Hace dos meses instalé en mi navegador dos extensiones llamadas Twitter Demetricator y Facebook Demetricator. Estos pequeños programas solo tienen una tarea: ocultar las cifras características de las redes sociales. Esconder los ‘me gusta’, los retuits, el número de seguidores… Y vivo más relajado.
No es la primera vez que hablamos sobre cómo la visualización de los datos modifica nuestro día a día, a menudo sin ser conscientes. Como tuvimos oportunidad de comentar con el psicólogo Adam Alter, “hay muchísima gente inteligente dedicando miles de horas para garantizar que [estas] plataformas sean irresistibles”. ¿Se lo complicamos un poco? ¿Ocultamos los estímulos?
El valor de tu cuenta, el valor de tus comentarios
Buena parte del tráfico de Twitter o Facebook está ahí para conseguir unos objetivos. Generalmente de atención (que nos miren) e influencia (que nos hagan caso). Y esto hoy se consigue mediante números. Cada seguidor nuevo es un nodo más en nuestra red de contactos sobre el que expandir el mensaje.
Un ‘me gusta’ o un retuit más pueden suponer la diferencia entre un mensaje olvidado y aquel que se convierte en tendencia. Y dado que esto depende en última instancia del número que aparece junto al corazón o el icono del RT, nos obsesionamos con las cifras. Ya nos hemos vuelto adictos a:
- Los teléfonos móviles (artículo).
- El binge-watching de las plataformas de streaming (artículo). Por cierto, puede desactivarse la reproducción automática.
- La información de baja calidad (artículo).
- Las redes sociales (estudio, estudio, estudio, estudio).
Una variación de la Ley de Metcalfe asociada a la cuenta de una red social diría que “el valor de una cuenta aumenta proporcionalmente al cuadrado del número de seguidores”. Marc Masip tenía razón. La clave está en preguntarnos: ¿podemos vivir con las redes sociales sin gravitar hacia sus cifras?
Por qué necesitaba un Twitter sin cifras
En enero de 2019, sospeché que pasaba demasiado tiempo en redes sociales, de modo que instalé en mi teléfono y navegador la aplicación y extensión HabitLab. Desarrollada por un equipo de investigadores de la Universidad de Standford, esta aplicación busca obtener datos de nuestro comportamiento en línea. También permite establecer límites a algunas webs.
Arriba se muestra un ejemplo de funcionamiento. Me he metido un par de minutos a mis páginas más frecuentes para mostrar cómo se observaría el gráfico, en minutos. Pero durante febrero de 2019 las cifras eran mucho más preocupantes. Pasaba 83 minutos diarios en Twitter y refrescaba continuamente la vertical para buscar cambios. Me había vuelto un adicto a las cifras.
Mi experiencia con un Twitter sin cifras
Borré del teléfono móvil las redes sociales y configuré HabitLab para cerrar la ventana tras 30 minutos de actividad diaria. Esa iba a ser mi ventana máxima para Twitter o Facebook. Pero, además, probé Twitter Demetricator y Facebook Demetricator. Estas crean una máscara que oculta las cifras, y funcionan.
En los pantallazos de arriba puede observarse el antes (izquierda) y el después (derecha) de activar Twitter Demetricator. Las cifras características de la red social pasan a convertirse en puntos que informan de cierta interacción pero que no muestran su calado. Veremos si alguien ha escrito un comentario, pero no cuántos.
Tampoco tendremos acceso a las fechas o cuántos seguidores tienes tú u otros. Esto es clave. En la imagen de abajo se muestra la interfaz de Facebook Demetricator, con un comportamiento similar. Se oculta el número de comentarios, compartidos, número de reacciones (cuando aparecen), la fecha…
La falta de presión al evitar cifras en redes sociales
Si HabitLab se creó para mejorar nuestros hábitos en red, Twitter Demetricator y Facebook Demetricator fueron desarrollados para hacer un uso más calmado de la tecnología. De hecho, no cambian la esencia de las redes sociales. Uno no se ve limitado al desconocer el número de ‘me gusta’ que recibió su publicación. La información del tuit o comentario sigue llegando.
Pero sí funciona a la hora de visitar la red social con más tranquilidad, sin esperar un resultado tangible como un seguidor más o un cierto número de retuits. Las cifras pierden importancia, y he podido probar personalmente cómo cambia la aproximación a las redes sociales.
¿Un mundo de métricas ocultas pero disponibles?
Amber Case, autora del libro ‘Calm Technology’ (2015), estaría orgullosa de Benjamin Grosser, programador de los demetricators. Ahora, mis redes sociales se centran en lo importante: las personas y los grupos.
Instagram is testing hiding like count from audiences,
as stated in the app: "We want your followers to focus on what you share, not how many likes your posts get" pic.twitter.com/MN7woHowVN
— Jane Manchun Wong (@wongmjane) April 18, 2019
Curiosamente este artículo se redacta cuando Mark Zuckerberg propone dar peso a estos dos factores en Facebook, al tiempo que abre buena parte de los datos para que la comunidad científica pueda estudiarlos. Facebook se está poniendo las pilas tras Cambridge Analytica y, con el cierre de las Comunidades de Google+, parece querer absorber su mercado y convertir a Facebook en el nuevo WeChat.
De hecho, se podrá ligar con funcionalidades como el Secret Crush. Pero lo más relevante con respecto a los demetricators es que Instagram ya está probando con una interfaz en la que no aparezca el número de ‘me gusta’, tal y como muestra Jane Manchun en el tuit de arriba.
Parece que las grandes tecnológicas están escuchando, por fin, las peticiones de los expertos en psicología. Convertir la red en un lugar más calmado para el usuario medio. Quizá la guerra de cifras, el valor asignado a una cuenta y la polarización de la sociedad vayan desapareciendo gradualmente.
En Nobbot | Zuckerberg, aclárate, por favor
Imágenes | iStock/zakokor, Marcos Martínez