Nuestra vida discurre sumergida en un mar de señales de radio que permiten nuestra conexión con el mundo gracias a la cobertura móvil o las redes WiFi. Al movernos, interactuamos con estas señales, distorsionándolas, reflejando y refractando estas ondas, como sucede cuando nos movemos en el agua. Ahora, un grupo de investigadores de la Universidad de California han desarrollado un sistema que permite detectar a distancia estas distorsiones, de tal forma que alguien podría espiar lo que hacemos tras la puerta de nuestra casa con un simple smartphone.
las señales inalámbricas mejoran enormemente nuestra vida cotidiana, también revelan, sin que nosotros lo sepamos, información sobre nosotros mismos y nuestras acciones», dice Yanzi Zhu, de la Universidad de California.
“AunqueLa nueva técnica desarrollada por Zhu y sus colegas permite una invasión sin precedentes de la privacidad. «Con solo un smartphone se puede localizar y rastrear a personas en su hogar u oficina desde paredes externas, aprovechando los cambios en las transmisiones WiFi del entorno», dicen.
Los investigadores han experimentado con los teléfonos inteligentes Nexus 5 y Nexus 6 para espiar en 11 oficinas y apartamentos que contaban con varios transmisores WiFi, lo cual aumenta la precisión de su sistema. «Vemos que con más de 2 dispositivos WiFi en una sala normal, nuestro sistema puede detectar más del 99% de la presencia y el movimiento del usuario en cada sala que hemos probado», afirman los investigadores.
espiar al otro lado de la puerta
El equipo de Zhu también ha demostrado cómo distintos movimientos cambian la señal de diferentes maneras. Por ejemplo, abrir una puerta cambia el campo en dos habitaciones adyacentes y, por lo tanto, es fácil de detectar. Incluso una acción como escribir, crea pequeños cambios que un receptor WiFi de un teléfono inteligente puede captar.
En su trabajo, estos científicos norteamericanos han utilizado las fluctuaciones en el campo electromagnético para determinar la posición, las acciones y el movimiento de los individuos. Ya habido trabajos anteriores en esta línea pero, hasta ahora, presentaban muchas carencias o eran demasiado complejos.
El primer paso en el enfoque de los investigadores es localizar el transmisor WiFi. Lo hacen midiendo el cambio en la intensidad de la señal mientras caminan alrededor del edificio o sala objetivo. De hecho, han creado una aplicación que utiliza los acelerómetros incorporados en el teléfono inteligente para registrar este movimiento y luego analiza el cambio en la intensidad de la señal a medida que se mueven. De esa manera, es posible determinarla posición del transmisor aunque haya numerosas distorsiones.
el ruido como defensa
Incluso es posible calcular exactamente dónde se encuentra el transmisor dentro de una casa, ya que los planos de planta de la mayoría de los hogares y oficinas en los EE.UU. se pueden descargar desde distintas webs relacionadas con el mercado inmobiliario.
El equipo de Zhu dice que al caminar de un lado a otro varias veces fuera de una habitación o edificio, pueden ubicar el transmisor de manera exacta. «Encontramos que cuatro rondas de mediciones son suficientes para lograr la localización a nivel de la sala con una precisión promedio de 92.6%», dicen.
Los investigadores afirman que, aunque existen varias defensas contra este tipo de ataque, son difíciles de implementar y tienen una eficacia limitada. Por ello, creen que la forma de defensa más eficaz puede ser la agregación de ruido a las señales.