Los principales directivos de las empresas de telecomunicaciones españolas han coincidido en la necesidad de modernizar y liberalizar las reglas del sector tecnológico para que Europa pueda competir en digitalización con países como EE.UU o China. Así lo señalaron en la inauguración del Summit 2018, de la Asociación digitalES. Este evento pretende señalar los próximos pasos claves para el desarrollo económico y social basados en la transformación digital.
Y es que, cuando Europa compite con otras zonas del mundo como EE.UU y China, lo hace desde una visión fragmentada. Según Laurent Paillassot, CEO de Orange, “hay demasiados egoísmos nacionales que impiden al continente competir con eficacia en un entorno globalizado”.
Por eso, el directivo cree que el nuevo gobierno debe impulsar en Europa una liberalización, modernización y uniformización de la fiscalidad y la regulación, adaptada a este nuevo contexto global marcado por la transformación digital. “Además –añade- se debe impulsar la inversión en I+D+i, ya que la Unión Europea invierte la mitad per cápita que EE.UU sobre el PIB”.
En cuanto a fiscalidad, Paillassot destaca que en España “el 70% de las tasas que tenemos son exclusivas del sector y no se aplican a los gigantes de internet, al mismo tiempo que tenemos que afrontar una inversión brutal, que aumentará con el desarrollo de 5G”. Hoy el 88% de los impuestos recaudados por el sector digital corresponde a lo que pagan las empresas de telecomunicaciones.
Los directivos de estas empresas coinciden en que este exceso de cargas suponen un freno para la inversión y la competitividad frente a gigantes que juegan con otros reglas. Por ejemplo, “una llamada de voz en Whatsapp no debe cumplir ninguna regla, algo que sí se pide a los operadores de telecomunicaciones”, apuntó Emilio Gayo, Presidente de Telefónica.
redes para la digitalización
Gracias a la actividad de estas empresas, España disfruta hoy de una situación de privilegio en el ámbito de las infraestructuras, tanto en telefonía fija como móvil. Laurent Paillassot destacó que estas redes permiten al país afrontar tres grandes desafíos de cara al futuro: aumentar la inversión en I+D+i, desarrollar el talento y la transformación social impulsada por la digitalización, con nuevas formas de trabajar, y transformar el tejido empresarial, que en el caso de este país está integrado en un 85% por pymes. Antonio Coimbra, CEO de Vodafone señaló que gracias a las infraestructuras desplegadas por los operadores, España tiene la capacidad para ser el número uno en digitalización.
Una digitalización que afecta a la ciudadanía y a las empresas, también las de telecomunicaciones. Por ello, los directivos asistentes al Summit 2018 de digitalES destacaron que el gran reto de las empresas de telecomunicaciones es pasar de ofrecer servicios tradicionales de conectividad a proporcionar a sus clientes otros servicios de valor añadido, como Orange Bank, que prepara Orange; o Aura, de Telefónica. Eso sí, las redes seguirán siendo esenciales en nuevo ecosistema. «En este futuro de softwarización contar las redes supone una gran ventaja competitiva frente a los Google o Facebook», señaló Laurent Paillassot.