta mutación genética con tecnología CRISPR en ratones, encontrando que estos reducían su tiempo de sueño en 55 minutos. Además, se podía despertar a los ratones dormidos activando artificialmente las células que expresan el gen ADRB1.
El análisis de los resultados sugiere que las variaciones en el gen ADRB1 determinan cuántas horas podemos estar despiertos cada día sin que ello tenga consecuencias negativas para nuestra salud.
Este estudio permitirá entender mejor los mecanismos del sueño, una actividad esencial para personas que no cuentan con esa mutación. Se calcula que el insomnio afecta a cerca del 30% de la población y se asocia a trastornos graves de la salud, que van desde un aumento en el riesgo cardiovascular a alteraciones del comportamiento y las emociones y, en general, a una pérdida de calidad de vida.
Sobre la posibilidad de desarrollar un fármaco que nos permita dormir poco y recuperar para la vigilia algunas horas de sueño, Ying-Hui Fu se muestra cauto y está bien que sea así porque, ¿qué necesidad hay?
Además, los científicos que tratan que quieren hacer una película de nuestros sueños tendrían que conformarse con rodar siempre cortometrajes.