Los últimos desarrollos de la genética y en el campo del análisis masivo de los datos que salen del estudio de nuestro ADN están desequilibrando la batalla histórica que siempre han mantenido ambientalistas y genetistas a favor de estos últimos. Desde hace muchas décadas, los científicos se preguntan hasta qué punto nuestra vida y nuestras capacidades vienen determinadas por la herencia o más bien son maleables y graduadas por el ambiente. Y parece que empieza a haber una respuesta a esta cuestión.
Los científicos de la firma española 24Genetics, liderada por Nacho Esteban, son contundentes: el talento también se encuentra en nuestros genes. Los marcadores genéticos determinan la predisposición a destacar en actividades que tienen que ver con la creatividad figurativa, la inteligencia o las habilidades lectoras, por ejemplo.
Por eso, cuando decimos que una persona tiene un “talento natural”, lo estamos diciendo casi todo de ella. Y eso se nota en campos como la música, la escritura o pintura. Según datos de 24Genetics, los trastornos en la capacidad de comprensión lectora y del lenguaje tienen un componente genético de entre el 45% y el 61%.
Las variaciones del cromosoma 6p
Nacho Esteban, CEO de 24Genetics, una empresa española con oficinas en Madrid, Reino Unido y Estados Unidos, asegura que con un sencillo test genético que no llega a los 200 euros cualquiera puede conocer su predisposición a mostrar estas aptitudes creativas. “Diversos estudios describen cómo las variaciones en el cromosoma 6p influyen en el desarrollo de las habilidades cognitivas”, mantiene Esteban. Además, este test informa sobre las habilidades mentales que vamos a tener en las primeras etapas de nuestra vejez.
En 24Genetics remiten a un estudio de la Universidad de Barcelona que ha mostrado que la genética explica en más del 50% de los casos las diferencias en pruebas de rendimiento cognitivo.
Pero Esteban y su equipo van más allá y sostienen que la genética no solo influye en el talento de las personas, sino en la motivación que muestran para alcanzar ciertas metas. O sea, que eso de las «10.000 horas para ser un virtuoso», la teoría que en los años 90 lanzó el psicólogo Anders Ericsson y popularizó el periodista Malcolm Gladwell, también está en los genes.
«La cadena de ADN es un indicio de todo. Hay mucho por explorar todavía, pero cada día conocemos más la influencia genética en aptitudes y habilidades cognitivas. Yo lo explico en términos de planteamiento individual. Tengo curiosidad por saber cómo es mi carga genética y cómo afecta o qué influencia pueden llegar a tener mis genes en mi vida. Una vez que mi ADN está secuenciado, decido si favorezco un entorno en el que pueda fomentar dichas habilidades».
La genética ya no es cosa de ricos
Hasta hace no mucho, la genética hacía pensar en exclusivos laboratorios y centros médicos de primer nivel solo al alcance de los millonarios. Pero hoy nada de eso es así.
El interesado en conocer su ‘código fuente’ solo tiene que pedir desde casa un kit que le servirá para recoger una muestra de su saliva y que luego enviará por correo al laboratorio. Más tarde, en el plazo de un mes o mes y medio como máximo, los resultados le serán remitidos por correo electrónico.
Los tests más completos de 24Genetics también incluyen datos de la procedencia de nuestros ancestros, de las enfermedades hereditarias a las que nos podemos enfrentar o incluso de las de la capacidad para digerir ciertos alimentos, para hacer deporte o para conocer cómo envejecerá nuestra piel.
Otro de los aspectos que investiga el test de 24Genetics es la importancia de la lactancia materna y los beneficios que da al niño. “Está comprobado que concentraciones más altas de determinadas enzimas y ciertas variantes genéticas se han relacionado con una mejor cognición. La leche materna contiene hormonas, enzimas y anticuerpos importantes. Los beneficios a corto y largo plazo de la lactancia para el niño son numerosos y uno de los hallazgos más consistentemente reportados para el desarrollo cognitivo”, afirma el jefe de 24Genetics.
No estamos predestinados
De todas formas, Nacho Esteban no cree que lo escrito en nuestros cromosomas sea algo definitivo ni una verdad inquebrantable. Como muchos expertos en salud, él prefiere hablar de “predisposición” y no de “predestinación”. Y contempla estos avances como una ayuda, pero no como un diagnóstico inapelable. «Si conozco hoy, por las posibilidades actuales, la carga genética de mi hijo en relación con la creatividad, puedo fomentarlo», defiende.
Esas variantes genéticas favorables fueron las que compartieron genios de la física, música o pintura como Einstein, Mozart o Picasso, aunque nadie en su entorno lo supiese ni tampoco lo fomentara especialmente en algunos casos.
Además, Nacho Esteban admite que no todo es genética, y que el ambiente también influye. «Es obvio que el entorno marca, pero un mayor conocimiento de nuestras capacidades y de nuestras capacidades soft y hard es también básico. Qué duda cabe de que somos producto de un sumatorio de factores, pero ahora tenemos una opción de conocimiento que antes no existía«, reitera el CEO.
Mediante la secuenciación del genoma completo, las personas tienen toda la información que puedan querer sobre sus genes. El genoma comprende todo el ADN contenido en el núcleo de nuestras células. Hablamos de aproximadamente 3.200 millones de pares de bases de ADN o ácido desoxirribonucleico que corresponden a unos 30.000 genes. Toda esta información es complementaria a la que pueden sacar sobre una persona los sociólogos, psicólogos, economistas o antropólogos, y que en conjunto van a determinar los caminos más posibles por los que vamos a transitar en nuestra vida. Aunque conviene tener en cuenta que el futuro nunca está escrito del todo.
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