El profesor Nuccio Ordine, filósofo de la lectura y autor, entre otros, de ‘La utilidad de lo inútil’, ha vivido el confinamiento en su casa en el verde de Calabria, sur de Italia. En compañía de sus animales y de casi 25.000 libros. Su vida no ha cambiado mucho, asegura, aparte del sufrimiento por no poder encontrarse con amigos.
En los dos meses de emergencia, el profesor Ordine ha recorrido con su perro unos 300 kilómetros a pie, cinco al día. Un intelectual acostumbrado a viajar, que ha tenido que cancelar conferencias en medio mundo, y que quiso compartir algunas reflexiones sobre este momento extraordinario con Nobbot.
– ¿La primera enseñanza de la pandemia?
El virus ha puesto en marcha un mecanismo por el cual todo lo que antes solo unos pocos veían a través de un microscopio, ahora todos lo podemos ver claramente. En particular, hemos descubierto el desastre causado por el neoliberalismo. En los últimos 30 años, se han debilitado los dos pilares de la dignidad humana: el derecho a la vida, la salud, y el derecho al conocimiento, la educación. Según el neoliberalismo, estos dos aspectos deben regularse de acuerdo con las leyes del mercado. Sin embargo, este es un grave error de perspectiva porque el paciente y el estudiante no pueden convertirse en clientes.
Coronavirus patients are treated at a field hospital set up at a sports gym in Santo Andre, Sao Paulo state, on May 11. pic.twitter.com/4UehhAy3gM
— TMarian.Grace (@TmarianG) May 18, 2020
un virus, suficiente para que no volara ni un avión
– ¿Son compatibles la salud y la economía?
Hemos visto que lo que algunos pensaban ahorrar con los recortes al estado de bienestar, ahora tenemos que pagarlo a un precio mucho más alto. Como dijo Joseph Stiglitz, nos hemos ido de vacaciones con el coche sin rueda de repuesto para ahorrar. Pero resulta que hemos pinchado, y ahora tenemos que llamar a la grúa y cancelar las vacaciones. Al final gastaremos mucho más. La asistencia sanitaria es fundamental para la economía, porque si hubiera sido eficiente podríamos haber mantenido abiertas las empresas. No es casualidad que los estados neoliberales estén sufriendo el mayor daño. El mercado no lo regula todo, un virus ha sido suficiente para que no volara ni un avión. El neoliberalismo nos hizo creer que todos éramos islas y la globalización ha acortado las distancias, pero ha alejado humanamente a las personas y políticamente a los Estados.
Hemos descubierto el desastre causado por el neoliberalismo. Se han debilitado los dos pilares de la dignidad humana: el derecho a la vida, la salud, y el derecho al conocimiento, la educación
– ¿Es un mundo egoísta?
Hoy, los eslóganes para ganar las elecciones son ‘America First‘ o ‘Brasil Acima de Tudo‘. Por el contrario, el virus no lo vencen ni los italianos ni los españoles, y ni siquiera los europeos. Boris Johnson, Donald Trump o Jair Bolsonaro restaron importancia a la pandemia, porque pensaron que los ricos se salvarían de todos modos y que algún viejo moriría. Es terrible pensar en términos de darwinismo social y que sea aceptable que mueran personas de 80 años o enfermas, solo porque no son funcionales para el sistema productivo. En el segundo capítulo de ‘La Eneida’, Eneas escapa de Troya en llamas con el viejo padre Anquises sobre sus hombros, porque la construcción del futuro no es posible sin proteger el pasado.
In January, February and March of 2020, accidental poisonings with household disinfectants were up 5%, 17% and 93% respectively over the same months in 2019. In April, following Trump’s comments, the increase was 121% compared to April of 2019 https://t.co/GAw5EhxCiz
— TIME (@TIME) May 12, 2020
Derechos y deberes
– ¿Hemos entendido algo sobre la libertad?
La libertad solo se puede medir conscientemente cuando se pierde. Esta ha sido una experiencia nueva para muchos de nosotros. Y nos hemos dado cuenta de las falsas libertades que teníamos, como la libertad de consumir. En cambio, la libertad de cultivar las relaciones humanas es primordial. Nuestras vidas sin los otros son vidas miserables, si no puedes compartir con los demás no puedes ser feliz. Los que llaman ‘bienes relacionales’, como los amigos y los afectos, son mucho más sólidos que los bienes materiales, que brindan una felicidad ilusoria y temporal.
El mercado no lo regula todo, un virus ha sido suficiente para que no volara ni un avión.
– ¿Y la privacidad es realmente un valor?
En primer lugar, creo que es correcto pagar un precio en términos de reducción temporal de la libertad o la privacidad por solidaridad humana hacia los más expuestos. Pero más allá de esta ocasión excepcional, el hecho de que las multinacionales se apoderen de mi vida privada es un horror. En realidad, aquellos que querían verlo ya sabían muy bien que nuestra privacidad terminó cuando se inventó el primer smartphone.
– ¿Cuál ha sido el papel de la ciencia en esta etapa?
Si hay algo que la pandemia ha demostrado, es la falsa idea de la ciencia que tenemos. Pensar que la ciencia puede dar respuestas ciertas en poco tiempo no tiene sentido. La ciencia se mueve por aproximación, hemos confundido a los científicos con el oráculo de Delfos. Ante un nuevo fenómeno, el científico necesita experimentar, formular hipótesis y negarlas. Además, algunos científicos se han prestado al juego de los políticos para tranquilizar a las personas y dar respuestas que agradaran al público. Hemos tocado con la mano la irresponsabilidad generalizada de la clase dirigente y hemos entendido que todos deberíamos hablar solo de lo que conocemos.
Educación e internet
– ¿Cómo ha llevado la educación a distancia?
Llevamos al menos 20 años bajo la presión de quienes quieren que la escuela se convierta en una gran institución digital. Sin embargo, una cosa es que durante la emergencia la digitalización permita que algunos procesos continúen, pero la emergencia no debe convertirse en normalidad. Los estudiantes no son recipientes que debemos llenar. La educación es algo que se hace en presencia, porque requiere una comunidad. La educación reside en la relación entre estudiantes y entre profesores y estudiantes. No puedo enseñar sin mirar a los ojos de mis alumnos para comprender si lo he hecho bien o mal. De esta situación, algunos han llegado a la conclusión de que lo digital es el futuro; otros, como yo, se han convencido aún más de que la presencia es insustituible.
Es terrible pensar en términos de darwinismo social y que sea aceptable que mueran personas de 80 años porque no son funcionales para el sistema productivo
– ¿No se puede aprender en internet?
Puede que sea un viejo profesor, pero para mí la idea de que internet es un lugar donde aprendes es una enorme tontería. Internet es una mina de oro para aquellos que ya saben. Si no sabes, internet es una de las trampas más grandes de la historia. No es cierto que estimula el sentido crítico, que se estimula en clase y con el diálogo. Internet es un lugar donde un premio Nobel y un tierraplanista tienen el mismo peso. Mis alumnos me preguntaban por qué no podían estudiar a Giordano Bruno en internet. Investigué un poco y encontré un sinfín de páginas demenciales. El mismo Bruno dijo que cuando uno aprende mal, tienes que hacer un doble esfuerzo, porque hay que erradicar las cosas incorrectas antes de poner las buenas. Finalmente, el riesgo es que las élites tengan acceso a una educación presencial personalizada, y las masas tengan que conformarse con una formación digital estandarizada.
Tecnología y lentitud
– ¿Entonces no cree en el concepto de aula invertida?
Estas son pequeñas fantasías de personas que tienen que venderte estas herramientas. La idea de que la enseñanza frontal es obsoleta es absurda. La humanidad ha crecido de esta manera desde Sócrates. Bruno (Giordano) dice: “No creo en lo viejo y lo nuevo, porque son categorías inútiles. No hay nada nuevo que no haya sido antiguo y viceversa». Lo nuevo no es necesariamente mejor. La escuela debe ser el lugar de la desintoxicación de la virtualización de la realidad. Pero si dices eso, te toman por un dinosaurio.
La ciencia se mueve por aproximación, hemos confundido a los científicos con el oráculo de Delfos.
– Podrían acusarle de ludito.
No soy un ludita en absoluto. Uso la tecnología y la considero muy útil, me permitió ver a mi madre durante el confinamiento. Pero si ahora siguiera viéndola solo a través de internet, estaría loco. Tengo que ir a visitarla si quiero cultivar una relación humana. No nos habíamos dado cuenta de que Facebook o WhatsApp estaban creando una nueva forma de soledad y una ilusión de relación. Ahora entendemos que sin las relaciones humanas físicas no podemos vivir.
– ¿Tal vez íbamos demasiado rápido para darnos cuenta?
Hay una hermosa página de Rilke, en ‘Cartas a un joven poeta’, en la que dice: «La creación es como la naturaleza, debe tener su tiempo». Hoy, sin embargo, domina la velocidad. Una de las cosas que hemos entendido en este tiempo es la importancia de la lentitud. Nietzsche también sostiene que la lentitud es necesaria para aprender, y es lo contrario de lo que se enseña a los jóvenes hoy en día. La educación parece que es necesaria solo para aprender un oficio de acuerdo con el mercado y ganar dinero. Nadie ya te dice que la educación es necesaria en primer lugar para convertirse en mejor persona.
Lo útil y lo inútil
– ¿Qué ha sido lo útil y lo inútil de esta experiencia?
Quizás hemos entendido que lo útil y lo inútil no pueden medirse únicamente en función de categorías económicas. Hemos entendido que es muy útil ver a un amigo para cenar y que es inútil pasar el sábado por la tarde en un centro comercial para consumir. Hemos entendido que las personas acostumbradas a ver películas, escuchar música o leer libros son las que menos han sufrido. De hecho, pasar dos meses encerrados en casa sin estos intereses, pensando solo en el dinero, te pone ante la evidencia de que si no puedes gastarlo, ese dinero es inútil.
Los estudiantes no son recipientes que debemos llenar. La educación es algo que se hace en presencia, porque requiere una comunidad
– ¿Nos recomienda un libro?
Aconsejo ‘El libro de la risa y el olvido’ de Milan Kundera, donde se dice que «la lucha del hombre contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido». Si no recordamos todo lo que esta crisis ha puesto ante nuestros ojos, este sufrimiento no traerá ninguna mejora a nuestras vidas y a la idea de un mundo mejor. De hecho, probablemente será peor. Quiero mencionar también ‘La peste’ de Albert Camus. En la última página de la novela, el narrador protagonista explica por qué decidió escribir esa historia: “Durante una pandemia, los sufrimientos de los más débiles se ven con mucha más claridad, escribí para no olvidar, porque la peste está escondida dentro de los cajones y armarios y siempre puede volver».
En Nobbot | “Y si nos centramos tanto en el coronavirus que olvidamos otros virus?”
Imágenes | The Climate Reality Project/Unsplash, Visuals/Unspalsh, Priscilla Du Preez/Unsplash
Palabras sabias, que creo en España, serán poco consideras ya que tiene 47000000 de expertos, en cualquier materia que se nos ocurra.
Giordano Bruno, ya vaticinó, que en la plaza en que lo quemaron, le pondrían una estatua.
Internet es como un cuchillo. Depende del uso que se haga de él, o muy útil para la supervivencia o un arma homicida para un canalla.