«Tus aplicaciones saben dónde estuviste anoche y no guardarán el secreto”. Este es el título de una larga investigación publicada por el diario ‘The New York Times’. El análisis muestra cómo docenas de programas están constantemente rastreando, catalogando y, básicamente, espiando nuestras vidas. Esto no es nada nuevo. Por eso, vamos a intentar averiguar cómo evitar que las aplicaciones te localicen.
Según esta investigación, al menos 75 compañías reciben datos de ubicación precisos y anónimos de aplicaciones cuyos usuarios activan servicios de localización para obtener noticias locales, del tiempo u otra información. Varias de esas empresas afirman rastrear hasta 200 millones de dispositivos móviles en Estados Unidos. Aproximadamente la mitad de los smartphones del país.
La base de datos revisada por ‘The New York Times’ revela los recorridos de las personas de forma sorprendente. Con una precisión de unos pocos metros y, en algunos casos, con más de 14.000 actualizaciones al día. Según el periódico, dos empresas de localización, Fysical y SafeGraph, mapearon a las personas que participaron en la inauguración presidencial de 2017. En el mapa de Fysical, un marco rojo indicaba la posición del presidente Trump.
Más de 1.000 aplicaciones contienen un código que comparte la posición con estas dos compañías, según datos de MightySignal. En concreto, el sistema Android de Google acoge aproximadamente 1.200 aplicaciones con este código. Unas 200 están presentes en el iOS de Apple.
Facebook tiene una patente para predecir nuestros movimientos
Saben dónde hemos estado y tal vez incluso a dónde iremos. Facebook ha presentado recientemente una patente para una tecnología que permitirá calcular la posición futura de un usuario en base a los datos adquiridos por la plataforma. Una forma de predicción que funciona incluso cuando el usuario no está conectado.
La tecnología ha sido bautizada como Offline Trajectories y calcularía la «probabilidad de transición basada en los datos de posición registrados previamente«. De lo que se puede deducir de la patente, podemos concluir que no solo se cruzarían los datos del usuario monitoreado, sino también los de otras personas, para estimar la trayectoria de los movimientos mientras el sujeto objetivo está offline. Suficiente para provocarnos un escalofrío que sube por la espalda.
Para tranquilizar al mundo, el portavoz de Facebook, Anthony Harrison, dijo en respuesta a la revista ‘Buzzfeed’: «A menudo buscamos patentes para tecnología que nunca implementamos, y las solicitudes de patentes no deben considerarse una indicación de planes futuros”. Dicho queda.
Offline Trajectories se basaría en hipótesis de trayectorias en función del historial de los lugares visitados previamente por el usuario. Y a partir del supuesto probabilístico de que regrese a esos sitios. Si vas de casa al trabajo cinco días a la semana, entonces la predicción será bastante obvia. Desde un punto de vista comercial, la red social podría alertar a algunas tiendas sobre la llegada de un importante flujo de clientes. Y estos podrían prepararse para acogerlo.
Hoy Facebook ya nos advierte si tenemos amigos cerca o si hay eventos que nos puedan interesar en unos pocos kilómetros. La ubicación de los perfiles, por lo tanto, ya es conocida. Y la base de datos desde la cual desarrollar esta tecnología ya está en sus manos.
El sueño de la Stasi
El problema de la privacidad es uno de los más graves y discutidos cuando se trata de redes sociales. Pero nació mucho antes. Hay algunas características técnicas de la electrónica que nos hacen constantemente rastreables. Además, la información siempre ha sido poder. Antaño un agente tenía que infiltrarse en un grupo para poder espiarlo. Ahora no hace falta. Todos llevamos un micrófono y un GPS encima.
Es el sueño de la Stasi. Las personas deciden dejarse espiar e incluso pagan el equipo necesario de sus propios bolsillos. Desde la edad de la inocencia tecnológica, hemos pasado a la de la conciencia. Hoy en día, la pérdida de privacidad ya no puede ser una sorpresa. Como consumidores lo aceptamos. Ofrecemos información sobre nuestras vidas a cambio de algunos servicios. Es un precio no escrito que se añade al de nuestros dispositivos.
En la mayoría de los casos, la información personal se revende a quienes ofrecen publicidad y tienen interés en segmentar a los posibles clientes. Las ventas de publicidad orientada a la ubicación alcanzaron los 21.000 millones de dólares en 2018. IBM ha adquirido las aplicaciones de The Weather Channel (TWC), para la previsión del tiempo.
Las aplicaciones meteorológicas son perfectas para rastrear la posición del usuario. De hecho, la ciudad de Los Ángeles ha demandado a TWC por compartir y explotar ilegalmente información sobre la ubicación de millones de ciudadanos. La red social Foursquare se ha relanzado como empresa de marketing basada en los datos de ubicación. Entre los inversores destacados en startups dedicadas al sector, se encuentran Goldman Sachs y Peter Thiel, el cofundador de PayPal.
Cómo evitar que las aplicaciones te localicen
Muchas aplicaciones acceden a nuestra ubicación. Es una condición que aceptamos al instalarlas y legalmente funciona como un contrato. Casi siempre, en la letra pequeña de la informativa sobre la privacidad, se esconde la posibilidad, más o menos explícita, de revender estos datos a otras compañías.
No es fácil saber qué aplicaciones nos registran o están rastreando nuestras rutas a pie, en automóvil o en transporte público. Potencialmente, todas podrían tener una configuración que lo permita sin que el usuario se entere. Si queremos evitar que nuestros datos de ubicación se revendan, tenemos dos soluciones. La primera es deshabilitar la opción Mi Ubicación de la aplicación en sí.
Además, se puede realizar una selección de las aplicaciones que acceden a nuestra posición. En iOS, hay que ir al apartado Privacidad y luego a los servicios de ubicación, donde encontraremos la lista de aplicaciones que tienen acceso a nuestra posición. Entre las configuraciones debería estar la opción «mientras se usa la aplicación», es decir, para que la función de localización esté activa solo cuando la usamos.
En Android, desde la configuración, hay que ir a Aplicaciones y Notificaciones, luego a Permisos y, finalmente, a Su Ubicación. Aquí aparecerá la lista de aplicaciones junto a un botón de on/off. Al desactivar la función, las aplicaciones solo tendrán acceso a nuestra ubicación mientras se utilizan. También hay una forma más drástica: desactivar el GPS directamente desde la configuración del móvil. Pero muchos servicios dejarían de funcionar.
Después del caso Cambrige Analytica, 2018 ha sido probablemente el año en que todos nos hicimos conscientes de cómo funciona realmente la tecnología que ha cambiado el mundo. Nadie ya podrá decir que no sabía lo que estaba haciendo.
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