Es bien sabido que el oso panda es uno de los iconos nacionales en China. Al borde de la extinción en distintas ocasiones, su adorable imagen ha convertido a este animal en uno de los más queridos en el planeta. Pues bien, el proyecto Panda Green Energy, que ha recibido apoyo del programa de desarrollo de Naciones Unidas, reconoce la importancia de esta imagen icónica y la utiliza para mejorar la estética de las plantas solares, habitualmente una aburrida superficie de hileras formadas por las placas. Quizás en el futuro veamos plantas de este tipo en España con forma de toro o de lince. ¿Por qué no?
La planta solar se ubica en Datong, provincia de Shanxi, China y se ha conectado ya a la red, en una primera fase, para producir 50 MW de energía limpia para los pueblos que la rodean. Cuando finalice su construcción, este gigantesco panda producirá 3.200 millones de kWh de electricidad durante 25 años, lo que equivale a ahorrar 1,056 millones de toneladas de carbón, o reducir 2,7 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono.
La figura del panda se logra gracias a dos tipos de paneles: uno de células fotovoltaicas de película fina blanca (PV) y otro de células fotovoltaicas monocristalinas de silicio negro.
jóvenes y energía solar
Más allá de su capacidad de producción de energia limpia, el complejo también pretende ser un punto de divulgación y concienciación para los más jóvenes sobre las ventajas que ofrece la energía solar. El gobierno Chino quiere que sus jóvenes crezcan en el convencimiento de que el futuro del país es consumir energía renovable.
El proyecto de “Panda Green Energy” es parte de un acuerdo de cooperación con el programa de desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD) para combatir el cambio climático y en él están involucrados distintos países. Fiji será la siguiente en construir una planta de energía solar en forma de panda.
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