Las matemáticas es de aquellas asignaturas que suele atragantarse en el colegio. Cambiar esta percepción es el objetivo de Kotokan, una plataforma enfocada a que niños y niñas de entre 8 y 13 años desarrollen habilidades relacionadas con el pensamiento crítico a través de problemas matemáticos.
Carmen Izquierdo, ingeniera y asesora financiera, y Jon Pittaluga, comunicador audiovisual, se conocieron gracias a WhatsApp. Fue en este medio donde Carmen se enteró de que una start-up de matemáticas estaba buscando un director de tecnología.
– ¿Cómo detectasteis que existía una oportunidad de ofrecer un enfoque distinto a la forma en la que se enseña las matemáticas?
Jon Pittaluga (JP): Kotokan está enfocada en desarrollar habilidades de pensamiento (thinking skills) a través de las matemáticas. El sistema educativo no educa sobre pensamiento crítico, pensamiento creativo o resolución de problemas. Tras un estudio de mercado y más de 40 entrevistas con padres y profesores de todo el mundo, nos dimos cuenta de que las matemáticas eran el mejor camino para enseñar estas habilidades.
– ¿Os encontrasteis con muchos obstáculos en el comienzo? ¿Cómo los resolvisteis?
Carmen Izquierdo (CI): Uf… Al principio solo éramos Jon y yo, y teníamos muy pocos recursos. Cuando conseguimos entrar en el programa IMPACT EdTech de la Unión Europea (UE), en el que, por cierto, fuimos la única startup española que lo consiguió en nuestra convocatoria, ¡nuestra vida cambió totalmente! En octubre de 2020 Kotokan era solo una idea. Ahora es una plataforma real, testada y usada por profesores del mundo entero.
JP: El día y la noche. Contar con recursos y el apoyo del ISDI, de Funding Box y de European Schoolnet (que agrupa a más de 30 ministerios de educación), nos permitió hacer un ‘pívot’ en profundidad y montar el equipo que precisábamos.
– ¿Los programas de aceleración han sido clave para levantar el proyecto?
CI: Del programa de incubación IMPACT EdTech, solo la mitad pasamos a la fase de aceleración. Recientemente recibimos nuestra evaluación y nos han comunicado que hemos quedado primeros en el ranking y ‘best-in-class‘.
Este programa ha sido muy útil por varias razones: en primer lugar, nos ha proporcionado recursos económicos para crecer y montar el equipo. Hemos tenido mentores y expertos de primer nivel a nuestro lado, ayudándonos y guiándonos en cada paso que dábamos. El haber sido reconocidos ‘best-in-class‘ nos da otros beneficios como el acceso a 34 ministerios de educación y ser socios del programa Future Classroom Lab de la UE, que nos abre las puertas a muchos colegios y agentes del sector educativo.
– ¿Por qué va dirigido a niños y niñas de entre 8 y 13 años?
CI: Hemos elegido estas edades porque ahí es donde podemos tener mayor impacto a largo plazo. Estas edades se corresponden a la educación primaria, cuando los niños tienen mayor capacidad de aprendizaje y empiezan a estudiar matemáticas y a desarrollar las habilidades de pensamiento. De cara a futuro, no descartamos ampliar a infantil y secundaria, según donde detectemos mayor necesidad.
– ¿Por qué son las 4 ces (pensamiento crítico, creatividad, colaboración y comunicación) las facultades claves para el siglo XXI?
JP: Las habilidades de pensamiento trascienden el currículum y se aplican a lo largo de toda la vida de un individuo. Son habilidades necesarias tanto en el colegio como en el trabajo. Podríamos decir que nosotros queremos dar herramientas a profesores y padres para que los niños desarrollen estas habilidades y aprendan a pensar mejor. Es nuestra forma de cambiar el mundo.
«Las habilidades de pensamiento trascienden el currículum y se aplican a lo largo de toda la vida de un individuo»
– Y, en concreto, aplicadas a las matemáticas, una asignatura que suele ser de las más difíciles dentro del currículum escolar.
CI: Es cierto que las matemáticas es una de las asignaturas más complicadas (y por ello, más odiadas) del currículum, pero también es la asignatura que enseña a razonar de forma lógica, con datos reales y aplicables al día a día. Me atrevería a decir que es la asignatura más importante, ya que es la que se usará y necesitará toda la vida. Además, las matemáticas, bien explicadas y con buenos recursos, no son difíciles.
Nosotros queremos ayudar a los profesores a dar un sentido práctico a las matemáticas y a que mejoren sus clases, dándoles acceso al contenido que necesitan y herramientas para ahorrar tiempo y ser más productivos.
– ¿Qué tiene que hacer un profesor o un colegio para empezar a utilizar Kotokan?
CI: Es muy simple. Primero, registrarse en la plataforma de forma gratuita. Una vez dentro, la plataforma va indicándoles, paso por paso, qué tienen que hacer. Resumiendo, los pasos a seguir son crear la cuenta, crear una clase, buscar contenido para los alumnos o crear tu propio contenido e invitar a tus alumnos para que se unan y empiecen a resolver.
– ¿Es complementario al currículum escolar?
CI: Sí. De momento está disponible para el currículum español y el británico. Dentro de poco esperamos tener el americano también. Tenemos una matemática experta en pedagogía en el equipo y ella se encarga de que los contenidos de Kotokan se ajusten a estos currículums. Además, estamos trabajando con unos 16 profesores de matemáticas de seis países distintos que crean contenidos, definen la plataforma y la prueban. Kotokan está hecha por y para profesores.
«Nos dimos cuenta que las matemáticas eran el mejor camino para enseñar habilidades clave»
– ¿Cuántos profesores se han registrado hasta ahora y en qué países?
CI: Ahora hay unos 200 profesores registrados, sobre todo de países europeos y de Oriente Medio.
– ¿Qué respuesta habéis recibido por parte de los usuarios? ¿Os ha servido para ajustar algunas funciones?
CI: La verdad es que el Kotokan actual ha nacido de las sugerencias que nos han ido dando. Nosotros la hemos diseñado a partir de estas necesidades. Un ejemplo es permitir que creen contenidos, algo que ha surgido de esta comunicación con los profesores.
– ¿Qué oportunidades de emprendimiento ofrece el sector educativo?
JP: Probablemente surgirán propuestas interesantes en el territorio de la colaboración entre universidad y empleadores. Habrá mucha oferta en el desarrollo de la fuerza de trabajo, nuevos modelos educativos en colegios y universidades y disrupciones en el sector editorial educativo.
La COVID-19 ha acelerado la transformación educativa. No olvidemos que en este sector aún tienen éxito modelos de los siglos XIX y XX. En el futuro posiblemente sigan coexistiendo y asentándose propuestas muy diversas, pero los modelos tradicionales perdurarán.
– Una curiosidad: ¿por qué elegisteis este nombre?
JP: Buscábamos una palabra sobre la que pudiéramos construir una marca y capitalizar en buscadores. Queríamos que tuviera un aire oriental porque las matemáticas tienen mucho peso en los sistemas educativos de Singapur y Japón. Sobre todo, queríamos que fuera divertida. Es parte de un proceso creativo y de branding. Al final, lo único que cuenta es que se acuerden de ti y que te encuentren fácilmente.
Imágenes | Cedidas por Kotokan. Imagen de portada: Joshua Hoehne/Unsplash.
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