Los arquitectos ya no solo se preocupan por diseñar los rascacielos más altos, empiezan a tomar conciencia de la necesidad de rebajar la contaminación de nuestras ciudades con urgencia. Por ello, la solución que propone Vincent Callebaut en su nueva creación podría ser solo el principio de una nueva tendencia: construye un edificio en Taiwán que reduce el dióxido de carbono »comiéndoselo».
La construcción de esta maravilla para el medio ambiente, que se llamará Tao Zhu Yin Yuan, se inició en 2013 en Taipei y, según informa el arquitecto en la página web del proyecto, podría estar terminado este año.
¿Cuál es el secreto? Lejos de basar su proyecto en una tecnología novedosa, Callebaut va a revestir la fachada, el techo y los balcones de su creación con 23.000 árboles y arbustos – más que los que encontramos en el Retiro. Estas plantas serán las encargadas de reducir las emisiones de CO2 y se calcula que absorberán 130 toneladas de este gas nocivo al año, el equivalente al que generan unos 27 coches.
Asimismo, su diseño helicoidal basado en una cadena de ADN también lo hace original. Esta torre tendrá más plantas en su interior, integrará un sistema de reciclado de agua de lluvia, placas solares, ascensores de bajo consumo eléctrico. En definitiva, todo lo posible para ahorrar energía.
árboles y arbustos decoran un edificio en taiwán
Este interesante proyecto también presenta un concepto pionero de eco-construcción residencial que persigue la simbiosis perfecta entre el ser humano y la naturaleza. El objetivo de su creador es construir un paisaje vertical que, además, fomente el ahorro energético. Por todo ello, la torre integra las energías renovables y otras nuevas nanotecnologías de última generación como BIPV, energía solar integrada en edificios. Por último, el arquitecto confía en que los futuros habitantes del edificio en Taiwán cultiven los amplios balcones, creando huertos verticales, jardines de plantas aromáticas y medicinales.
Según las estimaciones, Tao Zhu Yin Yuan tendrá 92 metros de altura, pero no olvidemos que comparte emplazamiento con uno de los edificios más altos del mundo, la torre Taipei 101, con 508 metros de altura.
Fotografías: Vincent Callebaut Architectures