Puede costar entender lo que es Blockchain porque, al fin y al cabo, es una tecnología que tiene que ver con bases de datos, la criptografía y las matemáticas. Sin embargo, debe quedarnos claro lo que puede suponer este sistema, nacido como plataforma para la moneda virtual Bitcoin.
Cada vez son más los que aseguran que estamos ante una revolución como la que supuso la irrupción de Internet en nuestras vidas hace 20 años. Blockchain va a cambiar, según sus promotores, la manera de trabajar de los bancos y las aseguradoras, la forma en que la administración atiende a los ciudadanos o incluso cómo compartimos la información en casa.
El estratega y formador Alex Preukschat (@AlexPreukschat), ha coordinado el libro ‘Blockchain: la revolución industrial de Internet’, que ofrece información sobre cómo funciona y va a cambiar muchas industrias la llamada “cadena de bloques”. En esta entrevista habla de todo ello junto a Iñigo Molero (@Imolman), consultor de comunicación y también participante en el libro que acaba de publicar Grupo Planeta.
-¿Podríais explicarle a un profano, brevemente y con un lenguaje entendible, qué es Blockchain?
Una “base de datos” distribuida entre diferentes participantes donde todos ellos tienen la certeza absoluta -garantizada por las matemáticas y la criptografía- de que las transacciones y anotaciones registradas en la misma son ciertas, duraderas e infalsificables.
-Uno de los valores de Blockchain es la descentralización de los procesos. ¿Cómo se logra esta descentralización que eventualmente trae la eliminación de intermediarios?
Con la tecnología Blockchain no existe un único nodo o ente centralizado que supervise o valide los procesos o anotaciones. Con Blockchain, son todos los ordenadores participantes -en forma de nodos- los que adquieren y comparten esta responsabilidad. Y eso ahora es posible gracias a la combinación de diferentes tecnologías, como una red P2P, la criptografía y la teoría de juegos. Antes de la aparición de Bitcoin en 2009, ya hubo intentos de crear sistemas descentralizados y durante más de 40 años, pero todas las propuestas fracasaron hasta ahora.
Bitcoin y Blockchain van mucho más allá de la posibilidad de transferir dinero vía Internet
-Blockchain exige el consenso de los participantes, que deberán validar la información de la base de datos que se comparte. ¿No exigirá esto demasiado esfuerzo por parte de todos? ¿Y no hay riesgo que de que al final el sistema acabe en el caos?
Hasta la fecha todo parece indicar que no, porque ese mismo esfuerzo también está distribuido entre todos los nodos. En un sistema centralizado, un único nodo puede tener un factor de esfuerzo de 1.000, con todo lo que eso conlleva. En un sistema descentralizado, 1.000 nodos pueden soportar un esfuerzo de 1. Un resultado similar, sólo que con unas connotaciones mucho más importantes de lo que muestra el ejemplo. Para falsificar las transacciones en un sistema descentralizado, habría que actuar sobre la mayoría de los nodos al mismo tiempo, dispersando el esfuerzo de los atacantes. En cambio, en un sistema centralizado, se focalizan todos los esfuerzos en un único nodo optimizando las posibilidades de éxito.
-¿Cómo cambiará Blockchain nuestra vida cotidiana? ¿Podéis ponerme un par de ejemplos significativos?
Pues prácticamente en todos los sentidos y en muchos de los procedimientos actuales que conocemos y utilizamos a diario. Blockchain propone, y ha demostrado que es posible, prescindir de entes centrales y que podamos establecer relaciones personales o comerciales en ámbitos donde la confianza no esté presente. Así que modelos actuales como Amazon, Facebook, Uber o eBay tendrán contrarréplicas descentralizadas. Y de ahí cualquier otra situación puntual que podamos imaginar: casinos o casas de apuestas, relaciones con ONGs, comercio online, relaciones con la administración… Blockchain es tan transversal como pueda serlo un teléfono móvil, que lo utilizamos para trabajar o relacionarnos, seamos abogados, informáticos o fontaneros.
-Muchos mantienen que Blockchain cambiará radicalmente la manera en que las empresas de muchos sectores hacen negocios. ¿Podéis ilustrarnos también con algún ejemplo contundente? Por lo que he leído, en la banca los cambios pueden ser mayúsculos.
La banca ha sido la primera industria que ha visto el potencial de esta tecnología y cómo ha mejorado extraordinariamente -al margen del sistema bancario- sus procedimientos actuales. Por eso no resulta extraño que grandes instituciones financieras, a lo largo de todo el mundo, estén invirtiendo dinero y esfuerzos en entender y desarrollar esta tecnología. La aparición de Bitcoin puso en evidencia que era posible transmitir valor, las 24 horas del día, 7 días a la semana, y que en cuestión de minutos una cantidad presupuestada de dinero -como céntimos de euro- pueda llegar al destinatario final… sin intermediarios. El sector de los seguros es otro ejemplo paradigmático. Ahora es posible contratar micro-seguros para el coche, por ejemplo, que abarquen sólo minutos, horas o días. Indudablemente se ha abierto un nuevo nicho de negocio para las aseguradoras que sepan verlo.
Con Blockchain sucederá lo mismo que con TCP/IP o el SMPT, no hará falta conocer conceptos técnicos o informáticos complejos para utilizarlo con total seguridad
-También se asegura en el libro que en el que participáis que Blockchain va a cambiar la forma en que la administración pública atiende a los ciudadanos. ¿De qué manera?
De todas las formas imaginables. Ligado a la veracidad, en Blockchain, hay otro adjetivo que la define muy bien: la transparencia. Las relaciones impositivas, por ejemplo, podrían desarrollarse en una Blockchain creada al efecto y todas las liquidaciones realizarse de forma automática con el uso de smart contracts. De consolidarse esta opción, ciudadanos y administración ahorrarían costes, tiempo, gestiones y se optimizaría la lucha contra el fraude…
-¿Hasta qué punto Blockchain también va a suponer una revolución en el e-commerce?
El e-commerce basa gran parte de su éxito en la experiencia del usuario y el volumen de negocio crece año a año sustentado en esta característica. Compres lo que compres, compañías como Amazon o eBay proporcionan una misma experiencia, fidelizando al cliente y otorgándole esa seguridad. Blockchain proporcionará también una experiencia de usuario única, pero con el añadido de que además no habrá empresas centralizadas que, por su gestión, cobren un porcentaje de la compra o de la venta. Blockchain nos otorga la posibilidad de negociar sin necesidad de que exista confianza entre las partes. El comercio electrónico podría experimentar un crecimiento exponencial.
-En el libro se dice también que esta tecnología será en menos de una década tan popular como lo es hoy la Web. ¿No es difícil de creer esto, sobre todo cuando estamos en un momento en que ni muchos informáticos y tecnólogos saben de qué va esto?
Esta situación recuerda mucho a la acontecida en los mediados de los 90 del siglo pasado cuando se hablaba de Internet. Muchos de los actuales usuarios de internet desconocen qué son el TCP/IP o el SMPT. Pero si añadimos que el primero es el propio protocolo de internet y el segundo sirve para que podamos intercambiar correos electrónicos, sin comprenderlos, reconocemos su utilidad. Con Blockchain sucederá lo mismo, no hará falta conocer conceptos técnicos o informáticos complejos para utilizarlo con total seguridad. Los usuarios la utilizarán porque verán que es práctico, útil y les mejora la vida o sus quehaceres laborales. Y no hará falta saber que es un Hascash o la criptografía de curva elíptica.
-¿No creéis que algunos pecan de demasiado optimismo, incluso de adanismo, cuando hablan de las posibilidades de Blockchain?
Es posible porque a día de hoy hay muy pocos modelos de uso desarrollados y ninguno ha logrado alcanzar un uso masivo entre la población. Pero sólo es cuestión de tiempo que suceda. La evolución y desarrollo de esta tecnología en menos de una década ha sido extraordinaria. Año a año ha crecido el interés, las inversiones, el talento y las propuestas. A día de hoy muy pocos dudan de que nos encontramos ante algo nuevo y diferente. Lograr un modelo de negocio es el siguiente reto.
Existirán tantas Blockchain como sean demandadas tanto por el público en general como en el ámbito empresarial. Podrían llegar a existir y consolidarse Blockchain privadas limitadas a un ámbito familiar
-Al parecer no habrá una única Blockchain, sino muchas, públicas y privadas, como en el cloud. ¿Qué configuración tendrá Blockchain en unos años? ¿Cuántas habrá y quién las soportará?
Existirán tantas Blockchain como sean demandadas tanto por el público en general como en el ámbito de la empresa privada. Grandes corporaciones y pequeñas empresas podrán desarrollar sus propias Blockchain privadas y así lograr mejorar sus procedimientos operativos actuales. De hecho, podrían llegar a existir y consolidarse Blockchain privadas limitadas a un ámbito familiar, y nada impide que públicas y privadas puedan relacionarse entre ellas. Y con otras auspiciadas por las propias administraciones. Y las públicas estarán presentes mientras existan comunidades globales que coincidan y accedan a compartir unas mismas reglas, recogidas en un mismo protocolo. Es muy posible que muchas se queden por el camino, pero otras se consolidarán y tendrán usos prácticos, bien sean públicas o privadas.
-Blockchain parece que afectará al negocio de los bancos, las aseguradoras e incluso a la forma en que la administración atiende a los ciudadanos, pero también cambiará la gestión en la pyme. ¿Cómo cambiará la “cadena de bloques” el día a día de un pequeño empresario o de un autónomo?
Una queja recurrente de estos pequeños empresarios es cómo actúan como recaudadores de impuestos para la Hacienda Pública, con la liquidación trimestral del IVA, por ejemplo. Una Blockchain donde estos entes y la Hacienda Pública compartieran espacio facilitaría de forma automática –smart contracts mediante- la liquidación de estos impuestos, ahorrando tiempo, esfuerzo, recursos y disgustos a ambas partes. Y no sólo eso; otro ejemplo sería su utilización como herramienta muy útil para conocer el estado de un negocio de forma actualizada y en función de la información recogida y del análisis de la misma, tomar las decisiones empresariales más adecuadas en cada momento. Aquí grandes y pequeñas empresas compartirían una misma herramienta/ventaja sin necesidad de realizar grandes desembolsos económicos que imposibiliten a las más pequeñas acceder a estas nuevas herramientas.
Blockchain facilitaría de forma automática la liquidación del IVA, ahorrando tiempo, recursos y disgustos a los autónomos y a Hacienda
-Blockchain se presenta como un garante frente al fraude y la economía sumergida. ¿No es una paradoja esto cuando el origen de esta tecnología en 2009 está vinculado a Bitcoin, una moneda virtual de la que sabemos muy poco y que no se somete a la regulación de ningún banco central?
En realidad, de Bitcoin conocemos lo que queremos conocer, porque siempre ha estado ahí para quien mostrara interés y curiosidad. No debe haber un código informático abierto que haya sido tan estudiado y analizado como Bitcoin. Solo llegados a este punto es cuando surge el consenso de que nos encontramos ante algo nuevo y disruptivo, como es prescindir de un ente de confianza que valide nuestras relaciones. Es tan impactante que cuesta creerlo, pero una vez llegas a esa conclusión, y amplias ciertos horizontes mentales, se abren un sin fin de posibilidades. Es cierto que Bitcoin no está respaldado por ningún banco central. A Bitcoin le respaldan las matemáticas, la criptografía y la comunidad de usuarios. No es obligatorio participar, pero, si lo haces, estarás a un mismo nivel que el resto de los usuarios. Finalmente Bitcoin y Blockchain van mucho más allá de la posibilidad de transferir dinero vía Internet porque sus posibles aplicaciones son mucho más amplias. De la misma forma que Internet no sólo sirve para enviar correos.
-¿Hasta qué punto ha generado ya Blockchain una industria de desarrolladores, tecnologías y aplicaciones a su alrededor?
Aún queda mucho por hacer. Estamos en una fase embrionaria y por eso es importante que todos nos involucremos en el desarrollo de esta tecnología y podamos competir en igualdad de condiciones con otros países que ya se están posicionando. Necesitamos crear ese ambiente necesario para las iniciativas puedan prosperar. Los avances realizados en estos años han sido extraordinarios. Si hace 5 o 6 años alguien me hubiera dicho que a día de hoy estaríamos así, me hubiera costado creerlo, y eso que obviamente somos fans de esta tecnología. Por ejemplo, sólo la comunidad de desarrolladores de Ethereum (plataforma P2P de contratos inteligentes) se estima que supera las 30.000 personas.
En este nuevo ecosistema tecnológico, competidores como BBVA, Banco Sabadell, Banco Santander cooperan en el desarrollo de una tecnología que puede ser de extraordinaria ayuda a todos ellos
-¿Cómo está el negocio y los proyectos alrededor de la cadena de bloques en España?
Pues recientemente se anunciaron dos iniciativas nacionales. La primera era sobre la creación del que pretende ser el primer consorcio bancario de Blockchain en España, liderado por Cecabank y Grant Thornton. La segunda tenía que ver con el anuncio de una Blockchain multisectorial donde, además de bancos, hay universidades, eléctricas, abogados, notarios o instituciones. En esta segunda Blockchain, denominada “Lyra”, hay socios como everis, BBVA, Banco Sabadell, Banco Santander, Endesa y muchas otras multinacionales españolas. Este tipo de colaboraciones conjuntas es un hecho que, aunque pueda sorprender, es muy habitual en este nuevo ecosistema tecnológico. Entes competidores en un mismo sector del mercado cooperan en el desarrollo de una tecnología que puede ser de extraordinaria ayuda a todos ellos.
-¿Qué países están haciendo proyectos punteros?
Singapur, Dubái, India, Bahréin, Gran Bretaña, Japón, China, Alemania, Estonia, Suiza o EEUU son algunos de los países punteros en el estudio y desarrollo de esta tecnología. Y en muchos casos para aplicaciones concretas, como Estonia, que empieza a recoger la información médica de sus ciudadanos en una Blockchain, u otras globales o cooperativas. Todos estos países tienen, sin embargo, un punto en común: las autoridades están otorgando todo tipo de facilidades para desarrollar en su territorio una tecnología que promete ser incluso más impactante que Internet. Y si este futuro se consolida, serán referencia y muchas de las futuras multinacionales y grandes empresas serán suyas, generando riqueza, empleo, oportunidades… España debe estar en esa lista porque ingenio, imaginación, talento o esfuerzo tenemos de sobra para competir con cualquiera.
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